Aprueban cambio de uso de suelo para reubicar a pobladores
Pobladores de “Temaca” esperan que en esta semana se defina si son aceptados los juicios de nulidad. A. CAMACHO
- Denuncian amenazas para entregar escrituras en “Temaca”
La gente está asustada
CAÑADAS DE OBREGÓN.- En un predio donde “ni tierra hay”, encima de piedras de las que no se da ni el frijol y envueltos en el aroma del basurero de Cañadas de Obregón, es donde se construirán las nuevas casas para los habitantes de Temacapulín. Al menos, el cambio de uso de suelo está aprobado en esa zona, cuenta el regidor panista Jorge Gutiérrez Mejía, uno de los dos que votaron contra este dictamen el pasado 6 de febrero, en el cual estuvo presente Héctor Castañeda, director de Cuenca y Sustentabilidad de la Comisión Estatal del Agua (CEA) de Jalisco.
Los pobladores ignoran este dato. Lo único que saben es que desde el jueves pasado, Héctor Castañeda ha ido casa por casa exigiendo a los propietarios que entreguen las escrituras de sus fincas. “Andan pidiendo los papeles con prepotencia. Viene acompañado de dos muchachas que amenazan a todos diciéndoles que de todos modos van a desaparecer el pueblo, que si no quieren, de todos modos van a ir a Catastro y de ahí van a sacar los papeles. A los que no dieron las escrituras, les dijeron que los van a inculpar de algún delito por obstruir la construcción de la presa”, cuenta Consuelo Carvajal, miembro del Comité Salvemos Temacapulín, Acasico y Palmarejo.
La gente está asustada, continúa Carvajal, “muchos ya entregaron los documentos. Como que después de que nos visitó López Obrador (el 5 de febrero, un día antes de la sesión de Ayuntamiento), agarraron fuerza para presionar. Tengo entendido que como 20 personas ya cedieron… por miedo”.
Ser militante panista y rechazar la Presa El Zapotillo, no es una contradicción, afirma Gutiérrez Mejía.
¿Tendrá problemas con el Gobierno estatal por haber votado contra el cambio de uso de suelo para el nuevo pueblo?, se le pregunta al edil: “No. No por ser panista voy a aceptar que me saquen de mi pueblo. Tengo el derecho a defender mis raíces”, responde.
No tiene en la memoria los datos exactos del dictamen aprobado. “¿Cuánto es?”, lo interrumpen sus clientes en su negocio de abarrotes. Y retoma el hilo de la conversación y dice que el presidente municipal, José de Jesús Sáinz Muñoz, se abstuvo de votar, el resto de panistas y priistas aprobaron el dictamen, y el delegado de “Temaca”, Clemente Torres Yáñez, y él, lo rechazaron.
“Ese día nos presentaron unas casas en tercera dimensión, y sí están bonitas, tienen tres proyectos diseñados. Las quieren levantar allá arriba, a dos kilómetros de Cañadas de Obregón, pero el terreno es de pura piedra, se tiene que echar tierra; es un piso muy duro”.
Añade que la CEA asegura que ya están arregladas las escrituras con los vecinos y que van a entroncar la carretera, pues los predios están “cerquita, nomás a 500 metros del camino”. Con el cambio de uso de suelo “ya se va a construir (el centro poblacional). Héctor (Castañeda) nos dijo que hay mucha gente que aceptó. Y con que les firmen un papel ya está la cosa para que les empiecen a levantar su casa”.
Al preguntarle si han estado pidiendo las escrituras, el regidor contesta incierto que “hubo algo así, pero no creo, tal vez nada más se reunió con los que aceptaron”.
Por otra parte, a Consuelo Carvajal se le desencaja el rostro cuando le preguntan por el padre Gabriel Espinosa. Se le derrama el coraje cuando le recuerdan que fue removido de Temacapulín la primera semana de febrero, al municipio La Magdalena.
“Al padre Gabriel lo movió el Arzobispado de Guadalajara porque apoya al Gobierno. Pero él es de aquí, cuando salió del pueblo le dijo a su mamá que cuando muera, lo traiga para acá. Él nos dijo que no puede venir, que no tiene permiso, pero que aunque esté lejos, está en espíritu con nosotros”.
La gente que rechaza vender sus propiedades (en total son 320), asegura que aún tiene esperanza. Miedo de convertirse en “nada” y esperanza de seguir recibiendo a los visitantes con el mensaje en el cerro que da la bienvenida: “Desde el Siglo VI, ‘Temaca’ te saluda”.
Por su parte, el Colectivo Coa comentó que esta semana se definirá si aceptan o no los juicios de nulidad interpuestos el pasado 12 de febrero contra la licitación para la Presa El Zapotillo, porque existen una serie de procedimientos que no se han realizado, como el estudio de Impacto Ambiental para la cortina de 105 metros y la consulta a la población (EL INFORMADOR/14-02-09).
Los pobladores ignoran este dato. Lo único que saben es que desde el jueves pasado, Héctor Castañeda ha ido casa por casa exigiendo a los propietarios que entreguen las escrituras de sus fincas. “Andan pidiendo los papeles con prepotencia. Viene acompañado de dos muchachas que amenazan a todos diciéndoles que de todos modos van a desaparecer el pueblo, que si no quieren, de todos modos van a ir a Catastro y de ahí van a sacar los papeles. A los que no dieron las escrituras, les dijeron que los van a inculpar de algún delito por obstruir la construcción de la presa”, cuenta Consuelo Carvajal, miembro del Comité Salvemos Temacapulín, Acasico y Palmarejo.
La gente está asustada, continúa Carvajal, “muchos ya entregaron los documentos. Como que después de que nos visitó López Obrador (el 5 de febrero, un día antes de la sesión de Ayuntamiento), agarraron fuerza para presionar. Tengo entendido que como 20 personas ya cedieron… por miedo”.
Ser militante panista y rechazar la Presa El Zapotillo, no es una contradicción, afirma Gutiérrez Mejía.
¿Tendrá problemas con el Gobierno estatal por haber votado contra el cambio de uso de suelo para el nuevo pueblo?, se le pregunta al edil: “No. No por ser panista voy a aceptar que me saquen de mi pueblo. Tengo el derecho a defender mis raíces”, responde.
No tiene en la memoria los datos exactos del dictamen aprobado. “¿Cuánto es?”, lo interrumpen sus clientes en su negocio de abarrotes. Y retoma el hilo de la conversación y dice que el presidente municipal, José de Jesús Sáinz Muñoz, se abstuvo de votar, el resto de panistas y priistas aprobaron el dictamen, y el delegado de “Temaca”, Clemente Torres Yáñez, y él, lo rechazaron.
“Ese día nos presentaron unas casas en tercera dimensión, y sí están bonitas, tienen tres proyectos diseñados. Las quieren levantar allá arriba, a dos kilómetros de Cañadas de Obregón, pero el terreno es de pura piedra, se tiene que echar tierra; es un piso muy duro”.
Añade que la CEA asegura que ya están arregladas las escrituras con los vecinos y que van a entroncar la carretera, pues los predios están “cerquita, nomás a 500 metros del camino”. Con el cambio de uso de suelo “ya se va a construir (el centro poblacional). Héctor (Castañeda) nos dijo que hay mucha gente que aceptó. Y con que les firmen un papel ya está la cosa para que les empiecen a levantar su casa”.
Al preguntarle si han estado pidiendo las escrituras, el regidor contesta incierto que “hubo algo así, pero no creo, tal vez nada más se reunió con los que aceptaron”.
Por otra parte, a Consuelo Carvajal se le desencaja el rostro cuando le preguntan por el padre Gabriel Espinosa. Se le derrama el coraje cuando le recuerdan que fue removido de Temacapulín la primera semana de febrero, al municipio La Magdalena.
“Al padre Gabriel lo movió el Arzobispado de Guadalajara porque apoya al Gobierno. Pero él es de aquí, cuando salió del pueblo le dijo a su mamá que cuando muera, lo traiga para acá. Él nos dijo que no puede venir, que no tiene permiso, pero que aunque esté lejos, está en espíritu con nosotros”.
La gente que rechaza vender sus propiedades (en total son 320), asegura que aún tiene esperanza. Miedo de convertirse en “nada” y esperanza de seguir recibiendo a los visitantes con el mensaje en el cerro que da la bienvenida: “Desde el Siglo VI, ‘Temaca’ te saluda”.
Por su parte, el Colectivo Coa comentó que esta semana se definirá si aceptan o no los juicios de nulidad interpuestos el pasado 12 de febrero contra la licitación para la Presa El Zapotillo, porque existen una serie de procedimientos que no se han realizado, como el estudio de Impacto Ambiental para la cortina de 105 metros y la consulta a la población (EL INFORMADOR/14-02-09).
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