Se evitaría que se queden sin uso por falta de recursos, dice

César Coll insiste en que la CEA tome el control de las 63 plantas en mal estado

REDACCIÓN

Durante el acto de entrega de certificados ISO a la Comisión Estatal del Agua (CEA) por cumplir los estándares internacionales del Sistema de Gestión de Calidad en plantas de tratamiento, el titular del organismo, César Coll Carabias, insistió sobre la pretensión de que las 63 plantas en mal estado que hay en diferentes municipios del estado, pasen a control y sean operadas por la CEA.

El funcionario afirmó que la medida sería temporal, pues existen municipios que por el mal estado en que se encuentran las plantas o bien por la falta de recursos para pagar el consumo de energía eléctrica, no las operan, por lo que las instalaciones permanecen ociosas y el agua sin tratamiento se sigue vertiendo y contaminando cuerpos de agua.

Una vez que cualquier municipio quisiera retomar el control administrativo y operativo de las plantas, según Coll Carabias, se le reintegraría para que lo hiciera, pues el objetivo central es lograr que se trate la mayor cantidad de aguas residuales en Jalisco, si bien reconoció que municipios con menos de 10 mil habitantes justo por su escaso presupuesto podrían delegar definitivamente esta obligación a la Comisión Estatal del Agua.

Explicó que además si el gobierno estatal está a cargo de las plantas, recibirá en cada una 50 centavos por metro cúbico de agua tratada, lo que implicaría que de los fondos estatales se pagaría apenas el 20 por ciento del costo real del proceso, por lo que instó a los diputados locales a legislar en la materia para desahogar las finanzas municipales y a la vez lograr un saneamiento menos oneroso para el estado.

Coll Carabias también dijo que tras lograr la certificación de 19 plantas tratadoras en la ribera de Chapala, no sólo se garantiza que al lago se verterá agua sin contaminar, sino que los procesos propios de dichas plantas mostraron ser eficientes y seguros en sus procesos, con bajo ruido para beneplácito de los vecinos quienes tampoco padecen ya los olores fétidos relacionados con estas plantas.

Señaló que ahora se buscará sustituir el gas cloro que se utiliza en la desinfección del agua, debido a la alta peligrosidad que implica su almacenaje dentro de las plantas con tanques de al menos 900 kilos.