El contingente salió del Parque Revolución y se dirigió por Juárez a la Plaza de Armas
Por lo menos 300 personas de distintos grupos se unieron a marcha de resistencia anticapitalista
En el kiosco condecoraron por su valentía a habitantes de Temacapulín y a los trabajadores de Honda
“¡El gasto en los Juegos ha sido excesivo y los damnificados ni un cinco han recibido!”. Al menos unas 300 gargantas corearon la consigna en lo que fue la última de las Jornadas de Resistencia Anticapitalista en el marco de los Juegos Panamericanos, en clara referencia a las poblaciones afectadas por el huracán Jova en la costa sur de Jalisco.
Estudiantes constituidos en el Frente Autónomo Universitario (FAU), ex braceros del Centro Jalisciense del Adulto Mayor y el Migrante, y familias desalojadas del predio de Villa Bonita en Zapopan, principalmente, marcharon por la avenida Juárez hasta llegar a Plaza de Armas, donde hicieron un recuento de las asignaturas pendientes del gobierno del estado en materia de derechos humanos.
“A nosotros en nada nos perjudica que se promueva el deporte nacional, pero lo que sí es lo que veníamos denunciando, que al menos tres mil millones de pesos fueron invertidos, cuando hay mil demandas de carácter social que el gobierno del estado y los gobiernos municipales no han atendido”, dijo José Casillas, uno de los representantes de la comunidad indígena de San Francisco Ixcatán, afectada por la polución de los vertederos de Hassar’s y Picachos.
Fue un verdadero revuelo la manifestación. Ha sido de las pocas ocasiones en que los inconformes marchan a contraflujo del tráfico vehicular. Los agentes viales se negaron a apoyar el recorrido y en cada cruce de calles se suscitaron conatos de riña con aquellos conductores que osaron invadir al contingente con sus vehículos. 6 de la tarde, hora de claxonazos, gritos y ríos de gente en las avenidas y plazas.
Cuando salieron del Parque Revolución, los agentes viales y policías de Guadalajara estaban más atentos a una barra del equipo de fútbol Chivas, cuyos integrantes se veían histéricos atravesando la avenida Juárez en bola una y otra vez, quizá esperando a los aficionados del conjunto contrario para echarles bronca.
Desde el kiosco de Plaza Armas se lanzaron recriminaciones y mentadas de madre al gobernador del estado, Emilio González Márquez. El gasto en Panamericanos, en novelas y en donativos a la iglesia no se olvidan, clamaron los manifestantes.
“Se han puesto la sotana y tratan de imponer su decadente moral a quienes somos diferentes, niegan el derecho a un futuro digno a los jóvenes”, dijo una estudiante.
Así como hubo premios para lo más detestable de la política y los políticos en la primera edición de las Jornadas, en ésta se destacó el movimiento que los estudiantes emprendieron en 1968 y la resistencia de los habitantes de Temacapulín, Acasico y Palmarejo, (durante seis años) para impedir que las comisiones estatal y nacional del agua inunden sus pueblos; y premio también al Sindicato de Trabajadores Unidos de Honda México (STUHM) por su valor para enfrentarse a la transnacional. La condecoración consistió en una mazorca de maíz morado y un pergamino.
Al caer la noche, una agrupación denominada Rebeldía Panamericana y una joven llamada Leiden amenizaron con ritmos de trova y neo-folk. Fue hora de sentarse en el suelo y disfrutar el concierto.
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