Más de 600 ciclistas viven la utopía Carfree al tomar el túnel del nodo Colón
“Jefe, ¿por dónde se entra?”, preguntó un ciclista al motociclista de Vialidad que desviaba el tráfico de la avenida Plan de San Luis. “Ahí donde está la patrulla cerrando el ingreso al túnel”, respondió apurado.
Los cuatro ciclistas que avanzaron por la calle donde no podían circular los vehículos quedaron detrás de la línea blanca, esa que deben respetar los autos para no invadir las franjas amarillas por donde cruzan los peatones. Hombres y bicis ocupaban apenas un carril completo y una pequeña parte del otro de los cuatro que estaban disponibles.
Luego de que la luz verde les permitió circular ingresaron por la avenida Circunvalación al paso deprimido del nodo vial de la glorieta Colón. En la plazoleta en donde está la base de la vela que es coronada por la escultura del navegante, la gente escuchaba atenta la charla de Chriss Carlson titulada La rebelión de las autopistas, en las que explicaba el proceso de transformación de algunas ciudades, principalmente norteamericanas, en donde se decidió terminar con estas vías rápidas para dar más espacio a otros medios de movilidad.
A pesar de ser un espacio abierto el sonido de los carros que circulaban por los demás sentidos, y que en un par de ocasiones estuvieron a punto de chocar ante los ojos de los presentes, no distraía a los asistentes quienes ponían más atención a la traducción simultánea que se hacía de la charla.
Arboles, postes, estructuras de metal e incluso el borde de los muros del túnel, fueron insuficientes para asegurar las bicis de las más de 600 personas que ocuparon, durante algunas horas, un espacio que normalmente es exclusivo de los autos.
Los pocos que no prestaban atención se tomaban la foto del recuerdo, pues, aseguraban, “no creo que podamos estar aquí de nuevo con tanta calma”.
Luego de la conferencia la atención se centró en el túnel que desemboca a la avenida López Mateos al cruce de la calle Florencia pues, en los muros, se proyectó una intervención audiovisual a cargo de Joy Nuño.
Poco antes del inicio un grupo de corredores que portaba una antorcha que sólo arrojaba humo y banderas con logos de distintas marcas de autos, entró a paso acelerado al túnel y fueron recibidos con una ovación. Ellos iniciaron su recorrido en el parque Agua Azul hasta el nodo vial ocupando muchas de las veces un carril de varias avenidas como 16 de Septiembre y La Paz. Su intención era hacer notar que la fuerza humana también ocupa un espacio y sirve para la movilidad.
Las lámparas fueron apagadas y sólo algunos pocos flashazos interrumpían la proyección. El sonido, que en momentos era muy elevado, era similar al ruido de los motores en los congestionamientos viales.
No hubo favoritismos
Las gestiones para la actividad congreso Carfree que se realizó ayer en el nodo Colón comenzaron a partir de un proyecto cultural que ganó una convocatoria hecha por el Sistema del Tren Eléctrico Urbano en el mes de marzo, aseguró Felipe Reyes, integrante de la agrupación Ciudad Para Todos, una de las organizadoras de este encuentro.
Detalló que dado que el proyecto de Nuño requería del cierre de un túnel por varias horas, mientras se elaboraba la planeación del programa de actividades del congreso se decidió tener una charla en ese sitio para aprovechar el espacio pues, además, esto representaría un ahorro para los organizadores al evitar el pago de un día de renta en las otras sedes.
Reyes recordó que para esta actividad tanto el ayuntamiento de Guadalajara como la Secretaría de Vialidad del estado, quienes han estado en pugna desde hace varios meses, facilitaron los permisos para su realización.
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