Más de 800 jóvenes mantienen vivo el movimiento estudiantil de la Normal de Atequiza
“¡Este puño no es fascista!... “¡Es marxista-leninista!”… El grito de ellos no tiene comparación con el de otro movimiento, el suyo es poderoso, combativo, resuena en los oídos, y conserva un estilo uniforme y rítmico.
Lo primero que salta a la vista es que todos son jóvenes entre los 18 y 25 años de edad, algunos de aspecto desaliñado y garboso, pero cuando se platica con ellos, se advierte una fuerte carga ideológica centralizada en la solución de problemas sociales.
Son conscientes de la reducción de matrícula, del presupuesto público y de las condiciones precarias en que los tiene el gobierno estatal. Son estudiantes de la Normal Miguel Hidalgo de Atequiza, escuela rural ubicada rumbo al municipio de Ixtlahuacán de los Membrillos.
Cada 28 de octubre conmemoran una represión que ocurrió en 1998 en contra de algunos estudiantes. Las crónicas dicen que fueron retenidos y torturados en el plantel durante 15 días. Ayer no fue la excepción, adelantaron la fecha, y al menos 800 estudiantes transitaron por la avenida 16 de Septiembre-Alcalde hasta llegar a la torre de la Secretaría de Educación, donde realizaron un mitin y exigieron el cumplimiento al pliego petitorio que entregaron el año pasado.
No todos eran de Atequiza, pero sí eran todos estudiantes de normales rurales, provenientes de Tenerías, Estado de México; Cañada Honda, Aguascalientes; Teteles Puebla, Puebla; Atequiza, Jalisco; Ayotzinapa, Guerrero y Matumaza, Chiapas.
Algunos de los chicos no quisieron ni dar su nombre, y no es para menos. El de Atequiza representa uno de los movimientos más vigilados por el gobierno del estado, y son muy recurrentes los casos de infiltrados y detenciones de universitarios. En septiembre del 2009 cuando salían de esa localidad rumbo a Guadalajara fueron interceptados por elementos antimotines que los detuvieron durante cinco horas.
Ayer no fue la excepción, gente vestida de civil tomando fotografías y video del contingente y de sus líderes apareció en los cruceros, además de una presencia discreta de la Policía Federal cuando los estudiantes arribaron a la torre de Educación. En ese lugar ofrecieron su posicionamiento con un respaldo amplio de madres de familia que fueron a quejarse porque sus hijos no ingresaron a la Normal.
Durante casi una hora bloquearon los carriles que van de norte a sur de la avenida Alcalde, y se retiraron hasta que la directora de Normales, Alejandra Javier Jacuinde, recibió el pliego de peticiones, entre las que están el incremento de la matrícula.
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