El sistema financiero capitalista no fue creado para el beneficio de los países ni menos de sus pueblos, sino para negociantes y aventureros, no para hacer políticas económicas para el crecimiento y el desarrollo integral de las naciones.
La crisis financiera se hace mundial.
Junto con el FMI, el Banco Mundial y sus hijos menores en los continentes, mecanismos de integración se creó el sistema de la Banca Internacional. El FMI hizo su "Manual de Balanzas de Pagos", que guía, mejor dicho obliga, a los bancos centrales de los países miembros y no miembros a llevar sus cuentas de acuerdo con lo ordenado por ese organismo financiero, subsidiario de la ONU. El FMI cuenta con 23 ó 24 gobernadores que conforman un Comité Monetario y Financiero Mundial, su director por acuerdo siempre será un europeo y el subdirector un estadounidense, que dirigen un Directorio Ejecutivo. En compensación el Director del Banco Mundial siempre será un estadounidense y el subdirector un europeo. Para percibir la magnitud de la crisis actual, las cuotas que tiene depositada el FMI en los bancos afiliados redondean 350 mil millones de dólares, un tercio de los auxilios que ha solicitado Bush para sus amigos banqueros. Es decir, ni queriendo el FMI podría auxiliar a su gran accionista. La estructura organizacional del Banco Mundial es exactamente igual a la del Fondo Monetario Internacional, por ello son llamados "hermanos gemelos".
Banca Internacional.
Los hermanos gemelos hicieron las reglas para la Banca Internacional, para quienes también hicieron un "abc" de operaciones. La banca internacional se interrelaciona completamente. Un banco internacional tiene filiales o sucursales en varios continentes, hace grandes créditos internacionales y recibe depósitos en divisas. Por lo general, los bancos centrales además de colocar reservas en el Banco Internacional de Pagos de Basilea, también depositan en banco internacionales o colocan en ellos bonos internacionales o euro bonos. Esto crea una inevitable conexión entre todo el sistema financiero mundial, puesto que los propios bancos nacionales terminan haciendo convenios de asociación con los bancos internacionales para hacer sus negocios internacionales o los servicios a sus clientes, como transferencias internacionales, uso de tarjetas de créditos, cartas de créditos, cobranzas o compras en el exterior.
Deuda Externa y Banca Internacional.
La mayor parte de la deuda externa de los países ha sido contraída con la Banca Internacional, en suma superiores al noventa por ciento, el FMI, es principalmente garante. La banca internacional enamoró con atractivos créditos a los países productores de petróleo y materia prima, y le prestó el propio dinero que ellos depositaban en sus arcas, causando una espiral de la cual aún no salen los deudores. Esto sencillamente indica que la mayoría de los países del Sur se verán afectados por la crisis financiera, en especial aquellos que solicitan créditos a la voraz banca internacional. Por el lado de los que depositaron sus dineros, se verán aún más afectados debido a que muchos de estos bancos han ido a la quiebra y por tanto no tienen capacidad de regresar los enormes depósitos a muchos bancos nacionales que colocaron dineros en esas instituciones. Por supuesto, particulares que han colocado dinero bien o mal habidos también estarán en gran tensión, como por ejemplo los banqueros prófugos de Venezuela a quienes Petkof y Caldera obsequiaron unos quince mil millones de dólares en 1993 – 1994.
Mercado de Capitales.
Como parte del sistema financiero internacional, las bolsas de valores del mundo, reciben y ofertan acciones, paquetes crediticio que hacen circular en un sistema que se extiende por todos los continentes, principalmente en Europa, Asia Pacífico, y las grandes bolsas de Suramérica, principalmente las de Brasil. Pero la llamada globalización financiera puso al alcance de la voracidad capitalista el mundo accionario, cuyos vaivenes son capaces de causar crisis nacionales e internacionales.
Transnacionales.
Toda la vida de los países ha venido siendo inundada por ellas: artefactos electrodomésticos, de oficina, automóviles, cadenas de ventas. La mayoría opera desde EEUU, Europa y Japón, sus depósitos monetarios están en la banca internacional, por lo que podían sufrir incalculables pérdidas que se trasladarían a todas sus filiales y clientes. La crisis acecha, el capitalismo es una inmensa telaraña con una tarántula que envenena y devora. Aquellos países que no han dado brazadas para salir de allí, y pasar a otro modo de producción, a otro sistema, como el socialista, sufrirán más la catástrofe.
La hora del Sur.
De nuevo, queda demostrado que el sistema financiero capitalista no fue creado para el beneficio de los países ni menos de sus pueblos, sino para negociantes y aventureros, no para hacer políticas económicas para el crecimiento y el desarrollo integral de las naciones. Esta es la hora de inflar las alternativas, en esencia lógicas como las de que los países del Sur tengan sus propias instituciones económicas para invertir en el desarrollo del Sur. Bancos para el desarrollo integral de los pueblos y no para el enriquecimiento de minorías apátridas. Con nuevas reglas y mayores compromisos de solidaridad. Solo el Sur salva al Sur.
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