10.2.11

Informe sobre los derechos humanos en Jalisco, 2010

El Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (CEPAD) presentó la semana pasada su cuarto informe “sobre la situación de los derechos humanos en Jalisco, 2010”. Esta cuarta entrega tiene dos partes y una introducción. El documento abre con el propio balance que hace esta organización sobre lo acontecido en esta materia en la entidad, la primera parte, que es la más extensa, recupera ocho artículos que en su conjunto muestras distintas dinámicas sociales donde se hace patente la falta de vigencia de los derechos humanos en el estado. La segunda parte tiene dos artículos que habla de los escenarios y prospectivas de los derechos humanos en Jalisco.

En el apartado introductorio se puede leer un texto que resume el estado de las cosas en la entidad en materia de derechos humanos: “El 2010 para Jalisco fue un año que permite comprobar una y otra vez, que se trata de una entidad que tiene niveles preocupantes de violaciones a los derechos humanos que afectan a pueblos indígenas, mujeres, niños y niñas, comunidades que buscan mejores condiciones de vida, salud, medios ambiente, trabajo, que requieren vivienda digna, agua potable; defensores y defensoras o periodistas que viven con riesgo de su seguridad e integridad; personas que han perdido la vida afectadas por la violencia cotidiana y otras muchas más que ven en la protesta una forma de exigir aquello que la autoridad ha decidido hacer invisible”.

Se hace luego un recuento de los agravios a la sociedad de Jalisco en cuanto al respeto a los derechos humanos. Se menciona cómo el derecho a la igualdad y la no discriminación se vio mermado por al actuar de varios personajes públicos y políticos, que con la pretensión de mantener una sola forma “correcta” de vivir y tratar de imponer una moral particular como pública, pasan por arriba de los derechos de muchas personas que no comparten su visión y su manera de ver la vida.

Los pueblos indígenas de Jalisco también sufrieron la vejación de sus derechos. Por ejemplo un grupo de indígenas wixárika fueron agredidos sin razón por policias municipales de Huejuquilla El Alto, so pretexto de las “nuevas políticas de seguridad” en aquella región del estado y el pueblo coca de Mezcala sigue reclamado al Instituto Nacional de Antropología e Historia, a la Secretaría de Cultura de Jalisco y al ayuntamiento de Poncitlán, que les tomen su parecer al respecto de la remodelación de la Isla del Presidio, que es considerada como parte de su patrimonio como pueblo originario.

En lo que respecta a los derechos de las mujeres, el CEPAD plantea que la situación es preocupante, ya que el estado se ubica en el tercer lugar entre las entidades con mayor cantidad de feminicidios, y ante la petición de grupos feministas de declarar una alerta de género en el estado, la respuesta gubernamental ha sido de minimizar el problema y atribuirlo a la inseguridad pública que priva en la entidad.

También se toca cómo el respeto al derecho a un medio ambiente sano, se ve vulnerado a propósito de las continuas amenazas de construcción de desarrolladores inmobiliarios en el bosque El Nixticuil, con apoyo de autoridades de Zapopan, a pesar de ser una zona natural protegida. El tema de los derechos de la infancia tampoco es halagador. En el balance del CEPAD se hace una dura crítica al ayuntamiento de Guadalajara, al considerar que los operativos “rescate” que pretedían atacar el problema de la explotación sexual infantil, terminaron siendo violatorios a los derechos humanos de mujeres en situación de vulnerabilidad, y que ninguna niña o niño fueron rescatados en tales operativos, que se convirtieron más en un show mediático, que en una medida efectiva para erradicar ese problema.

También se recupera la grave situación de la trata de personas, y nos recuerdan cómo policías del ayuntamiento de Tlajomulco, aprehendieron a varios adultos abusando de jóvenes menores de edad, los cuales fueron entregados a la autoridades correspondientes, que consignaron a estas personas por el delito de robo, ya que había una relación de “noviazgo” entre adultos y adolescentes, que hacía imposible sancionar penalmente a estas personas, a pesar de los reclamos del alcalde de aquella demarcación.

Esta organización defensora de los derechos humanos, incorpora en su evaluación el siguiente texto en referencia a la actuación de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ): “Quizás el elemento más crítico y que refleja en mayor medida esta debacle, es la crisis de la propia Comisión Estatal de Derechos Humanos, perdida entre intereses políticos ajenos a su función, con un posicionamiento de defensa distante de la gran mayoría de la sociedad, que difícilmente rinde cuentas y peor aún, con una fórmula de defensa ortodoxa y mediática que muy poco sirve al escenario actual”.

El informe es digno de ser leído en su totalidad, ya que proporciona una vision panorámica sobre el estado que guardan los derechos humanos en Jalisco. Como decía al principio, este es el cuarto informe del CEPAD y con ello se consolida un ejercicio que desde la ciudadanía, nos va mostrado el derrotero de los derechos humanos en la entidad. En estos cuatro años no se han visto avances sustantivos y más bien se incrementan las violaciones a los derechos, se reafirman el desdén gubernamental ante el tema y se comprueba una vez más que la instancia pública que debería buscar garantizar los derechos de todas y todos los jaliscienses, deja mucho que desear en su actuación. Parece que terminaremos este sexenio con estas tendencias y el escenario apunta a que tendremos seis años perdidos en cuanto al cumplimiento de los derechos humanos en Jalisco. Enhorabuena al CEPAD y a los autores de los artículos contenidos en este valioso documento, que nos muestran una realidad ante la que no podemos hacer oídos sordos.

jerqmex@hotmail.com

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