22.2.08
Desde hace 9 meses había un plan para paliar la contaminación del río Santiago
Las autoridades habían decidido entubar el cauce, combatir el mosquito y desfogar las aguas negras
Resolvieron ponerlo en práctica después de que Miguel Angel murió de intoxicación por arsénico
JUAN CARLOS G. PARTIDA
Aspecto del río Santiago Foto: HECTOR JESUS HERNANDEZ Hace nueve meses, autoridades estatales y federales ya habían acordado un plan de emergencia para comenzar a revertir la grave contaminación del río Santiago en los municipios de El Salto y Juanacatlán. Las medidas que hasta hoy se toman, luego de la muerte, el 13 de febrero pasado, por ingesta de arsénico de un niño de ocho años que cayó al río, fueron consensuadas desde entonces pero no existió el interés político de ponerlas en práctica, en especial las emergentes, porque se consideró que serían gastos inútiles y no resolverían de fondo el problema.
La Jornada Jalisco cuenta con las minutas de las reuniones sostenidas desde entonces, en las que se aprecia claramente qué medidas paliativas como las que ahora se iniciaron, entre ellas el entubamiento del canal de aguas residuales, la nebulización contra los mosquitos, el desfogue de las aguas negras estancadas, entre otras, tenían meses archivadas.
En estos momentos, las procuradurías de Justicia del Estado y General de la República tienen investigaciones abiertas cada una por su lado para deslindar responsabilidades en torno a la muerte por intoxicación de Miguel Angel López Rocha, mientras la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDHJ) intensifica los trabajos para el próximo mes de marzo emitir una recomendación sobre el tema, al que ya lanzó severas críticas en un reciente informe especial. Las minutas de esas reuniones podrían servir como pruebas para integrarlas a los respectivos expedientes.
“El miércoles 2 de mayo (de 2007), siendo las 17:15 horas, en las instalaciones de la Comisión Nacional del Agua (CNA) se llevó a cabo la reunión pactada por esta Subsecretaría (de Asuntos del Interior, dependiente de la Secretaría General de Gobierno), esto a petición del delegado, ingeniero José María (sic, en realidad es Raúl Antonio) Iglesias, en donde se convocó a personal de los ayuntamientos de El Salto y Juanacatlán, además de la Comisión Estatal del Agua (CEA), de la Secretaría del Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable (Semades) y personal de esta Subsecretaría. En la reunión se trató el punto de la contaminación existente en el río Santiago a la altura del municipio de El Salto y Juanacatlán, donde se plantearon las posibles alternativas a la solución de dicho conflicto”, señala un documento de la Subsecretaría de Asuntos del Interior, encargada de llevar la minuta de las varias reuniones que se dieron a partir de esa fecha.
Las alternativas señalan que, “a mediano plazo”, la solución es el saneamiento de la Cuenca del Ahogado con la construcción de una macroplanta tratadora de aguas residuales, “la cual estaría instalada en el municipio de Juanacatlán”. También se decidió permitir “el flujo ininterrumpido de las aguas residuales en dicho río”, es decir, abrir las compuertas en la represa de El Salto, lo que, sin embargo, desde entonces se sabía que “afectaría a la zona de riego de La Aurora”, por lo que en esa reunión se decidió programar otra junta en Juanacatlán dos días más tarde, el 4 de mayo, “para platicar con los representantes ejidales de La Aurora y hacer una inspección de campo”.
Incluso ese mismo 2 de mayo, representantes del Ayuntamiento de Juanacatlán presentaron la moción de desviar la intersección de aguas del canal que llega al Santiago de la presa de El Ahogado. “La desviación propuesta es por medio de un sistema de canal revestido por el margen oeste del río Santiago, el cual desembocará aguas abajo de la cascada, librando los márgenes norte de ambas comunidades”.
Más reuniones
Otra reunión se dio el martes 8 de mayo del año pasado, a las 17:30 horas, también en las instalaciones de la CNA, otra vez convocada por Raúl Antonio Iglesias. Acudieron, además de funcionarios de El Salto y Juanacatlán, representantes de la CEA, Semades y de la Subsecretaría de Asuntos del Interior. Al igual que en la anterior ocasión, se ahondó en las alternativas para la solución del conflicto ambiental y se acordó hacer un levantamiento topográfico por parte de la CEA. También se decidió invitar para una próxima reunión a la Secretaría de Ganadería (Sagarpa) y la estatal de Desarrollo Rural (Seder) “para verificar los programas con que cuentan ambas dependencias y poder aplicar alternativas para el saneamiento y desazolve del río, así como analizar opciones para la erradicación del lirio y buscar productos químicos que no afecten el entorno ecológico para tal fin”.
De hecho, se estableció que la CEA presentaría los estudios topográficos a los diferentes trazos de las propuestas a más tardar el 1 de junio para que la CNA los validara y definiera cuál de las propuestas era la mejor, en un término que a su vez no debería exceder de diez días, es decir, hasta el 11 de junio. El proyecto ejecutivo lo realizaría la CEA y debería estar listo el 21 de junio, mientras la Semades se comprometía a “gestionar una aportación económica que contribuya a la ejecución de los trabajos”.
También, de inmediato, se signó el compromiso de que la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ) aplicaría nebulizaciones para erradicar el mosco del río, mientras los dos ayuntamientos, en conjunto con la Secretaría de Desarrollo Humano (SDH), se comprometieron a buscar “el apoyo de las industrias para conseguir financiamiento para la renta de una avioneta” con la que se aplicarían insecticidas para erradicar el mosco, invitando además a la ciudadanía a participar con mano de obra para la limpieza del lirio en los márgenes del río.
El 1 de junio hubo otra reunión donde ya aparecieron representantes de la Seder (Pedro Alvarez Morin, Héctor Chaires Muñoz y Rafael González Pérez) y la Sagarpa (Manuel Pérez Carvajal, de la Coordinación de Programación). También estuvo presente Celia Vargas Alcázar, de la CEDHJ, además de los representantes de CNA, Semades, CEA y de los dos ayuntamientos.
Ese día la Seder se comprometió a presentar un programa de desazolve y analizar el uso de una máquina trituradora de lirio. Juanacatlán solicitaría a la Unidad de Protección Civil del Estado el “uso de aerobotes para jalar el lirio hacia la cortina”, mientras la Subsecretaría de Asuntos del Interior se comprometió a pedir la presencia de un representante del SIAPA y de la Asociación de Industriales de El Salto para la siguiente reunión. Incluso se planteó la posibilidad de que la SSJ realizara un “estudio de mortandad y morbilidad buscando los canales necesarios para que sea realizado por medio de la Universidad de Guadalajara”. El Salto solicitaría a Semades, CEA y CNA monitorear las descargas al río Santiago.
El 18 de junio, en una reunión a la que asistió el alcalde de Juanacatlán, Ramiro Tapia Ornelas, además de representantes de la SSJ, Seder, Sagarpa, Semades, SDH, CEDHJ y CEA, se informó que ya estaban listos los estudios topográficos. Entre otras cosas, se detalló también que la SSJ cotizaría renta de avionetas para fumigar la zona afectada por los mosquitos, el regidor de Juanacatlán, Francisco de la Cerda, realizaría la gestión necesaria ante la CNA para que “la apertura de la compuerta sea lo más pronto posible” y poder arrojar las aguas negras evitando su estancamiento en la represa.
También la Semades contestaría la solicitud del Ayuntamiento de El Salto para visitas de inspección y monitoreo de las descargas de las industrias en conjunto con la CNA, CEA, SSJ y los propios ayuntamientos. Además se buscaría contar con el helicóptero de Protección Civil para los trabajos de fumigación. Hasta la Secretaría de Promoción Económica fue involucrada, ya que se decidió solicitarle que gestionara ante los industriales de la zona recursos para la erradicación del mosquito y “para la construcción del proyecto alternativo de saneamiento del río Santiago”.
Todavía hay dos reuniones más de las que se tiene constancia. Una el 6 de julio, en el salón Juárez de Palacio de Gobierno, en la cual la CEA entrega la totalidad de estudios topográficos para el entubamiento del canal, aunque la CNA señaló ahí que faltaban “otros estudios complementarios” que la dependencia estatal se comprometió a entregar el 13 de julio. La CNA anunció que realizaría un padrón de los ejidatarios de La Aurora y sus siembras, incluso que también investigaría a la empresa CIBA “para averiguar si los dos tubos de descarga están debidamente registrados”. Asuntos del Interior acordó invitar a un representante del SIAPA “para desarrollar un estudio integral referente a la contaminación del río Santiago” y también se analizó la posibilidad de solicitar a la Universidad de Guadalajara “un estudio sobre mortandad y morbilidad”.
La otra es el 30 de julio, a la cual acudió Samuel González Márquez –hermano del gobernador Emilio González– en su calidad de encargado de saneamiento del SIAPA; también estuvo presente el diputado panista Arturo Gutiérrez Tejeda, titular de la Comisión de Asuntos Hidráulicos, así como representantes de las dependencias ya señaladas. Entre otros acuerdos tomados ese día, el Ayuntamiento de Juanacatlán solicitaría al Colegio Jalisciense de Salud Pública el famoso estudio de mortalidad y morbilidad, y se definió que ese mismo municipio y el de El Salto harían lo mismo a la UdeG.
Todo eso estaba decidido desde entonces, pero no se aplicó hasta que inició el mes de febrero y sólo cuando se hizo pública la noticia de que Miguel Angel había caído al río, se dio un golpe en la cabeza y tragó las contaminadas aguas, lo que le provocó una septicemia que devino en convulsiones, coma y muerte, el 13 de este mes.
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