13.2.08

Un grupo de expertos de la SSJ dio a conocer los resultados de los análisis a Miguel Angel López

Tiene entre cuatro y 10 veces más del límite en una persona, informó Enrique Rábago
Elevados niveles de arsénico en el cuerpo de Miguel Angel, confirmó el HGO

Sólo este metal puede provocar un cuadro clínico como el del niño, afirmó la toxicóloga Luz María Cueto

MAURICIO FERRER 13/02/08 La Jornada


Miguel Angel López Rocha, el pequeño de ocho años que a fialnes de enero pasado cayó al río Santiago y que desde el 27 de ese mes permanece en estado de coma, tiene entre 4 y 10 veces más de lo tolerado de arsénico en su cuerpo, revelaron los estudios que el Hospital General de Occidente (HGO) le practicó al menor y que ayer dieron a conocer las autoridades de este nosocomio junto con las de la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ).

En los exámenes de orina que se le hicieron al niño “se tiene, en el parámetro arsénico, un resultado de 51, con un valor normal de 5 a 12, por lo que tenemos un valor elevado de arsénico”, reveló ayer el director del HGO, Enrique Rábago Solorio.

Arsénico. Fue la palabra que predominó ayer en la rueda de prensa que ofreció la SSJ para dar a conocer los resultados de los exámenes practicados en sangre y orina al menor, quien llegó al HGO el pasado 26 de enero “con un cuadro donde se refiere, a diarrea, de 15 horas de evolución muy aguda; un vómito de 15 horas de evolución; alucinaciones, fiebre, con alteraciones del estado de conciencia”, según una breve reseña de la jefa de pediatría de este hospital, María Teresa Guadalupe Martínez.

Resumió: “llega con alteraciones del estado mental y en pocas horas va bajando su estado de conciencia y cae en estado de coma”.

Desde el pasado 29 de enero, una solicitud de encefalograma para el menor –de la cual La Jornada Jalisco posee una copia– delató que se le hizo dicho estudio por “intoxicación por metales pesados”.

De acuerdo con los directivos del HGO, el proceso para obtener los resultados “más fidedignos” fue de 10 días. De ahí que, “hoy (ayer) venimos a decirles los resultados con la fecha de recepción (11 de febrero de 2008); en ningún momento se trató de ocultarlos”, aseguró ayer Rábago Solorio.

En la sangre de Miguel Angel no se detectó arsénico, ni cianuro. El cobre hizo su aparición con un 93.3. El valor de referencia en este metal es de 80 a 160, es decir, “dentro de los valores normales”, según Rábago Solorio. Y el zinc, según el galeno, también dentro de lo normal, 118 microgramos, cuando los valores de referencia oscilan entre 50 y 120.

Estos resultados se obtuvieron a los 10 días de internamiento del pequeño, según Rábago Solorio. No se dieron a conocer porque se tenían que esperar a los exámenes de orina, “que son el principal medio de excreción de estos resultados”.

Orina: cadmio, en niveles normales; cromo, muy por debajo del rango; plomo, menor. Luego, el parámetro arsénico, de los estudios que se enviaron a hacer a un laboratorio de la ciudad de México y a otro en Texas, Estados Unidos.

Arsénico: 51, en una fluctuación de valores entre 5 y 12, reconoció Enrique Rábago Solorio.

“Ante este valor tomamos arsénico en orina y lo enviamos a otro laboratorio, con días de diferencia, y el arsénico en otro laboratorio de Estados Unidos no fue detectable; sin embargo, tenemos una prueba positiva donde tenemos arsénico en la orina”, declaró un segundo después el galeno.

Luz María Cueto Sánchez, fundadora del Colegio de Toxicología de Jalisco, dio la interpretación final: “esta criatura presenta un cuadro clínico que, por estas características que estoy dando, clínicas y que constan en el expediente clínico del hospital, corresponden a un cuadro de intoxicación aguda por arsénico… sobreaguda y por vía gastrointestinal, porque el arsénico puede entrar por otras vías pero en este caso, la forma gastrointestinal es correspondiente a una vía oral”.

Con 20 años de especialidad en el ámbito de la toxicología clínica, industrial y ambiental, Cueto Sánchez añadió: “(Miguel Angel) fue tratado entonces en una forma adecuada con electrolitos y agregaron un esquema quelante porque, sospechan médicamente, de un cuadro de intoxicación”.

El quelante que le suministraron por un periodo de 10 días al niño “es lo correcto y, pasados los siete días, recibo yo una muestra para analizarla en arsénico: entonces resulta 51 microgramos por litro, lo cual está arriba del límite que nuestro laboratorio tiene como normal”, según la especialista.

La experiencia de la toxicóloga es que los niveles no sobrepasan los 12 microgramos en personas no expuestas en su trabajo, lo que se califica como normal.

Otros elementos llevaron a Cueto a definir “intoxicación por arsénico” en Miguel Angel: “el cuadro clínico nos dice que es una intoxicación por arsénico; además, el niño tuvo una respuesta adecuada al tratamiento quelante. Por lo tanto, tenemos tres elementos: un cuadro clínico compatible, el elemento identificado en la orina (arsénico) y una respuesta correcta a un tratamiento médico”.

Cueto concluyó: “de todos los metales que tenemos en el medio social e industrial, sólo el arsénico puede causar este cuadro clínico”.

–¿Cómo llegó el arsénico al cuerpo del menor? ¿Hay productos en casa que posean este elemento?

–Hasta ahora, que yo sepa, no. Los productos agroquímicos regulados en México, como raticidas, herbicidas, han dejado el arsénico atrás, están regulados por la Cofepris, señaló Cueto.

–¿Dónde se usa el arsénico?

–En la industria de la curtiduría de pieles, el templado de vidrios, metales, son los usos generales, según la especialista.

Por las características del arsénico, basta de tres a seis horas para caer en un cuadro como el que presentó Miguel Angel a finales de enero. “No pudo ser una semana antes”, dijo la doctora.

“Este es un caso único, de intoxicación aguda, por lo tanto nosotros como dependencia reiteramos que seguiremos en la búsqueda de casos”, declaró el jefe de Salud Pública de la SSJ, Salvador García Uvence.

–¿Fue el río la causa por la que el niño cayó en coma?, se le preguntó.

–Nosotros no podemos decir cuál fue la causa por la cual el niño se intoxicó, es una hipótesis al respecto.

–¿Se pronunciará la SSJ para que se haga algo al respecto?

–No estamos haciendo un muestreo del río, estamos revisando y buscando casos parecidos que nos competen como Secretaría de Salud. Seguiremos en comunicación permanente con las autoridades encargadas, responsables del agua, las cuales nos estarán notificando, estudios que realicen en esa zona y en base a eso nos pronunciaremos al respecto.

Un estudio hecho en 2004, por la entonces Comisión Estatal de Agua y Saneamiento (CEAS), en conjunto con el Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI), arrojó como resultado, luego de un análisis de los sedimentos del Santiago en 14 puntos –incluyendo la cascada de El Salto y Juanacatlán– la existencia de metales pesados como el plomo, cromo, cobalto, mercurio y arsénico.

–Ya lo comentaba la doctora Cueto, fue por vía gastrointestinal, no estuvimos al lado del niño cuando fue la ingestión, no podríamos decirles cuál fue la causa y no podemos inferir o señalar si hay una causa o señalar una circunstancia de la ingesta, expresó ayer Uvence.

–¿El río Santiago es un problema de salud pública?, se le cuestionó en repetidas ocasiones.

–El río Santiago es… a ver, otra dependencia; nosotros hacemos la vigilancia, la medicina preventiva y el control, y hacemos una actividad primordial que es la prevención de la salud… el problema de salud pública como tal, tenemos que atenernos a la población, en el momento que haya un diagnóstico que nos diga que la causa de las enfermedades es por el río Santiago, o cualquier tipo de presa, trabajaremos al respecto.

No existe un diagnóstico de la salud, aun cuando en la administración pasada de El Salto, encabezada por la panista Bertha Alicia Moreno, se le solicitó al entonces secretario de Salud, José Becerra Soto, un estudio al respecto. Nada aún.

Con los ojos cansados, el padre del menor, Raúl Luna, aseguró que solicitarán una segunda opinión médica al respecto. Que ya pidió por escrito, ante la dirección del HGO, que otros especialistas le tomen muestras de sangre y orina. Que un visitador de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDHJ) ya lo entrevistó. Y que pidió que le entreguen el expediente de su hijo.

–Dicen que no me pueden dar el expediente, puntualizó el hombre.

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