7.2.11

Segundo acueducto disminuirá seis centímetros al año al Lago de Chapala

La cuota de extracción al Lago de Chapala autorizada por la Conagua es de 240 millones de metros cúbicos anuales. A. GARCÍA

  • La Conagua justifica la construcción

Actualmente el ducto de traslado que está en operación extrae alrededor de 180 millones de metros cúbicos de agua

GUADALAJARA, JALISCO (07/FEB/2011).- La eventual puesta en marcha del segundo acueducto Guadalajara-Chapala, que el Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) ha expuesto como el proyecto que permitirá aprovechar el total del líquido que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) autorizó extraer al Lago de Chapala, cuenta con el visto bueno de la instancia federal.

El primer ducto de traslado permite la extracción anual de entre 175 y 180 millones de metros cúbicos, que representan 60% del líquido con el que subsiste la población de la Zona Metropolitana de Guadalajara. No obstante, la Conagua tiene permitido que se le retiren 240 millones; de no cumplir con esta expectativa, el SIAPA podría perder la concesión por tal cantidad.

Ello, explicó el titular regional del organismo federal, Raúl Antonio Iglesias Benítez, traería consecuencias de consideración a una ciudad en constante crecimiento como lo es Guadalajara, que desaprovecha 60 ó 65 millones de metros cúbicos anuales.

La razón: las condiciones del acueducto original “impiden” que se extraiga la cantidad concesionada, misma que “resulta irrisoria para el vaso lacustre”, debido a la enorme masa de agua que posee.
“Si los medimos en altura, serían seis centímetros (de reducción extra anual). Es lo que significa en el espejo de Chapala, pero es también la asignación legal a la que tiene derecho la ciudad de Guadalajara”.

Actualmente, el cuerpo de agua pierde entre 20 y 22 centímetros al año, sólo para proveer agua a los municipios adheridos al SIAPA. Con la puesta en marcha del segundo acueducto, la reducción oscilaría entre 26 y 28 centímetros.

Estudios técnicos elaborados tanto por la Conagua, como por la Comisión Estatal del Agua (CEA), coinciden en que es la evaporación, y no la distribución, el fenómeno que provoca las escandalosas reducciones que han puesto al Lago de Chapala en niveles críticos, como fue el caso en los años 2001 y 2002.

“El principal problema de Chapala es su gran superficie; es un plato enorme que pierde hasta mil 500 millones de metros cúbicos (mm3) al año”.

Aún para las cuestiones hidroagrícolas o de riego, el líquido anual destinado no supera los 150 mm3. Y aun así, el delegado regional explicó que el agua evaporada también puede verse desde una óptica positiva, pues ésta eventualmente habrá de precipitarse en forma de lluvia en algún sitio, lo que beneficiará al medio ambiente.

“Si lo vemos como un contador, son pérdidas. Yo no lo vería como tal: si tenemos un sistema sano, como lo es el Lerma-Chapala, podremos seguir conservando a Chapala en un nivel bastante bueno para la zona, la ribera y la ciudad”.

PARA SABER


La construcción de la segunda línea del acueducto Guadalajara-Chapala podría iniciar en 2012 y quedar concluida a mediados de 2013. Esto permitirá que el SIAPA haga uso total de la concesión que le ha permitido la Conagua: 240 millones de metros cúbicos anuales.

Actualmente, el ducto de enlace proporciona 7.5 metros cúbicos por segundo a los residentes de la Zona Metropolitana de Guadalajara. Esto representa 60% del agua que llega a la ciudad.

La conducción alterna para la metrópoli, que únicamente puede usarse bajo medidas de emergencia, nace en el Río Santiago, pasa por el canal de Atequiza hasta llegar al de Las Pintas, y finalmente llega a las plantas potabilizadoras.

En caso de que el temporal de lluvias beneficie en demasía al Lago de Chapala, los 236 millones 520 mil metros cúbicos que se pretende extraerle al año con los dos acueductos en funcionamiento representarían sólo 2.99% de un volumen máximo de siete mil 987 millones de metros cúbicos, con lo que no se superaría los 240 millones de metros cúbicos que la Conagua estableció como máximo en la sustracción de agua.

En contraparte, si las lluvias disminuyen y el nivel del lago llega a los 952 millones de metros cúbicos (lo que ocurrió en 1955), este porcentaje aumentaría a 24.84%; si el panorama continúa siendo el mismo por cuatro años seguidos (1948-1951), el vaso lacustre más grande del país podría convertirse en un espejismo y el resto de las fuentes de abastecimiento deberían ser explotadas al máximo.

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