2.3.10

La solución, técnicas agroecológicas basadas en la biodiversidad

Los transgénicos no resolverán el hambre y el cambio climático: investigadores

JORGE COVARRUBIAS

Rueda de prensa del foro alternativo Transgénicos
Rueda de prensa del foro alternativo Transgénicos Foto: FOTO HÉCTOR JESÚS HERNÁNDEZ

Los transgénicos no son, ni serán una solución para resolver el hambre y el cambio climático que azota a países tercermundistas, expusieron investigadores provenientes de distintos países, quienes participan desde ayer en el foro alternativo Transgénicos: ni Salud ni Alimento para el Mundo, el cual se realiza en oposición a la conferencia “Biotecnología Agrícola para los Países en Desarrollo” (conocida como ABDC-10) que impulsa la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

Dijeron que razones sobran para rechazar los cultivos transgénicos. Por ejemplo, de los 180 millones de hectáreas cultivadas, ninguna se destina a mitigar la hambruna, y no se conocen a ciencia cierta sus efectos en la salud.

“El potencial de estos cultivos es cero, porque la soya transgénica está dedicada fundamentalmente a la alimentación animal y a la producción de biocombustibles. Lo mismo con el maíz transgénico, el 70 por ciento es para ganado y el resto para generar etanol. Y el algodón y la canola no alimentan a nadie”, explicó el Dr. Miguel Altieri, profesor de agroecología de la Universidad de Berkely, California.

En torno a dos mesas redondas, una conferencia, un festival cultural, la exhibición de películas y un paseo ciclista, los panelistas discutirán hasta el 4 de marzo los riesgos del cultivo de semillas transgénicas.

Para el 4 de marzo, fecha en que culminarán las actividades de la FAO, activistas, campesinos y académicos se plantarán en la sede de estas conferencias, donde efectuarán una elotiza, con mazorcas naturales, como un gesto de rechazo a los alimentos genéticamente modificados.

Altieri precisó que son cinco multinacionales las que tienen el control de la producción de transgénicos, la más importante de ellas Monsanto, cuya compañía esta perdiendo fuerza a nivel internacional, y por ello buscan afianzarse en los países tercermundistas.

El académico refirió que uno de los riesgos para los cultivos tradicionales, es que las semillas modificadas genéticamente promueven monocultivos, entonces son muy vulnerables al cambio climático.

“Sí tu siembras mil hectáreas de soya transgénica y de una sola variedad, y viene una sequía, se seca todo. Pero como lo hacen los campesinos, que siembran 15 variedades de maíz en una parcela, en una sequía se le mueren 12 y le quedan 3. Entonces quien tiene mayor vulnerabilidad, por supuesto la agricultura transgénica”, comentó.

Dijo que a nivel Latinoamérica el 60 por ciento de lo que come la gente proviene de la agricultura tradicional, por lo que no es conveniente la sustitución de alimentos por unos alterados en laboratorio.

Agroecología es una solución

Altieri mencionó que una de las soluciones que los investigadores han encontrado para incrementar los cultivos tradicionales son las técnicas agroecológicas que no utilizan químicos, y se basan en la biodiversidad.

En Perú por ejemplo, explicó Ymelda Montoro de la Red de Acción en Agricultura Alternativa, dijo que se está etiquetando a los alimentos transgénicos como un derecho fundamental a la información y la libre elección, además de haberse declarado tres regiones como territorios libres de transgénicos.

“Estamos promoviendo una campaña para declarar a Perú megadiverso, orgánico y libre de transgénico”, indicó.

Dijo que a pesar de la actividad intensa en contra de los cultivos alterados genéticamente, se han detectado la presencia de semillas resistentes a herbicidas y soya transgénica en varios mercados del Perú.

Explicó que Perú y otros países andinos son origen del 30 por ciento de semillas que alimentan al mundo, a la vez que señaló que la entrada de transgénicos sería fatal para la cultura y alimentación de los pueblos indígenas.

Mark Wells, de la Alianza Sudafricana para la Moratoria a la Ingeniería Genética (SAFEAGE por sus siglas en inglés) refirió que un experimento de Monsanto en la polinización de tres variedades de maíz dejó 130 mil hectáreas de maíz sin mazorcas.

Este martes las actividades continuarán con una rueda de prensa convocada por Greenpeace a las 10 horas en el Hotel Gardet, Pedro Moreno esquina Chapultepec, y por la tarde a las 17 horas en la Casa Loyola, Lope de Vega 256, se realizará la mesa redonda Transgénicos una tecnología riesgosa.

En la noche, en punto de las 21 horas se exhibirá la cinta “Vamos al grano”, en la avenida Chapultepec esquina Libertad.

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