4.2.11

Se convirtió en una instancia opaca y distante, señalan

El Cepad repueba a la CEDHJ como defensora de la sociedad

Piden al Congreso determinar si Álvarez Cibrián debe permanecer en el cargo

ANALY S. NUÑO

José Manuel Salcedo, Jade Ramírez, Francisco Macías, Nora Lorenzana y Carlos Peralta durante la presentación del informe sobre los derechos humanos en Jalisco del Cepad
José Manuel Salcedo, Jade Ramírez, Francisco Macías, Nora Lorenzana y Carlos Peralta durante la presentación del informe sobre los derechos humanos en Jalisco del Cepad Foto: FOTO HÉCTOR JESÚS HERNÁNDEZ

El 2010 es un año que ratifica que en Jalisco se vive una situación crítica en torno a los derechos humanos, aseguró Francisco Macías Medina, titular de la dirección ejecutiva del Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (Cepad), al presentar el informe sobre la situación de los derechos humanos en Jalisco, en el que se advierte que los menores de edad, la violencia de género y los casos relacionados con la seguridad, además de las agresiones contra periodistas, son los sectores más afectados.

Durante la presentación del documento, Macías Medina reprobó el trabajo de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDHJ) y por consiguiente el de su titular, Felipe de Jesús Álvarez Cibrián, ya que considera el organismo se ha convertido en una instancia opaca y distante de la sociedad, pues sus actuaciones han marcado un retroceso que exhibe la ausencia de mecanismos eficaces al servicio de los habitantes.

“En Jalisco existe una crisis en los derechos humanos provocada sobre todo por las instancias públicas, siendo el elemento más crítico en este escenario la crisis de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, que está perdida ante intereses políticos ajenos a su función, con un posicionamiento de defensa distante de la sociedad, con un alto contenido de improvisación, sin rendir cuentas, opaca y peor aún, con una defensa ortodoxa y mediática que nada sirve al escenario actual”, señaló.

Y cuestionó: “¿De qué sirve contar con un organismo que se ha convertido en una agencia de colocaciones y de aumento de ingresos para su jerarquía? ¿es útil que se repare el daño a las víctimas si esto se hace solamente en términos monetarios, pero no en un incremento de dignidad o en la modificación de aquellas prácticas que ocasionan las violaciones? ¿Para qué sirve una Comisión que concluye quejas sin haberlas investigado, como en el caso del asco del gobernador?”

Tras los señalamientos, la Cepad lanzó un exhorto a los legisladores: “ante este escenario el Congreso del Estado tiene la gran responsabilidad de decidir si mantiene en el cargo al presidente de la CEDHJ, que en caso de no hacerlo, sería también corresponsable de las graves omisiones que se están suscitando en dicho organismo”.

El documento presentado por el Cepad está integrado por 15 textos que el organismo trabajó en conjunto con organizaciones civiles, periodistas, grupos vulnerables, pueblos índigenas y la sociedad civil, quienes trabajan desde distintos ámbitos y con distintas perspectivas por el reconocimiento de los derechos humanos.

En este contexto, los temas que destacan son: la criminalización de la protesta social, tema que desarrollan los trabajadores de telesecundarias de Jalisco, la situación que vive la comunidad indígena wixárika frente a la contaminación, despojo y mercantilización del agua que se encuentra dentro de su territorio, además de las agresiones en contra de periodistas y personas que ejercen el derecho a la libertad de expresión.

Entre otros casos que se abordan en el informe se encuentran la situación de los ciclistas y la ausencia de políticas públicas que aseguren el derecho a la seguridad e integridad en torno a la movilidad no motorizada, las negligencias médicas que han afectado a menores de edad y el Operativo Rescate que llevó a cabo el ayuntamiento de Guadalajara.

Finalmente, también se integra una evaluación de la actuación de la CEDHJ 2009-2010 y un análisis de la tortura en Jalisco.

Por su parte, el ombudsman jalisciense no quizo reconocer la labor del organismo y señaló que prefiere esperar a emitir su informe anual de actividades 2010, documento en el que “sí habrá datos precisos y ciertos”.

“Yo respeto, no vamos a invertir tiempo tan valioso que tenemos para atender a elementos o señalamientos sin fundamento y sin datos basados en una realidad, mejor me quedo con las más de 200 organizaciones defensoras de derechos humanos con las que la Comisión trabaja a diario”.

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