3.3.10

Fundado, el temor de que las trasnacionales se apoderen del mercado, dice experto

Limitada inclusión de científicos mexicanos en biotecnologías

México cometería un error si desdeña opciones tecnológicas para el cultivo de maíz: Cibiogem

ANGÉLICA ENCISO

Continúa la conferencia de la FAO sobre biotecnologías en  agricultura
Continúa la conferencia de la FAO sobre biotecnologías en agricultura Foto: FOTO ARTURO CAMPOS CEDILLO

A casi una década de que se detectó la contaminación de las siembras tradicionales en Oaxaca con desarrollos transgénicos, no se han visto consecuencias de ello, y aunque México es la cuna del maíz, se deben considerar las opciones tecnológicas para asegurar la existencia del grano por más tiempo, señaló Ariel Álvarez, secretario ejecutivo de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem).

Entrevistado en un receso de la Conferencia técnica internacional sobre biotecnologías agrícolas en los países en desarrollo organizada por la FAO, el experto dijo que entre distintos sectores existe el temor a que las transnacionales de la biotecnología se apoderen de este mercado, pero la legislación mexicana es muy restrictiva y ha limitado la participación de científicos nacionales.

En relación con el “afán” de cultivar maíz transgénico, hasta ahora autorizado en fase experimental, sostuvo que se habla mucho de ello, pero como cuna del maíz (hay 62 razas conocidas de este alimento en el país) también “tenemos que ver las diferentes opciones para, en un momento dado, asegurar que tengamos ese maíz por mucho más tiempo”.

El responsable de la Cibiogem, encargada de establecer las políticas relativas a la seguridad de la biotecnología respecto al uso de los organismos genéticamente modificados, se preguntó si esto no puede ser una opción, “por que, por ejemplo, cuando se introdujeron los hibridos hace 50 años, ocurrió el mismo debate. Se dijo que se acabarían los criollos”.

Ahora, abundó, “se habla de contaminación, ésta tiene connotaciones muy negativas, quisiera saber ¿desde cuándo podemos podemos hablar de esa contaminación, entre comillas, de transgenes en maíz? Fue 2001 cuando se detectó en la sierra de Oaxaca, ¿dónde están las consecuencias?” .

Ante la pregunta de si recientemente se han hecho estudios científicos en las siembras de criollos para conocer si tienen contaminaciópn, respondió que “transgenes los podemos encontrar, no vamos saber si se acaban de introducir o no. No hemos visto consecuencias. El flujo genico per se no constituye un riesgo”.

Asentó que “si me dicen ‘es que no debe haber un gen’. Entonces lo podemos debatir, si es una cuestión biológica o de principios. Pero no hemos visto ninguna consecuencia. Nos estamos cerrando a la posibilidad de que esta tecnología, en un momento dado, nos pueda ayuda a mejorar esos criollos”.

Dijo que si se encuentran transgenes en los maíces criollos y estos siguen manteniendo su identidad, se siguen cultivando como siempre, con las mismas propiedades, esto puede ser un indicativo. Explicó que se podrían poner genes en los granos criollos y resolver problemas sociales de los productores. "Si se decide que México no debe tener maíces transgénicos que sea con bases sólidas, bases científicas, no porque no debe de haber. La idea es generar conocimiento para la toma de decisiones”.

–¿Qué tiene que pasar para saber que hay un efecto negativo?

“Tendríamos que ver realmente si hay una alteración tal en el genoma de los criollos que cambian las características, que el productor ya no reconoce su maíz, que los hace más susceptibles a una enfermedad, que la presencia de un gen está causando daños en el tecointle, que este se comporte como una maleza más invasora. Esas son las cosas que tenemos que averiguar, pero no cerrarnos a la posibilidad de poder, inclusive con esta tecnología, mejorar los criollos”.

Puntualizó que los interesados en comprar los maíces de las grandes compañías son los agricultores comerciales que siempre han adquirido híbridos y que año con año han pagado la semilla, “Los pequeños productores que no han sembrado híbridos no los van a comprar tampoco, seguirán sembrando sus materiales, los criollos, nadie les va a imponer la siembra de transgénicos”.

Álvarez añadió que se estableció un marco regulatorio y una empresa lo utilizó para hacer pruebas, y esto es porque se permite a cualquier institución probar, “tenemos papayas transgénicas, tolerantes a virus; maíz tolerante a sequía y aluminio; frijol tolerante a sequía. Esto debe ser nuestra prioridad y sumar herramientas a la producción. No se va a imponer, queremos establecer condiciones para que la tecnología sea evaluada en México, para con nuestro conocimiento tomar las decisiones”.

En el segundo día de trabajos de la conferencia se reiteró el llamado a las naciones para que establezcan regulaciones adecuadas, destinen recursos a la investigación y desarrollo y definan las biotecnologías adecuadas para sus países. Participan representantes de países de Africa, Asia y América Latina y el Caribe.

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