Enferma zona agrícola por aguas contaminadas
Sergio Hernández, Mural. 04-Feb-2008-
A Jesús Álvarez López, un viejo hombre de campo que trabaja sus tierras en Juanacatlán, se le murieron cinco becerros en los últimos dos meses.
No investigó a nadie, la causa es muy clara o mejor dicho, muy turbia. Son las aguas putrefactas que entrega la Comisión Nacional del Agua (Conagua), por el Canal La Aurora, para que los campesinos siembren en la zona rural ubicada en los límites de Juanacatlán y Zapotlanejo.
La cantidad de aguas negras, que va a sembradíos y abrevaderos del Módulo de Riego La Aurora, es de 9 mil millones de litros cada año, equivalentes al contenido de 450 millones de garrafones de 20 litros.
Como a don Jesús, estas aguas envenenadas provenientes del Río Santiago se le entregan a otros 271 agricultores que en total siembran mil 606 hectáreas de parcelas de maíz, trigo, avena y sorgo. El negocio de las hortalizas se acabó, usar esta agua pone en serio riesgo a la población.
"Antes aquí era un brincadero de ranas, aquí las agarraba y ahora nada, ahora viene el agua de otro color y a veces viene con olor a gasolina, a petróleo, aceite. Hay veces que echamos agua al barbecho y no nos deja siquiera zacate", lamenta don Jesús, quien a sus 80 años es el encargado de hacer producir 30 hectáreas de cultivos.
"Eso contamina el hígado del ganado que se va secando y se van muriendo. Ahorita llevo cinco becerros que se me han muerto. En las aguas no pasa eso porque toman pura agua buena".
La degradación del Río Santiago se percibió casi de manera inmediata a la creación de la zona industrial de El Salto, promovida por el Gobierno federal en 1967.
"Me acuerdo que entonces ya venía el pescaderío con la pancita para arriba por el agua, de pura química. Ya no nos los podíamos comer", lamenta el agricultor, que inicialmente se dedicaba a la pesca.
El representante regional de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Raúl Antonio Iglesias Benítez, señala que el agua del Río Santiago se puede usar, de acuerdo con su clasificación, para la agricultura en cultivos de tallo largo, donde el fruto no tiene contacto directo con el líquido.
Agregó que en la dependencia federal no están obligados a entregar a los agricultores agua de buena calidad.
"Lo que yo hago es darte el líquido de concesión, tu puedes explotar esta agua, pero si trae algún elemento que a ti no te conviene para tu proceso productivo o para abastecimiento público urbano, es tu responsabilidad quitárselo. Yo te doy la concesión por el volumen y por el uso", dijo.
En este caso, comentó que los agricultores podrían poner una pequeña planta de tratamiento antes de regar con ella.
"Una pequeña planta de tratamiento y esto no quita los trabajos que se están haciendo en toda la cuenca alta y media de esta parte del Río Santiago, para mejorar sustantivamente la calidad del agua".
El funcionario no abundó en la imposibilidad que tiene la dependencia, con sólo seis inspectores, para vigilar que las empresas no contaminen el agua de los ríos y arroyos de Jalisco.
1 comentario:
Respecto al comentario de Raul Antonio Iglesias Benitez (de conagua) que las aguas contaminadas son utilizadas para cultivos de "tallo alto" , existen cultivos de "tallo alto" (alfalfa, jitomate,calabacines y girasol) que son llamadas hiperacumuladoras por su capacidad de absorber selectivamente materias contaminantes, entonces existe el riesgo de consumir estas hortalizas contaminadas en mercados y tiendas de autoservicio, ya que NADIE verifica la procedencia de tales hoertalizas y/o su tecnica agronomica de cultivo, pudiendo ser un riesgo para la salud si fueron regadas con aguas contaminadas y consumidas por quienes ignoramos su procedencia.
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