28.2.08

Asegura vecina de Miguel Angel que lo vio caer al río; se levantó y corrió, dice

MAURICIO FERRER

“Miguel Angel se cayó al río”, así lo aseguró ayer a La Jornada Jalisco Aurora Rodríguez, una vecina del niño de ocho años que murió el 13 de febrero pasado de acuerdo con la toxicóloga Luz María Cueto Sánchez, por una intoxicación por arsénico, y de acuerdo con las autoridades del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, por el grado de contaminación de las aguas por heces fecales.

Ayer, mientras en una rueda de prensa el IJCF daba a conocer la autopsia de Miguel Angel, los padres del menor, María del Carmen Rocha y Raúl Luna, declaraban a La Jornada Jalisco que las autoridades no les han hecho llegar los resultados de la misma ni todos los estudios que se le hicieron al pequeño. De la caída de Miguel Angel, Aurora Rodríguez fue testigo: “fue un jueves más o menos, yo salí a caminar, mucha gente lo hace y ahí iban los niños, correteando entre ellos y Miguel Angel se resbaló y se cayó, se mojó hasta por donde los hombros más o menos, se salió y volvió a correr”.

Posteriormente, el niño se fue a su casa, mojado de cabeza y tenis, según constató la madre de Miguel Angel en la primera declaratoria que hizo ante la Procuraduría General de Justicia del Estado de Jalisco (PGJE).

La Jornada Jalisco pudo constatar el sitio en el que la mujer vio cómo el pequeño caía al agua. Al cruzar unos montículos de tierra se llega a la parte del río, hediondo, en donde los desechos orgánicos están a cielo abierto y estancados en el agua. Los olores provocan ganas de vomitar y por una brecha entre piedras solían correr los niños, comentó Arturo Valencia Rodríguez, hijo de Aurora. Coincidencias: ahora la mujer está a la espera de los resultados que le hicieron a su hijo de seis años, Juan Manuel Valencia Rodríguez, en el Centro Médico de Occidente.

Ante la declaración de la madre a los médicos de lo que había sucedido hace unas semanas ahí, en la colonia Bonito Jalisco, con el caso de Miguel Angel López Rocha, los galenos del CMO le practicaron ya a Juan Manuel una serie de estudios para descartar metales pesados en su cuerpo. “Me duele la cabeza”, le dijo anteayer Juan Manuel a su mamá. Para eso, el “olor” del río había estado intenso todo el día, según los familiares. Dolor de cabeza, ojos irritados y un poco de vómito presentó el niño. Al llevarlo al CMO también se dieron cuenta de una operación que requiere el menor debido a un soplo en el corazón que padece desde pequeño.

Por lo pronto, la familia sigue a la espera de los resultados que le den hoy los médicos del CMO en tanto que el menor será operado a las 15 horas, además de que necesita unos 12 donadores de sangre que pueden asistir al área de cardiología en lo que es pediatría del nosocomio.

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