Tanto la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de Poznan, como la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno, de Brucelas, fueron un fracaso.
La primera tenía la intención de mejorar lo decidido hace un año en Bali y dejarlo todo claro para la reunión de Copenhage de 2009 donde se decidirá qué hacer para cuando termine el Protocolo de Kioto. La segunda tenía como fin hacer que las naciones europeas disminuyesen sus emisiones de gases de efecto invernadero.
El asunto es así. Los países desarrollados no quieren reducir sus emisiones de gases invernadero y los en vías de desarrollo tampoco, ¿por qué? Por una cuestión económica. Ojo, no es que no se den cuenta de los desastres naturales que estamos viviendo en el mundo por culpa del cambio climático que ha generado el calentamiento global. Sí, se dan cuenta, lo saben, lo aceptan, coinciden con los científicos en que el ser humano es el culpable, pero… no les importa. A los políticos simplemente no les importa.
Tienen cosas más importantes en qué pensar, como… su reelección, o pensar en los intereses de las empresas que los pusieron donde están.
Resumiendo, los países en desarrollo quieren ayuda de los países ricos para afrontar las sequías, las inundaciones y demás consecuencias del cambio climático. Pero claro, para recibirla no tienen mejor idea que amenazar con no dejar de emitir los gases que han causado esos estragos…
Son millones y serán muchos millones más los que sufrirán las consecuencias de que los políticos sean más lentos que un caracol. Durante toda la cumbre climática no se logró nada, y peor, se retrocedió.
Yvo de Boer, el director de la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático, defendió que hubo resultados. "Se han alcanzado logros significativos para los países en desarrollo", dijo. Y es que se aprobó un fondo de 80 millones de dólares anuales para ayudar a los países pobres a que hagan frente al cambio climático. Si bien es poco, es algo, y sí con algo nos tenemos que conformar.
El resumen final es que se mantuvo la meta de reducir entre un 25 y un 40 por ciento las emisiones en los países más industrializados, pero ojo, no a partir de ahora mismo, sino recién para 2013, así que todavía están a tiempo de desdecirse y de aprobar algo que va a ocurrir dentro de varios años…
Vía BBC y El Universal
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