Persiste desolación en La Azucena
A principios de julio pasado, el Fraccionamiento La Azucena quedó bajo el agua después de una intensa tormenta. ARCHIVO
- Vecinos afectados por el pasado temporal exigen el saneamiento del Río Santiago; muestran incertidumbre ante las próximas lluvias
Con cristales rotos, grafito en los muros, paredes con grietas y puertas deterioradas por la humedad, entre otros daños, la mayoría de las fincas de la colonia La Azucena, en El Salto, continúa abandonada luego del temporal de lluvias que las inundó en 2008
EL SALTO, JALISCO.- Con cristales rotos, grafito en los muros, paredes con grietas y puertas deterioradas por la humedad, entre otros daños, la mayoría de las fincas de la colonia La Azucena, en El Salto, continúa abandonada luego del temporal de lluvias que las inundó el año pasado.
Media docena de vecinos dejaron para siempre la zona. Otros decidieron colocar letreros de “se renta” en sus fincas, en espera de que alguien las ocupe.
A principios de julio pasado, el Fraccionamiento La Azucena, aledaño al Río Santiago, quedó bajo el agua después de una intensa tormenta, lo que obligó a sus habitantes a desalojar sus viviendas.
Después de las inundaciones, la Secretaría de Finanzas liberó recursos y fueron entregados para el apoyo del menaje en las casas afectadas. En promedio, cada familia recibió alrededor de ocho mil pesos; algunas organizaciones como el DIF dieron despensas a los afectados.
El alcalde de El Salto, Joel González, aseveró después de lo sucedido que no sólo la pasada administración municipal fue la responsable de las inundaciones --por otorgar licencias de construcción y cambios de uso de suelo--, sino también la inmobiliaria SARE-HIR. Apuntó que la principal anomalía es que se permitió la construcción del fraccionamiento en una zona donde se registran inundaciones.
Advirtió al grupo inmobiliario que de no realizar las obras hidráulicas necesarias para evitar que nuevamente el fraccionamiento se inunde, el Ayuntamiento procedería con denuncias penales contra la constructora.
Fernando Guzmán Pérez Peláez, secretario general del Gobierno de Jalisco, también se involucró pidiendo a las autoridades de los municipios de El Salto, Tlajomulco, Tlaquepaque y Tonalá revisar la expedición de licencias y permisos que se otorgaron en anteriores administraciones para la edificación de fraccionamientos como La Azucena, el cual presentó fallas y en el presente no es rentable.
Actualmente, los colonos afectados mantienen su inconformidad. Rosalba Vargas Álvarez, ama de casa, comenta que los vecinos se están preparando para la lluvia: “La gente tiene miedo, nuestras casas están agrietadas y huele mucho a humedad”.
Magdalena Hernández, otra vecina, señala que la pestilencia empieza a las seis de la tarde y después de esa hora es casi imposible salir a la calle por la cantidad de mosquitos, razón por la cual los integrantes de la colonia piden apoyo para fumigar la zona.
Algunos colonos tienen planes de fincar y poner barda frente a la casa para prevenir daños por otra inundación en el próximo temporal; sin embargo, el Ayuntamiento de El Salto exige un permiso para modificar la calle (el monto promedio es de seiscientos pesos).
Saneamiento del Río Santiago
Los vecinos afectados también insisten en el saneamiento del Río Santiago. En julio pasado, autoridades de la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ) recibieron en el Hospital General de Occidente (HGO), a más de una docena de niños provenientes de la colonia La Azucena, en el Municipio de El Salto, con el objetivo de realizarles una revisión médica integral, incluyendo exámenes de uñas y cabello, con la finalidad de buscar metales pesados en sus cuerpos.
Los padres de los pequeños denunciaron que desde febrero pasado acudieron al Laboratorio Microanálisis de Occidente S.C. (laboratorio contratado por la SSJ), que encabeza la toxicóloga Luz María Cueto Sánchez, con el apoyo económico de la agrupación Conciencia Cívica, para realizar estudios de orina en sus hijos, teniendo como resultado niveles de arsénico mayores a los niveles normales en seis niños.
El representante de los padres afectados, Jesús Cervantes, indicó que dos de sus hijos resultaron con grados de 17.3 y 17.7 de arsénico en su orina. “Mis hijos reportaron síntomas: a la niña le dolían mucho sus huesitos y la cabeza; al niño le salía mucha sangre de la nariz y tenía dolor de cabeza”.
Del mismo modo, la señora Ana María Morales Padilla acudió al nosocomio, pues sus dos hijas han presentado dolores de estómago, de cabeza, fiebre y sangrado por la nariz.
La doctora Cueto Sánchez señaló que estos datos se comparan con estudios realizados en Alemania, donde se menciona que los niveles normales de arsénico son de seis a 12, así como de entre ocho a 13 puntos en una persona, por lo que los niños están arriba de la norma. Sin embargo, asegura que “los niños no están intoxicados sino expuestos”.
Por ello, luego de que médicos del HGO realicen estudios de orina, excremento, parasitosis, enfermedades metabólicas y dermatológicas, entre otros, el laboratorio realizará pruebas de cabello, orina y uñas para darles una mayor certidumbre y seguridad a los padres.
Además de los dos pequeños mencionados, Cueto Sánchez informó que otros cuatro niños registraron grados por arriba del límite permitido: 23.5, 21.3, 12.8 y 20.1 puntos de arsénico, respectivamente.
Para saber
A un año de la muerte del niño Miguel Ángel López Rocha, no hay novedad por parte del Gobierno del Estado. Por ello, la familia del menor que cayó al Río Santiago y más de 100 personas se manifestaron el 14 de febrero frente al Palacio de Gobierno y en el Congreso del Estado, para exigir de manera urgente que se reubique a los habitantes de La Azucena y a las 50 colonias que viven cerca del río contaminado; también que se determine a los responsables de que “el río matara” a Miguel Ángel y se indemnice por su fallecimiento.
María Belén López
Media docena de vecinos dejaron para siempre la zona. Otros decidieron colocar letreros de “se renta” en sus fincas, en espera de que alguien las ocupe.
A principios de julio pasado, el Fraccionamiento La Azucena, aledaño al Río Santiago, quedó bajo el agua después de una intensa tormenta, lo que obligó a sus habitantes a desalojar sus viviendas.
Después de las inundaciones, la Secretaría de Finanzas liberó recursos y fueron entregados para el apoyo del menaje en las casas afectadas. En promedio, cada familia recibió alrededor de ocho mil pesos; algunas organizaciones como el DIF dieron despensas a los afectados.
El alcalde de El Salto, Joel González, aseveró después de lo sucedido que no sólo la pasada administración municipal fue la responsable de las inundaciones --por otorgar licencias de construcción y cambios de uso de suelo--, sino también la inmobiliaria SARE-HIR. Apuntó que la principal anomalía es que se permitió la construcción del fraccionamiento en una zona donde se registran inundaciones.
Advirtió al grupo inmobiliario que de no realizar las obras hidráulicas necesarias para evitar que nuevamente el fraccionamiento se inunde, el Ayuntamiento procedería con denuncias penales contra la constructora.
Fernando Guzmán Pérez Peláez, secretario general del Gobierno de Jalisco, también se involucró pidiendo a las autoridades de los municipios de El Salto, Tlajomulco, Tlaquepaque y Tonalá revisar la expedición de licencias y permisos que se otorgaron en anteriores administraciones para la edificación de fraccionamientos como La Azucena, el cual presentó fallas y en el presente no es rentable.
Actualmente, los colonos afectados mantienen su inconformidad. Rosalba Vargas Álvarez, ama de casa, comenta que los vecinos se están preparando para la lluvia: “La gente tiene miedo, nuestras casas están agrietadas y huele mucho a humedad”.
Magdalena Hernández, otra vecina, señala que la pestilencia empieza a las seis de la tarde y después de esa hora es casi imposible salir a la calle por la cantidad de mosquitos, razón por la cual los integrantes de la colonia piden apoyo para fumigar la zona.
Algunos colonos tienen planes de fincar y poner barda frente a la casa para prevenir daños por otra inundación en el próximo temporal; sin embargo, el Ayuntamiento de El Salto exige un permiso para modificar la calle (el monto promedio es de seiscientos pesos).
Saneamiento del Río Santiago
Los vecinos afectados también insisten en el saneamiento del Río Santiago. En julio pasado, autoridades de la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ) recibieron en el Hospital General de Occidente (HGO), a más de una docena de niños provenientes de la colonia La Azucena, en el Municipio de El Salto, con el objetivo de realizarles una revisión médica integral, incluyendo exámenes de uñas y cabello, con la finalidad de buscar metales pesados en sus cuerpos.
Los padres de los pequeños denunciaron que desde febrero pasado acudieron al Laboratorio Microanálisis de Occidente S.C. (laboratorio contratado por la SSJ), que encabeza la toxicóloga Luz María Cueto Sánchez, con el apoyo económico de la agrupación Conciencia Cívica, para realizar estudios de orina en sus hijos, teniendo como resultado niveles de arsénico mayores a los niveles normales en seis niños.
El representante de los padres afectados, Jesús Cervantes, indicó que dos de sus hijos resultaron con grados de 17.3 y 17.7 de arsénico en su orina. “Mis hijos reportaron síntomas: a la niña le dolían mucho sus huesitos y la cabeza; al niño le salía mucha sangre de la nariz y tenía dolor de cabeza”.
Del mismo modo, la señora Ana María Morales Padilla acudió al nosocomio, pues sus dos hijas han presentado dolores de estómago, de cabeza, fiebre y sangrado por la nariz.
La doctora Cueto Sánchez señaló que estos datos se comparan con estudios realizados en Alemania, donde se menciona que los niveles normales de arsénico son de seis a 12, así como de entre ocho a 13 puntos en una persona, por lo que los niños están arriba de la norma. Sin embargo, asegura que “los niños no están intoxicados sino expuestos”.
Por ello, luego de que médicos del HGO realicen estudios de orina, excremento, parasitosis, enfermedades metabólicas y dermatológicas, entre otros, el laboratorio realizará pruebas de cabello, orina y uñas para darles una mayor certidumbre y seguridad a los padres.
Además de los dos pequeños mencionados, Cueto Sánchez informó que otros cuatro niños registraron grados por arriba del límite permitido: 23.5, 21.3, 12.8 y 20.1 puntos de arsénico, respectivamente.
Para saber
A un año de la muerte del niño Miguel Ángel López Rocha, no hay novedad por parte del Gobierno del Estado. Por ello, la familia del menor que cayó al Río Santiago y más de 100 personas se manifestaron el 14 de febrero frente al Palacio de Gobierno y en el Congreso del Estado, para exigir de manera urgente que se reubique a los habitantes de La Azucena y a las 50 colonias que viven cerca del río contaminado; también que se determine a los responsables de que “el río matara” a Miguel Ángel y se indemnice por su fallecimiento.
María Belén López
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