19.2.12

Sequía agrava pobreza alimentaria

Anciana y con apenas servicios básicos, Isabel (83 años) sobrevive a la sequía en un rancho cercano a Unión de San Antonio.

  • Unión de San Antonio es el municipio más afectado
  • Jalisco es el segundo Estado del país con mayor aumento de pobres alimentarios y la falta de agua agudiza las carencias, sobre todo, en el sector rural

GUADALAJARA, JALISCO (19/FEB/2012).- La familia de Juana Velásquez pasó a formar parte, desde el año 2010, de la cifra de población con pobreza alimentaria en el municipio jalisciense de Unión de San Antonio, donde una de cada dos personas vive en esta situación.

En ese año ya padecían las repercusiones de la crisis del campo, pero podían cortar pencas de nopal y sacar leche de sus animales. Con la sequía del año pasado, “¡ah, cállese! –dice–, se acabó todo. No me queda nada. Todas mis vaquitas y borregos se murieron y ya no tengo ni lechita para los niños”.

Jalisco es el segundo estado con mayor incremento de población con pobreza alimentaria, pues pasó de 17.9% de población en esta situación en 2008, a 22.2% en 2010, lo que representa 346 mil personas más, según las cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política en Desarrollo Social (Coneval). Sólo hay seis estados donde esta categoría se redujo: Tabasco, Durango, Morelos, Oaxaca, Michoacán y Guanajuato.

En todo el país éste fue el rubro que tuvo mayor crecimiento, debido en primer lugar a la crisis financiera mundial de los años 2008 y 2010, y al aumento del precio de los alimentos. Con la sequía que se ha extendido en la mayor parte de la geografía mexicana, la situación se ha agravado, pero aún no existe un diagnóstico que explique cómo se agudizó el problema.

En casa de Juana ya era habitual comer una o dos veces al día, como máximo, pero con la ausencia de lluvias en 2011, pasaban días sin alimentos. Su marido dejó el campo y consiguió un trabajo de peón en una granja, con lo que puede comprar cinco kilos de frijoles a la semana para los cinco integrantes de la familia, “y tienen que alcanzar para toda la semana, ni modo que no”, subraya la mujer.

Unión de San Antonio es el municipio con mayor número de personas con carencia alimentaria en Jalisco, pues prácticamente todos sus habitantes viven del campo.

Consultado sobre el fenómeno, el economista Julio Boltvinik sostiene que la pobreza en el sector rural no se explica sólo por los fenómenos climáticos, pues si bien la sequía agudiza las carencias, también deben buscarse las razones en varias décadas de “desmantelamiento” de los sistemas productivos en el ámbito agropecuario. Se argumentó, dice, que se pueden comprar alimentos baratos en otros países y a cambio, se somete al país a una situación de inseguridad alimentaria.

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