21.1.13

BUSCAN AGUA A 2 KMS DE PROFUNDIDAD...


Perforan 2 mil metros... busca GDF agua apotable
En caso de tener éxito, las autoridades realizarán la explotación del pozo y buscarán agua en otros tres o cuatro más.
ALEJANDRO RAMOS
Ciudad de México.- El Gobierno del DF busca agua potable a una profundidad de 2 mil metros.

Desde hace ocho meses, el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM) y los Institutos de Geología e Ingeniería de la UNAM trabajan en la perforación de un pozo en Iztapalapa.

Se prevé concluir la obra en abril de 2012 y para entonces se podrá determinar si hay agua, de qué calidad y en qué cantidad, explicó Ramón Aguirre, director del Sistema de Aguas.

En caso de obtener resultados óptimos se procederá a la perforación de tres o cuatro pozos más, con lo cual segarantizaría la sustentabilidad hídrica de la Ciudad por unos 50 años.

"Dentro de todas las opciones que se han evaluado para traer agua a la Ciudad, el irse a 2 mil metros de profundidad es la única y la mejor (...) Debe garantizar el abasto a las siguientes generaciones", expuso Aguirre.

Hasta ahora se han perforado 100 metros del pozo, ubicado entre Javier Rojo Gómez y Río Churubusco. Para la obra se destinaron 30 millones de pesos, pero si resulta fuente de abastecimiento, la inversión subirá a 70.

Investigadores sugieren que se estudien las consecuencias de esta obra en Iztapalapa, donde ya se han registrado grietas y hundimientos.

El proyecto del Gobierno del DF de ir a 2 mil metros de profundidad en busca de agua para la población de la Ciudad, debe garantizar que a largo plazo no habrá impactos en la región como hundimientos y grietas del subsuelo, así como integrar otras medidas de sustentabilidad hídrica.

Así lo indicaron por separado los investigadores de la UNAM, Marisa Mazari, del Instituto de Ecología, y Luis Marín, del Instituto de Geofísica.

Ambos coincidieron en que la iniciativa del Sistema de Aguas de la Ciudad de México para sumar nuevas fuentes de abasto para la población requieren de mayores análisis, ya que el agua que se extraiga a esa profundidad no se renovará y sí requerirá de mayores costos para potabilizarla, pues su contenido será alto en sales minerales.

Ramón Aguirre dijo que de lograrse resultados satisfactorios, entonces los técnicos procederán a integrarle toda la infraestructura convencional, revestimiento y plantas de bombeo y potabilizadoras para que el pozo se convierta en una fuente de agua potable para el DF, con lo que se procedería a la perforación de otros dos o tres pozos más.

"La probabilidad de que encuentren agua a esa profundidad es alta, pero también de que ésta tenga concentraciones muy elevadas de sales como potasio, calcio, manganeso y fierro, entre otros, lo que implicará mayores costos para potabilizarla.

"Este mismo proyecto exige análisis mayores sobre las consecuencias que provocará el que se siga extrayendo agua del subsuelo, pues hasta el momento la sobreexplotación de pozos ha generado hundimientos y grietas en el subsuelo del Valle de México", expuso Mazari.

Para Marín, el proyecto deja de lado iniciativas sustentables como la cosecha de agua de lluvia en la Ciudad y destinarla al reuso y potabilización, así como intensificar programas de ahorro y de reciclaje de las descargas municipales, pues el agua que se extraiga del futuro pozo profundo no se renovará.

En tanto, Aguirre destacó que se trate de un proyecto único a nivel mundial, sólo se tiene un proyecto en África con las mismas características, y que tiene la ventaja de ser una obra que se está haciendo dentro del Valle de México, lo cual le permite en materia de costos competir con ventajas de cualquier alternativa de explotar otras cuencas de fuera de la Ciudad.

"Un proyecto de estos nos permite hacer inversiones que brindan beneficios prácticamente inmediatos. Se termina el pozo y este puede entrar en funcionamiento. La siguiente etapa es hacer más pozos y cada uno que resulte positivo se podrá incorporar al abastecimiento de la Ciudad. Esta medida no es una solución definitiva al problema de desabasto, ya que tendría que acompañarse con programas intensivos de ahorro de agua.

"Esto contrasta con los planes de traer agua de cuencas externas como de Tecolutla, Veracruz, que requieren de inversiones mayores a los 10 mil millones de pesos, y que no se podría aprovechar la obra de manera inmediata, menos si hay conflictos sociales.

"En el caso de los pozos profundos no ocurriría lo mismo, pues puede haber inversiones hasta de mil millones y los resultados no tendrían contratiempos", precisó Aguirre.

El funcionario aclaró que el DF tiene 630 pozos que abastecen a toda la urbe, la mayoría sobreexplotados, y la vida útil de cada pozo es de 30 años.

"Por el momento no hay creación de nuevos pozos a 80 o 400 metros de profundidad, sólo se restituyen los que van perdiendo vida útil, pero el agua se agota a más de 300 metros de profundidad", puntualizó.

Aguirre agregó que cada año en promedio terminan su vida útil 21 pozos por lo que inmediatamente se busca restituirlos en la misma cantidad.

Revelan estudios en 2003

Hace 8 años, un grupo de investigadores de la UNAM y de la Universidad de Oxford dieron los primeros resultados de un estudio del subsuelo del Valle de México, en el que aseguraban que a 2 mil metros de profundidad se encontraba una fuente de agua limpia.

El 16 de noviembre de 2003, REFORMA entrevistó a Mike Edmunds, entonces director del Centro de Investigación en Agua de la Universidad de Oxford (Reino Unido), quien reveló que un estudio científico, iniciado a principios de los 90, mostraba evidencias sobre reservas de agua a mayor profundidad.

Edmunds, junto con el Instituto de Geografía de la UNAM, habían detectado un sistema de agua que rebasaba la tendencia tradicional de que el acuífero en el DF puede tener una profundidad de alrededor de 400 metros.

"La investigación busca confirmar que el agua subterránea, que de acuerdo con la hipótesis científica está en constante movimiento y se comparte incluso con otras cuencas, tiene un comportamiento similar al de los yacimientos petroleros que registran flujo de caudales con antigüedades de hasta 6 mil años.

"Las evidencias muestran que no necesariamente se está acabando el agua, pues habría señales de que el flujo de ese acuífero dota de agua fresca, de manera continua, al Valle de México. Es agua que no proviene de la recarga por agua de lluvia", afirmó Edmunds.

Esta investigación inició por intercambio académico con la colaboración de la Royal Society, el Consejo Británico y la Academia Mexicana de Ciencias, así como el Instituto de Geografía de la UNAM y el Centro de Investigación del Agua de la Universidad de Oxford, en Inglaterra, con el fin de explicar por qué todavía se puede obtener agua potable del subsuelo del DF.

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