22.2.08

“Insuficientes”, acciones oficiales en el Santiago



Sin importar qué mató a Miguel Ángel, el afluente padece polución mortal: Afredo Feria


El problema de contaminación del río requiere de una cura profunda, donde participen especialistas de diversas áreas, indicó experto.
La contaminación del río Santiago debe motivar un diagnóstico profundo entre los vecinos, según los expertos, más allá de sólo entubar. Foto: Tonatiuh Figueroa



22-Febrero-08


No son suficientes las soluciones que propone la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ) para buscar casos de enfermedad por contaminación y atender a los vecinos del río Santiago, considera el director de la División de Ciencias Biológicas y Ambientales de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Afredo Feria Velasco.

Añade que el problema de contaminación del torrente amerita una cura profunda, diseñada por especialistas en distintas áreas de la ciencia y la medicina, cuyos resultados se verán a mediano plazo… si es que se quiere llegar al fondo.

Entre las soluciones tendrían que venir una consulta entre los especialistas para determinar, como prioridad, si son adecuadas o muy permisivas las normas mexicanas que regulan la calidad de los ríos del país y la cantidad “aceptable” de metales pesados en sus aguas; una investigación biomédica rigurosa que arroje cuáles son los efectos de los contaminantes en la salud de las personas que viven cerca de la cuenca El Ahogado y el resto de los afluentes del río Santiago (arroyos, canales y corrientes que alimentan el caudal) y el gran torrente, además de una vigilancia sin tregua de los efluentes (los escurrimientos) de las empresas que desembocan en él, señaló el doctor en ciencias.

Público pudo comprobar que existe anarquía, por lo menos en el tema de las descargas al Santiago, desde el municipio de Poncitlán, hasta el de Tonalá: pequeños arroyos de aguas negras y escurrimientos de lixiviados desde el basurero Los Laureles, directos al río.

En los últimos años, la Organización Panamericana de la Salud, un estudio independiente que realizó en 2000 el Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico Agro Industrial (CIATEJ), así como tres investigaciones auspiciadas por el propio gobierno estatal (Ingevin, SA de CV, Universidad de Guadalajara y AyMA Ingeniería y Consultoría, SA de CV) han sugerido la realización urgente de un diagnóstico continuo que dé pistas sobre la salud de la población y de las aguas del Santiago, las autoridades de Jalisco no han atendido las recomendaciones.

En lugar de eso, el gobierno estatal anunció la semana pasada que entubará las descargas contaminadas para enviarlas a zonas donde no provoquen daño a la población, mientras unos días antes la Secretaría de Salud Jalisco anunció que realizará un estudio entre diez pobladores de El Salto y Juanacatlán —los que indiquen los alcaldes de ambos municipios—, además de los niños con los que jugaba Miguel Ángel López Rocha, quien murió hace diez días, a causa de una intoxicación por arsénico, que habría comenzado después de ingresar a las aguas.

Además, en los últimos días, el gobierno de Jalisco ha desatado los rumores de que, según los últimos resultados de la necropsia a su cadáver, Miguel Ángel murió a causa de la violencia que padecía en su hogar.

En opinión del científico de la Universidad de Guadalajara, el río Santiago padece una contaminación mortal, con independencia de las causas que mataron a Miguel Ángel. Por esa razón, mandar aguas abajo de El Salto los contaminantes del Santiago “es lo más absurdo que he escuchado”, pues sólo servirá para afectar a los pobladores y ecosistemas aguas abajo.

Además, las muestras de orina y sangre que pretende hacer la Secretaría de Salud Jalisco servirán de casi nada para conocer los efectos reales del paso del río entre los centros de población, afirma Alfredo Feria, quien en los últimos años se ha dedicado al estudio de las patologías a causa de los contaminantes ambientales.

Una investigación biomédica seria, indica, tendría que tomar a un grupo de personas que no están expuestas al torrente para compararlas con un grupo que vive cerca del Santiago.

Entre las últimas, se tendrían qué patologías relacionadas con la contaminación se buscarán; diseñar un cuestionario para saber la historia clínica y los antecedentes familiares de cada una de ellas y, sólo entonces, tomar muestras de sangre, orina, líquido pleural (de la cubierta que envuelve a los pulmones). Además, es indispensable practicar estudios de gabinete, como radiografías, cardiogramas, electroencefalogramas, resonancias magnéticas.

Todo eso, sólo para conocer las afecciones crónicas de la contaminación en el río, que no sólo está en el agua y los lodos, sino también en el aire, pues la evaporación de algunos contaminantes provoca que por las poblaciones pulule una gran variedad de hidrocarburos aromáticos muy venenosos, según el Estudio para la caracterización de los lodos de los ríos Verde y Santiago, realizado por investigadores del CUCEI en 2005.

Lo único cierto es que la contaminación puede matar, pero si se quiere conocer cómo, “es necesario un estudio muy grande”, afirma el científico.


Los escurrimientos al río son múltiples y de orígenes diversos. Foto: Marco A. Vargas

“Altos índices de contaminación”: UdeG

• El río Santiago presenta “altos índices de contaminación por metales pesados, particularmente por cromo, plomo, mercurio, cobalto y arsénico”, concluye el Estudio para la caracterización de los lodos de los ríos Verde y Santiago, que realizaron investigadores del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI), en 2005 y, antes, el despacho Ingevin, SA de CV.

Las investigaciones fueron encargadas, auspiciadas y conocidas por la hoy Comisión Estatal del Agua (CEA) del gobierno del estado. Concluyeron que los metales pesados no se encuentran de manera persistente en el agua, sino en los sedimentos y lodos del torrente e incluso, en algunos pasos no sobrepasan los límites que permite de la Norma Oficial Mexicana 001-ECOL-1996.

Pero, ojo, eso no significa que no son un peligro constante para la salud de los vecinos del Santiago. Los estudios detectaron la presencia elevada de otro metal, el manganeso, que igual que otros compuestos orgánicos naturales, como los oxalatos y citratos (liberados hacia los suelos desde las raíces de plantas), pueden provocar que grandes cantidades de metales pesados se incorporen a las corrientes acuáticas de manera repentina.

La investigación del CUCEI es minuciosa en cuanto a la identificación de los puntos del Santiago donde más se concentran los metales pesados: “Para cromo: todos los sitios muestreados, incluyendo Arcediano; plomo: Ocotlán, a la altura de la [planta] Celanese, Poncitlán, El Salto, Hidroeléctrica Puente Grande; cobalto: la mayoría los sitios; […] mercurio: todos los sitios muestran contaminación por este metal, en especial el puente Fernando Espinosa […] arsénico: Poncitlán, El Salto, Hidroeléctrica Puente Grande, puente Fernando Espinosa, Colimilla, Junta y Arcediano; manganeso: puente Fernando Espinosa, Puente Grande, Juntas, Ocotlán, Poncitlán, Celanese, El Salto y Matatlán”.

El estudio completo puede consultarse en la página de Internet de la Universidad de Guadalajara. Es el primer link del apartado: Comunidad Universitaria.



Guadalajara•Vanesa Robles

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