14.3.12

Marco Antonio Ramírez Murillo.-

Debemos de etiquetar al manejo que se hace actualmente del agua en la Zona Conurbada de Guadalajara (ZCG) como: el “ciclo hidro-ilógico del agua”, porque obedece a las malas políticas públicas que han hecho un manejo anti-natural de éste recurso.

El modelo conceptual del ciclo hidrológico presente en la ZCG inicia con las precipitaciones que se presentan con el orden promedio anual de 900 mm, cantidad de agua que en parte se evapora, y otra más se escurre y se infiltra en el subsuelo: de esta última es de la que debemos ocuparnos directamente. Repito: de la que se precipita, de la que escurre y de la que se puede infiltrar.

He aquí donde el ciclo hidrológico deviene en hidro-ilógico: los escurrimientos ya no guardan las condiciones de naturales. ¿ Dónde está el río San Juan de Dios?, ¿Dónde está ese arroyo La Campana?, ¿Cómo está el arroyo Atemajac?, ¿Cómo está ese arroyo Seco que en la zona de Toluquilla ha destruido puentes? y para colmo se llama “Seco”?

El hombre ha modificado su curso al impermeabilizar el terreno natural de manera desmedida —además de entubar ríos y arroyos, sin considerar, en lo posible, guardar esas condiciones naturales y lógicas—, modificando y elevando el nivel del agua de lluvia que corre por las calles (coeficiente de escorrentía) y que se manifiesta en varias zonas con problemas de inundación.

El agua de lluvia que guarda condiciones de buena calidad pasa por nuestras narices dejando esa frescura como diciendo “¡aquí estoy!, ¡soy un bien creado para los que habitan este planeta!”. Sin embargo, vemos cómo se va escurriendo por las calles para finalmente mezclarse con las aguas negras.

¿Por qué?, simplemente no tenemos sistemas de drenajes separados, ni la intensión de usar la lluvia como fuente de abastecimiento…¡Uff!, ¡qué impotencia!

Parte del agua que no se evapora, ni escurre, ni se almacena en presas, se infiltra en el suelo para recargar acuíferos; y para su uso, se extrae el agua por medio de la perforación de pozos profundos o por manantiales, como es el caso de Los Colomos.

¿Cómo se seguirán recargando los acuíferos si se sigue cubriendo de manera desmedida el terreno natural con pavimentos impermeables?

Si el 30 por ciento del abastecimiento de Guadalajara viene de los acuíferos, ¿por qué no le ponemos el cuidado que merece?… Pero bien he dicho: no es lo mismo verlo, oírlo, leerlo… que hacerlo, ¿verdad?

En la parte final de este ciclo hidro-ilógico, el agua residual que contiene algunos elementos químicos industriales de alta concentración, se deposita en los ríos generando daños a los ecosistemas y a la salud de los habitantes que viven a sus márgenes.

La naturaleza nos enseña cómo por medio de cuencas los ecosistemas no tocados por el hombre guardan un equilibrio total. Por lo tanto, de la misma manera podemos gestionar unas buenas políticas públicas de un lógico manejo del agua a partir de las cuencas.

En el tenor de la columna de Felipe Reyes del viernes pasado, Los opositodos son ellos, agrego más acepciones a la palabra “opositodo”:

  • Opositodo es aquel que no entiende que el agua es un bien para la humanidad y no un recurso electoral.
  • Opositodo es aquel que no quiere hacer proyectos sustentables.
  • Opositodo es aquel que no quiere usar el agua de lluvia.
  • Opositodo es aquel que el agua de lluvia la mezcla con el agua negra.
  • Opositodo es aquel que no entiende que el agua de un acuífero es la que tiene buena calidad.
  • Opositodo es aquel que no entiende que la presencia del tritio (isótopo del hídrógeno) y del Na (sodio) en el agua de un acuífero, es indicativo de agua de reciente infiltración).
  • Opositodo es aquel que no quiere recargar los acuíferos
  • Opositodo es aquel que dice que la cultura del agua es una fantasía.
  • Opositodo es aquel que no quiere eficientar el sistema urbano de distribución de agua.
  • Opositodo es aquel que no quiere eficientar los sistemas de riego que consumen el 75% del agua en el país.

El alzar la voz para difundir la problemática es parte del diagnóstico.

“Las cosas se tienen que hacer, porque se tienen que hacer, como se tienen que hacer y a la hora que se tienen que hacer”.

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