Las principales consignas fueron contra Emilio, Felipe Calderón, la CEA y Conagua
La Caravana Agua y Paz llegó al Centro con mensajes de repudio a la presa El Zapotillo
Los manifestantes hicieron escala en el consulado de Brasil para protestar contra la represa Belo Monte
La Caravana Agua y Paz para Todos y para Siempre que inició el domingo por la mañana en el poblado de Temacapulín para exigir la cancelación de la presa El Zapotillo terminó ayer en las puertas del Palacio de Gobierno con la lectura de una carta del poeta Javier Sicilia enviada al movimiento de resistencia que encabezan habitantes, organizaciones no gubernamentales (ONG) y colectivos ciudadanos.
“En esta oscuridad la esperanza se dibuja en nuestros pasos de caravana, ahora la Caravana Paz y Agua en Jalisco, en los minutos de silencio colectivo con los que recordamos a nuestros seres queridos, en los besos y abrazos que nos damos, en las grullas por la paz que se construyen de distintas manos en distintos países, en cada vez que repetimos que queremos la paz. No nos dejen, como tampoco nosotras y nosotros les dejamos, sólo así podemos volver a recuperar el amor y la justicia que nos han arrancado”, dice un fragmento de la misiva que el poeta les escribió el 19 de agosto desde París, Francia.
La ausencia del escritor no pasó inadvertida, incluso para miembros del contingente de automóviles que iba en la caravana. Entre el montón de consignas que entonaron se escucharon algunas con dedicatoria especial para el poeta.
“¡Ni besos, ni abrazos, a puros chingadazos!”… “¡Ni besos, ni abrazos, a puros chingadazos!”…, gritaron en clara alusión a las formas que emplea Sicilia en sus encuentros con personajes de la política.
No obstante, las que más sonaron iban directo para el gobernador del estado, Emilio González Márquez, y el presidente de la república, Felipe Calderón Hinojosa.
“¡Emilito, Emilito, dónde estás, dónde estás… chingas a tu madre, chingas a tu madre, donde estés, donde estés!”, fue la más aclamada de las consignas.
La noche del domingo pernoctaron en la preparatoria regional del municipio de El Salto, –después de haber recorrido los municipios de Cañadas de Obregón, Valle de Guadalupe, Pegueros, Tepatitlán y Zapotlanejo– y ayer por la mañana continuaron la caravana hasta el centro de Guadalajara. Arribaron primero a la glorieta de los Niños Héroes y de ahí se trasladaron al consulado de Brasil, donde se leyó un manifiesto de apoyo a las poblaciones que serán desplazadas por la represa hidroeléctrica de Belo Monte.
“Para alimentar el motor de Belo Monte, hasta un 80 por ciento del río Xingu será desviado de su curso original, provocando una sequía permanente en un área del río conocida como Volta Grande, conduciendo a una crisis de derechos humanos cuando los pueblos jurunas yarara sean forzados a abandonar sus territorios ancestrales”, explicó Claudia Gómez del Colectivo Coa.
La caravana transitó por avenida Chapultepec, Hidalgo, y parte de Vallarta. En los parabrisas de los vehículos había más protestas contra el mandatario, la Comisión Estatal del Agua (CEA) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua). En la parte trasera de una camioneta resaltó una imagen de la Virgen de Guadalupe.
En el trayecto se incorporaron más personas y personajes atípicos, entre ellos un predicador de la palabra de Dios que no dejaba de dar vueltas a bordo de su bicicleta y gritaba un revoltijo de ideas relacionadas con la condenación, el infierno y el fin del mundo.
Se sumaron artistas plásticos que simpatizan con la causa, como Jorge Salazar, Miguel Ángel López Medina, Carlos Rodarte, Mauricio Rangel, Gabrielle Villavicencio y una mujer que traía en su cuaderno de notas un poema que compuso al poblado.
“Yo ya me metí completamente a Temacapulín y por fin supe lo que es que la naturaleza te haga el amor. No podemos permitir que una cosa tan atroz se lleve a cabo”, comentó.
Hicieron presencia también miembros del Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad de Guadalajara (STAUdeG), y ya en las puertas del Palacio de Gobierno aparecieron los diputados del PRD en el Congreso del Estado, Raúl Vargas López y Araceli Gómez.
Frente al grupo de policías que atrincheró el acceso, tomaron la palabra activistas y habitantes del pueblo en riesgo de ser inundado.
“Emilio no entiende al pueblo, Emilio se esconde de las necesidades del pueblo, la realidad no la quiere ver, tiene miedo. Emilio es un cobarde, lástima que sea alteño como los de Temaca”, asestó Íñiguez.
“Ahorita el gobernador ha caído en el cinismo y la hipocresía de todavía candidatearse a la presidencia de la república. Eso es algo ya para nosotros vergonzoso. El señor Emilio González Márquez no se ha dado cuenta que es un payaso y quiere montar un circo con los Panamericanos. Nos tiene ofendidos a todos los jaliscienses”, le siguió Raúl Muñoz Delgadillo, representante del Comité de Defensa Ambiental de El Salto.
“No somos criminales, no venimos a matarlo, queremos hablar con él”, demandó Abigail Agredano, residente del pueblo.
Guadalupe Espinosa Sauceda, representante legal de los afectados cerró con un comunicado en el que ponderó la resistencia del pueblo y se refirió a aquellas obras hidráulicas que al día de hoy no tienen funcionalidad como presas, acueductos y desarrollos inmobiliarios sobre manantiales de agua.
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