23.4.10

Las eco-guerras, una realidad

por Andrés Repetto | 05.02.10 El secretario de defensa de los Estados Unidos, Robert Gates, advirtió que uno de los mayores desafíos para las Fuerzas Armadas será hacer frente a los desastres medioambientales y los conflictos en torno a los recursos escasos. El Pentágono deberá tener en cuenta futuras operaciones que tomarán como escenario, entre otros, la crecida del nivel de los mares, enfermedades e inmigraciones masivas en busca de recursos.


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El Pentágono de los EE.UU. ya está advertido de que los mayores desafíos para las Fuerzas Armadas será hacer frente a los desastres medioambientales y los conflictos en torno a los recursos escasos - AP

Esta semana, el secretario de defensa de los Estados Unidos, Robert Gates, presentó ante el Congreso de su país la nueva estrategia del Pentágono. En ese informe se anunció que, en el futuro, los militares no tendrán como prioridad el poder llevar adelante dos guerras abiertas al mismo tiempo con la presión de tener que ganarlas.

Gates dejó en claro que esto no es algo que esté acorde con los tiempos que se viven. El Pentágono aseguró que deberá prepararse para enfrentar distintos conflictos de variada intensidad en diferentes regiones del planeta.

El secretario de defensa advirtió que uno de los mayores desafíos para las Fuerzas Armadas será hacer frente a los desastres medioambientales y los conflictos en torno a los recursos escasos.

Si la idea no estaba clara, decidió ser más preciso y aseguró que el cambio climático será un acelerador de inestabilidad, por lo que sugirió que el Pentágono deberá tener en cuenta futuras operaciones que tomarán como escenario, entre otros, la crecida del nivel de los mares, enfermedades e inmigraciones masivas en busca de recursos.

La advertencia ya fue hecha. Públicamente, la potencia militar más importante del planeta ató su destino a los escenarios futuros planteados por los científicos de las Naciones Unidas, sobre cómo el cambio climático nos está afectando y nos seguirá afectando en los próximos años.

SABIAS PALABRAS
Las advertencias hechas por los científicos de la ONU son entonces tomadas como ciertas, reales y concretas por los estrategas militares estadounidenses. Esto debería generar aún más presión sobre aquellos que, en base a sus estudios, nos están advirtiendo qué es lo que ocurrirá en las próximas décadas. Ya no sólo para que los seres humanos tratemos de torcer el rumbo de lo que parece un barco en dirección a un iceberg, sino además, porque el futuro planteado ya está desatando las eco-guerras, al menos, en los tableros de las grandes potencias militares.

Desde hace años, distintos analistas vienen advirtiendo que los conflictos ya no serán por el petróleo sino por otros recursos naturales escasos, como el agua. ¿Y si las proyecciones emitidas durante los últimos años sobre los efectos del cambio climático en la Tierra están equivocados? O lo que es más preocupante, ¿si fueron modificadas, o exageradas?

A partir del 11 de septiembre, la llamada lucha contra el terrorismo fue el eje de la política militar de los Estados Unidos, dada la catarata de informes apocalípticos en torno al cambio climático y sus consecuencias, sumado a los expresados pública y abiertamente por el secretario de defensa Gates, el miedo y la amenaza terrorista podría comenzar a ser reemplazada por algo diferente y de nueva temática.

Quienes ven la mano oscura de la manipulación de las cifras, señalan con fuerza cuando surgen escándalos como el informe de las Naciones Unidas en el que se sostenía que los glaciares del Himalaya iban a desaparecer en el año 2035, cuando luego de una denuncia periodística, sus creadores reconocieron que en realidad el año era el 2350.

Sin embargo, son miles los científicos que adhieren a los informes del panel intergubernamental de la ONU y alertan sobre las consecuencias que el cambio del clima genera sobre la Tierra.

El jefe de la agencia climática de la ONU, Yvo de Boer, aseguró que los escándalos recientes sobre los datos del clima son lamentables, pero no desacreditan la posición de que la Tierra se está calentando y los seres humanos deben actuar. "Lo que sucedió es lamentable, está mal, es un error, pero no creo que perjudique la ciencia básica", afirmó.

Todas estas declaraciones y rectificaciones se dan poco antes que los ministros ambientales de Brasil, Sudáfrica, India y China se reúnan en Nueva Delhi para discutir cómo combatir el calentamiento global.

Las cuatro naciones, que mediaron un acuerdo político con el presidente estadounidense Barack Obama en la cumbre sobre el clima de Copenhague en diciembre, desempeñarán un papel clave para elaborar un acuerdo obligatorio que la ONU espera completar para fines de 2010 en México.

Mas allá de la cadena de errores en distintos trabajos climáticos, lo concreto es que el futuro está cada vez más cerca de la ciencia ficción. Y todo, como en un película de mala calidad, está a la vista.

Peligrosamente, todo se mezcla en los escenarios planteados por los expertos de las Naciones Unidas y por los militares del Pentágono para jugar una nueva partida con la vida de millones de personas y el lugar donde vivirán nuestros hijos: la Tierra.

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