No se consultó a El Salto ni a Juanacatlán, dice
Esperan haya inundaciones y enfermedades por el entubamiento.
A los habitantes de El Salto y Juanacatlán les salió más caro el caldo que las albóndigas. En el entubamiento de las aguas negras del canal El Ahogado, la Secretaría de Desarrollo Rural (Seder) cometió errores y ahora los gobiernos municipales temen las inundaciones, la diseminación de enfermedades y los gastos que vienen.
El presidente de El Salto, Joel González Díaz (del Partido Revolucionario Institucional) lamentó ayer que la intención del gobierno del estado de alejar la contaminación del fraccionamiento La Azucena, sólo recorrió el punto álgido de la contaminación del río Santiago a las cabeceras municipales, donde habitan unas cien mil personas.
Desde hace unos días, el tubo de un poco más de tres kilómetros de largo —y doce millones de pesos— que capta las aguas de los municipios metropolitanos e industrias de la región desemboca unos 60 metros antes de la cascada El Salto del Ahogado: uno de los sitios con más contaminación por ácido sulfhídrico y gases que provocan mutaciones.
Las autoridades “dicen que están analizando la posibilidad de seguir entubando”, pero no hay un proyecto. Y aunque lo hubiera: sería para que el proyecto se recorra a otros puntos de ese municipio o el de Tonalá, admitió el servidor público.
La desembocadura no fue el único error durante las obras. Los ingenieros de la Seder dejaron el tubo arriba del nivel del canal El Ahogado, lo que podría provocar inundaciones a lo largo de tres kilómetros. Uno de ellos es La Azucena.
Hay más. En esa comunidad, la Seder “olvidó” conectar los desagües de aguas pluviales con El Ahogado tan sólo unas semanas antes del temporal de lluvias. Joel González dijo que ya solicitó a la constructora de Bonito Jalisco que realice las obras necesarias, pero sólo hizo un pacto de buena voluntad y no se sabe cuándo o si será cumplido.
El tubo de tres kilómetros para mover de lugar las aguas negras fue la respuesta del gobierno estatal ante la presión por la muerte del niño Miguel Ángel López Rocha, quien en febrero pasado murió intoxicado por arsénico después de que jugaba a las orillas del Santiago, donde hace el cruce con el canal de El Ahogado.
Joel González no acaba de contar los errores del entubamiento para el cual, afirma, jamás fue consultado. Entre las omisiones está que se dejó sin conectar dos descargas de aguas pluviales y una del rastro. El municipio comenzó a remendar hace quince días… con sus propios recursos.
Para inconformarse, el alcalde de El Salto envió dos oficios a la Comisión Estatal del Agua y a la Seder, pero hasta ahora no ha obtenido respuesta.
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