6.4.13

EL LAGO DE CHAPALA...

El lago de Chapala: algunas reflexiones sobre su crisis

• En estas vacaciones fue evidente la escasez de agua en Chapala, que los vecinos del lago percibimos cotidianamente
El vaso lacustre actualmente se encuentra al 43.2% de su capacidad. Foto: Arturo Campos Cedillo
El vaso lacustre actualmente se encuentra al 43.2% de su capacidad. Foto: Arturo Campos Cedillo
Jaime Morales Hernández.- Para cualquier visitante que en estas vacaciones estuvo en los poblados de la ribera fue evidente la escasez de agua en el lago de Chapala, situación que los vecinos del lago percibimos cotidianamente con preocupación. El vaso lacustre se encuentra nuevamente en una situación crítica y en su edición del domingo 31 de marzo, La Jornada reportaba que el lago más grande del país ha perdido en ocho décadas la mitad de su volumen de agua y actualmente se encuentra al 42.3 % de su capacidad. El lago de Chapala es vital para la sustentabilidad de la Cuenca Lerma-Chapala-Santiago, por lo que su crisis amenaza seriamente la vida de la Zona Metropolitana Guadalajara y de amplias regiones de Jalisco.
La problemática del lago presenta una alta complejidad y tiene múltiples causas, la primera y más importante se refiere a la gestión pública de la Cuenca Lerma-Chapala-Santiago que actualmente es la más deteriorada de México. A lo largo de muchos años los niveles federal, estatal y municipal han generado desde su ineficacia e ineptitud la actual problemática. La preeminencia de intereses económicos y políticos, la improvisación, el autoritarismoy la carencia de una visión de largo plazo, han sido algunas de las características en la gestión de los organismos responsables del cuidado y conservación de este importante lago.
El manejo del agua en el área metropolitana de Guadalajara es otra causa de la crisis de Chapala, dado que a partir de una errónea perspectiva de oferta constante, el lago es considerado como un depósito inagotable de agua al servicio de las crecientes necesidades de consumo y una prueba evidente de ello es la idea de hacer un segundo acueducto. Actualmente el 60 % del agua que consume la zona metropolitana proviene del lago y no existen políticas que se planteen; por ejemplo, la conservación y manejo sustentable de la cuenca propia, la compensación por servicios ambientales y junto con otras alternativas de captación, eficiencia, ahorro y consumo de agua.
Una tercera causa es la contaminación del agua donde intervienen las descargas del río Lerma, las descargas urbanas de los pueblos de la ribera y los impactos de los fertilizantes químicos, herbicidas, insecticidas, fungicidas y otros agrotóxicos usados por la agricultura industrial y que impactan directamente en la viabilidad del lago de Chapala como un ecosistema acuático. El reciente y descontrolado crecimiento de invernaderos, especialmente en la ribera sur poniente, agudiza aún más estos impactos y genera adicionalmente la pérdida de vegetación y de vida silvestre, la alteración de los escurrimientos naturales de agua, y la alarmante disminución de los mantos freáticos contiguos al lago.
La grave situación del lago de Chapala junto con el deterioro del Bosque de la Primavera y de la Barranca de Huentitán conforman importantes tragedias ambientales generadas por un desarrollo basado en relaciones desiguales e inequitativas entre la ciudad y sus entornos naturales. El lago de Chapala es parte de nuestro patrimonio natural y cultural y por ello, a lo largo del tiempo han nacido diferentes organizaciones sociales muy diversas con participación de habitantes ribereños, ecologistas, pescadores, agricultores y académicos, y que luchan por defender y construir un manejo sustentable del lago.
Estas organizaciones han establecido articulaciones con instancias nacionales y globales, y su labor se ha reflejado en importantes logros. Un ejemplo de ello es la inclusión del lago en la convención internacional Ramsar, que reconoce al lago de Chapala como un humedal y entorno acuático único e irrepetible en el mundo y demanda su cuidado y conservación. En todo el mundo crecen las experiencias que muestran cómo ante la gravedad de los conflictos ambientales, los movimientos sociales desempeñan un papel fundamental en la presión hacia las autoridades. Así, ante la crisis de nuestro lago es una tarea urgente participar con ellos y acompañar sus esfuerzos para garantizar a las próximas generaciones la existencia del lago de Chapala.

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