Jaliscienses y extranjeros se dieron cita la tarde del sábado en el Parque Revolución
Guadalajara se suma al movimiento de los indignados con una dosis de protesta local
Se decidió apoyar al plantón de ex braceros que lleva más de 40 días enfrente de Casa Jalisco
Son indignados y no son españoles; son chilangos, tapatíos, tijuanenses, oaxaqueños, guanajuatenses, wixaritaris, universitarios, deportistas, bailarinas y adultos mayores los que tomaron el espacio público para indignarse contra el sistema financiero, los banqueros, los empresarios y los políticos, a quienes culpan de arruinar la economía e impulsar proyectos que condenan a la gente a vivir en la miseria.
El Parque Revolución, conocido como Parque Rojo, podrá no ser la Puerta del Sol en Madrid, España o el Times Square de Nueva York, pero sí representa una zona clave de la ciudad para la manifestación de las ideas y el encuentro de tribus urbanas. Eso sucedió ayer cerca de las 16 horas, cuando arribaron organizaciones civiles y no gubernamentales en respuesta a un llamado que circuló a través de las redes sociales para exigir una auténtica democracia. La convocatoria se difundió en Facebook con el nombre The Global Revolution. Toma la calle GDL MX.
“Unidos en una sola voz, haremos saber a los políticos, y a las élites financieras a las que sirven, que ahora somos nosotros, la gente, quienes decidiremos nuestro futuro. No somos mercancía en manos de políticos y banqueros que no nos representan”, dice el manifiesto.
Se sumaron los de GDL en Bici, Anonymous GDL, ex braceros, pobladores de Temacapulín a los que el gobierno del estado les inició un proceso de expropiación de tierras, ex braceros que reclaman la devolución del 10 por ciento de su salario que les quitó el gobierno federal cuando trabajaron en Estados Unidos, familias desalojadas del predio de Villa Bonita en Zapopan y estudiantes extranjeros que simpatizaron con la causa. Eran franceses, españoles, australianos, ingleses y hasta chinos provenientes de Hong Kong.
“Mí no gustar capitalismo”, dijo Jeremy, estudiante asiático, en el poco español que ha aprendido.
La base del monumento a Venustiano Carranza, el promulgador de la Constitución de 1917, se atiborró de letreros, que ahí mismo escribieron los indignados.
“2011, año colateral, los muertos no pudieron venir, yo sí, “+ poesía – policía”, “votaré por mi madre, ella sí sabe mi necesidad”, “amorcracia, no más farsas”, “mi sueldo insuficiente no puede mantenerte, rata”…
El coraje y la indignación se notaban en cada uno de esos mensajes, tanto que ni todo el parque habría sido suficiente para saciar la sed de justicia. Cuando se acabó el espacio en la escultura de Carranza, un grupo de jóvenes comenzó a rayar en el suelo con tizas de colores.
En punto de las 18 horas iniciaron su asamblea para debatir qué acciones tomarán en un futuro inmediato y cerca de las 20 horas el contingente que reunió a poco más de 500 personas decidió apoyar el plantón que iniciaron hace 45 días los ex braceros en Casa Jalisco. Previamente habían acampado en la glorieta de la Minerva, símbolo de esta ciudad.
Varios de los asistentes llegaron con la máscara de Guy Fawkes que utiliza V, el protagonista de V for vendetta, quien persigue la destrucción de un estado fascista en Inglaterra. Se les recomendó que portaran cámaras y celulares para que registraran cualquier tipo de incidente, e incluso se les proporcionó una guía de seguridad para actuar en caso de que la policía intervenga y se ponga violenta.
Aunque algunas patrullas rondaron el sitio, ningún elemento se acercó a la multitud y prefirió observarla de lejos. Las agrupaciones se sentaron en el suelo y en una especie de tribuna, alrededor de 50 personas rindieron su testimonio una por una.
El de Mary Chuy, habitante de Temacapulín, fue el más aplaudido; “son seis años que tenemos de resistencia, y no nos vamos a salir”, exclamó. Un estudiante de la licenciatura en sociología de la Universidad de Guadalajara propuso asambleas semanales y de él surgió la idea de acampar junto con los ex braceros. También estaba José Manuel Ríos, el atleta paralímpico que fue suspendido de toda competencia desde el 2003 por denunciar que sus compañeros utilizaban anabólicos.
“Si me quieren sancionar de por vida del deporte que lo hagan bien con un documento, pero sí es así nada más de palabra yo creo que no se vale”, insiste el deportista que se encuentra en plantón desde el domingo pasado frente a Palacio de Gobierno.
Luego llegó Salvador Lugo, el septuagenario conocido como hombre araña por su habilidad para trepar a Palacio de Gobierno sin arnés. Apoyado en unas muletas informó que hace un mes lo atropelló cerca del cruce de avenida Hidalgo y Américas, una camioneta con placas sobrepuestas. Dice que fue un intento de asesinato.
Casi al final se hizo una breve mención a los Juegos Panamericanos, una joven se dijo preocupada por el gasto millonario en el certamen deportivo y pidió que cada uno de los asistentes exija la información por medio de la Ley de Transparencia.
“Ni siquiera hay que salir de casa para pedir eso, lo podemos hacer por Internet”, comentó.
Hoy a las 12 horas en la Plaza de Armas los indignados volverán a tomar la calle.
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