Este viernes 21 de octubre tuvo lugar la primera sesión pública del Capítulo México del Tribunal Permanente de Los Pueblos (TPP), apoyado por la Fundación italiana Lelio Basso, que pretende juzgar la violación a los derechos humanos en el país. Se trata de un tribunal popular que coloca la ética de los pueblos frente a su ausencia en los estados, un mecanismo de presión de la sociedad civil para exigir a los estados que hagan su trabajo. Durante este “tribunal de conciencia” varios expertos juristas presentaran casos de violaciones de los derechos humanos y sus correspondientes sentencias. El proceso, que empieza formalmente mañana, culminará a finales de 2013 o principios de 2014.
“Que este tribunal prevenga el crimen del silencio”. Con esta frase Bertrand Russell (Premio Nobel de Literatura, 1950) definía el espíritu y el objetivo del Tribunal Internacional de Crímenes de Guerra constituido en 1966 para investigar las atrocidades cometidas por Estados Unidos en Vietnam y juzgarlos de acuerdo con la legislación internacional. Por aquel entonces el Tribunal lo apoyaron importantes personalidades como Lelio Basso, Gunter Anders, James Baldwin, Julio Cortázar, Lázaro Cárdenas o Simone de Beauvoir y fue presidido por Jean Paul Sartre.
Durante la sesión inaugural Sartre explicó los motivos para emprender una iniciativa de esta naturaleza y constituyen el alma del TPP : “los derechos de los individuos y de los pueblos no pueden ser negados por razones de estado. En ninguna circunstancia ni lugar”. Según Sartre el juicio de Núremberg contra los nazis supuso una novedad histórica, la de un cambio esencial en materia jurídica y política, un cambio de paradigma central que hoy es esencial para entender lo que esta pasando en México: la sustitución de un derecho a la guerra por un derecho contra la guerra.
Un jurado, expertos, testigos y un veredicto. La única diferencia con un tribunal convencional es que sus conclusiones no tienen validez jurídica, pero sirve para remover conciencias a nivel internacional, exigir a los estados que cumplan con su función, escuchar a los ciudadanos y visibilizar a las víctimas de los distintos tipos de violencias. Actúa como un tribunal del pueblo que se enfrenta a las injusticias y violaciones del derecho internacional que no se han juzgado o que, aun siendo reconocidas, continúan bajo completa impunidad debido a la falta de voluntad política de la comunidad internacional. En 2010 se celebraron dos de las sesiones del primer Tribunal Russell sobre Palestina en Barcelona y en Londres y el mes que viene será Ciudad del Cabo en Sudáfrica quien acoja la tercera sesión para juzgar en crimen de Apartheid en Palestina.
Con el mismo objetivo que el Tribunal Russell se fundó en Bolonia (Italia) en 1979 el Tribunal Permanente de los Pueblos, para hacer visibles y calificar según el derecho internacional los crímenes contra la humanidad. De eso hace ya 32 años, pero aun sigue siendo necesario un tribunal de conciencia para dar a conocer a nivel internacional las atrocidades cometidas en un país y la incapacidad del estado o la comunidad internacional para ponerles fin.
El proceso en México comenzó hace dos años, cuando organizaciones sociales, civiles, defensores de derechos humanos e individuos entablaron contacto con la Fundación italiana Lelio Basso solicitar que se llevara a cabo una sesión en México y que para ello se conformara la sección mexicana del tribunal.
Durante el TPP en México se realizaran siete audiencias temáticas: violencia, guerra sucia, impunidad y acceso a la justicia; feminicidios y violencia contra las mujeres; violencia contra los migrantes, e inmigración como algo forzado; trabajo, precarización y desregulación laboral, y violación a derechos laborales colectivos; violencia contra el maíz, la soberanía alimentaria y la autonomía: los ataques del sistema agroalimentario industrial global contra la vida campesina y los pueblos indios; devastación ambiental: los efectos de la industrialización capitalista en los territorios de pueblos indios y población en general, y medios de comunicación, su pertinencia y su urgente independencia.
La petitoria formal presentada, pretende justificar la urgencia de un tribunal internacional de opinión ante las numerosas evidencias de violación a los derechos humanos en México, y romper el cerco mediático generalizado a nivel internacional que durante años mostró el supuesto rostro de un México democrático mientras crecía una regresión generalizada de los derechos de la población mexicana.
Durante la presentación del Capítulo México del Tribunal Permanente de los Pueblos en la Casa Lamm en la Ciudad de México, Monseñor Raúl Vera, obispo de Saltillo, resaltó la importancia de un tribunal de conciencia de estas características que dará eco internacional a las carencias democráticas en el país y, lo más importante, “convertirá en sujetos a los que no cuentan”. Vera recordó las palabras de Don Samuel Ruiz, quien fue obispo de San Cristóbal de las Casas durante años y que participó como jurado en el II Tribunal Russell que juzgó las atrocidades cometidas durante las dictaduras en América Latina: “Cuando vio a los zapatistas hablando en el congreso dijo: “YA SON SUJETOS ”. Según Vera, una de las riquezas del TPP es dar voz a casos como el genocidio en Acteal (Altos de Chiapas) en 1997, el incumplimiento de los Acuerdos de San Andrés y visibilizar a las víctimas de la guerra contra las drogas. Según Vera, también puede servir para juntar fuerzas con el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad encabezado por el poeta Javier Sicilia.
La primera sesión pública del Capítulo México del Tribunal Permanente de Los Pueblos será este viernes 21 de octubre a las 9:00 am en el Auditorio Alfonso Caso de Ciudad Universitaria, UNAM (junto a la Torre II de Humanidades), contará con la participación de dos jueces internacionales: Philippe Texier , Magistrado de la Corte de Casación de Francia; Franco Ippolito, Magistrado de la Corte suprema de Casación de Italia y dos miembros del TPP : Gianni Tognoni y Simona Fraudatario.
La última lanza de Russell a favor de la pazEntre las diversas estrategias tanteadas por Bertrand Russell para sensibilizar la opinión publica ninguna resultaba ser sino parcialmente efectiva. Ni discursos, ni textos, ni conferencias de científicos, ni manifestaciones, a pesar de su éxito aparente, sirvieron de armas definitivas en la batalla contra la injusticia y a favor de la paz. A sus 91 años, intentaría otro plan de ataque. Empezó a pensar en una nueva organización con una finalidad muy concreta: fomentar cualquier objetivo que pudiera incrementar la acción contra la guerra y contra la injusticia sufridos por individuos y pueblos oprimidos. En 1966 se constituyó el Tribunal Russell sobre los Crímenes de Guerra en Vietnam. Testimonios directos y informaciones de expertos sobre la actuación de los Estados Unidos en dicha guerra denunciaron la indefendible actitud imperialista del gobierno norteamericano. Por aquel entonces el Tribunal Russell lo apoyaron importantes personalidades intelectuales como Jean Paul Sartre, quién presidió el Tribunal, Lelio Basso, Gunter Anders, James Baldwin, Julio Cortázar, Lázaro Cárdenas y Simone de Beauvoir.
Sin duda, las actividades del Tribunal Russell constituyeron la primera campaña antiimperialista que obtuvo difusión y incidencia internacional. Esta sería la última lanza que Russell rompería en pro de la paz pero que daría sus frutos, hasta hoy.
El legado del primer TribunalEn 1964 se celebró el Tribunal Russell II sobre la situación de los países Suramericanos que se llevó a cabo en tres sesiones; Roma (1974), Bruselas (1975) y Roma de nuevo (1976). Fue creado por el profesor universitario Lelio Basso con el objetivo de investigar las violaciones de los derechos humanos que se estaban perpetrando en Brasil, Chile y Argentina por aquel momento (1973). Sin embargo, las sesiones que tuvieron lugar en Roma en 1974 se acabaron centrando más en las acusaciones de violación de derechos humanos que pesaban sobre la Junta Militar en Chile, presidida por el general Augusto Pinochet, y en la situación concreta de Brasil. En sus conclusiones relativas a la violación de los derechos del hombre y de los derechos de los pueblos se refirió: Que las comunidades indígenas de América Latina, primeras víctimas de la agresión colonial, continúan sometidas a un régimen discriminatorio en el interior de pueblos globalmente reprimidos, bajo la presión y en el interés de las empresas privadas, multinacionales y locales (parágrafo 7)”.
En la Secretaría Científica del Tribunal Russell en Roma participaron entre otros el escritor Gabriel García Márquez, el historiador Vladimir Dedijer y el profesor universitario Marcello Ferrada-Noli; éste último, además, dio testimonio público ante el Tribunal sobre su experiencia como prisionero en la cárcel de la isla chilena de Quiriquina. Durante la sesión de clausura del Tribunal Russell II se anunció la creación de el Tribunal Permanente de los Pueblos que se estableció en Bolonia el 23 de junio de 1979. Desde sus inicios y hasta abril de 1984, el Tribunal pronunció dos dictámenes de carácter consultivo relativos al Sáhara Occidental y Eritrea y se desarrolló en seis sesiones: Argentina, Filipinas, El Salvador, Afganistán I y II, Timor Oriental y Guatemala. La clausura tuvo lugar en Madrid en enero de 1983. Entre los días 13 y 16 de abril de 1984, se llevó a cabo una sesión especial en Madrid para investigar el genocidio armenio en que el jurado declaró culpable al estado de Turquía por el genocidio del pueblo armenio.
En el año 2004 tuvo lugar en Bruselas el Tribunal Russell, continuando la tradición del Tribunal Russell y dentro del Tribunal Mundial sobre Iraq (WTI por sus siglas en inglés) fue creado para llevar a cabo un análisis similar del grupo Proyecto para el Nuevo Siglo Americano (o en inglés PNAC ), de la invasión a Iraq en el 2003 y la posterior ocupación del país y de los vínculos entre ellos.
Tribunall Russell despierta de nuevoEn 2010 empieza el Tribunal Russell sobre Palestina (TRP). Más de cuarenta años después, la Fundación Bertrand Russell patrocinó el establecimiento de un Tribunal Russell para examinar una serie de deficiencias, omisiones y complicidades de terceros Estados y de organizaciones internacionales que han dado lugar a la continua ocupación de los Territorios Palestinos y a la impunidad de que goza el Estado de Israel. El TRP está constituido por reconocidas figuras de diversos países, Israel incluido, y su legitimidad no proviene de ningún Gobierno o partido político, sino del prestigio, la carrera y el compromiso respecto a los derechos humanos de los miembros que lo integran.
Russell hablaría también hoy en 2011 dando voz a tribunales de conciencia, para juzgar el crimen más grande de la humanidad, el callar, girar el rostro para otro lado para no señalar con el dedo los crímenes contra la humanidad que quedan impunes. Este viernes empieza el Tribunal Permanente de los Pueblos en México y a principios del próximo mes, Sudáfrica juzgara en crimen de Apartheid en Palestina con Stéphane Hessel como miembro del jurado, un hombre de 90 años que presenció la redacción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que hasta hoy sigue denunciando el crimen del silencio e inspirando la voz de los “Indignados” alrrededor del mundo que se niegan a callar.
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