Califica Carlos Briseño la propuesta del gobierno como positiva pero parcial

Es como esconder la basura bajo la alfombra; no se ve pero ahí está, dijo

MAURICIO FERRER La jornada

“Positiva pero parcial”, así calificó el rector de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Carlos Briseño Torres, la propuesta del gobierno estatal de entubar 3.5 kilómetros del río Santiago, luego de la trágica muerte del menor de 8 años Miguel Angel López Rocha, quien murió por intoxicación de arsénico después de haber caído al cauce en enero pasado.

Es una medida “positiva pero parcial, no es integral, no resuelve de fondo el problema de la contaminación; es como esconder debajo de una alfombra la basura, no se ve pero ahí está”, declaró ayer Briseño Torres en una gira por el Centro Universitario de la Ciénega (CUCiénega) en compañía con el gobernador del estado, el panista Emilio González Márquez.

El suceso que acabó con la vida de Miguel Angel López Rocha “nos lleva de nueva cuenta a pensar que se requiere una acción concertada del gobierno federal, estatal, municipal y de las universidades”, aseguró Briseño.

Y es que, más que una declaratoria de emergencia como se ha anunciado desde el Senado de la República, se requieren acciones urgentes como “una mesa de trabajo donde participen los gobiernos federal, estatales, municipios y universidades y dejemos de estarle tirando la bolita a otros: todos tenemos la responsabilidad (de la contaminación del río) incluso los ciudadanos”, afirmó el universitario.

Dijo que la Universidad de Guadalajara coadyuvará con estudios. Agregó que el Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI) ya trabaja con la Comisión Estatal del Agua (CEA) y que el próximo lunes, él mismo le entregará a González Márquez los estudios hechos también por estas dos instancias sobre la contaminación del río Santiago.

La investigación de 2004, de la UdeG y CEA, concluyeron que en los sedimentos del río existen metales pesados como cromo, cobalto, arsénico, plomo y mercurio.

Briseño Torres resumió que el entubamiento de las aguas del Santiago resuelve de manera parcial el problema, pero lo difiere a la vez en la medida que este líquido no entrará a la presa de Arcediano.