Alguna vez fueron los dioses, quienes supuestamente destruirían todo lo que habitara la Tierra, con su furia colosal, si los humanos no nos rendíamos a su tributo.
Luego algún cometa perdido, al colisionar con el Planeta, provocaría una explosión tan grande que se tornaría la vida imposible para cualquier ser vivo.
Y hasta extraterrestres, seres con una maldad y voracidad ignota y un avance tecnológico muy superior al nuestro, serían quienes acabaran de un plumazo con cientos de miles de años de evolución.
Pues no, todo eso falló, todas esas predicciones sobre el fin del mundo fueron convirtiéndose en hipótesis cada vez mas debilitadas, cada día más inverosímiles.
Fue entonces que empezamos a olvidar las fábulas y a mirar la realidad. Allí nos dimos cuenta que, ese final abrupto de nuestra civilización que tanto temíamos, lo estábamos provocando nosotros. Que no iba a ser en un día, ni en una semana, ni en un año, pero que, así como el fumador debilita y enferma su cuerpo con cada cigarrillo, nosotros estábamos debilitando el ecosistema planetario con nuestros avanzados sistemas de producción.
Así es como llegamos a la primera gran manifestación ambientalista, que tuvo lugar el 22 de abril de 1.970. Desde ese entonces, en realidad oficializado por la ONU desde 1972, el Día de la Tierra se celebra cada 22 de abril, con el objetivo principal de generar una mayor conciencia sobre el cuidado que debemos tener relativo a los recursos naturales de la Tierra y a la participación que debemos tener como ciudadanos ambientalmente conscientes y responsables, en la toma de decisiones que pudieren afectar al ambiente.
Pero pese a las campañas antitabaco, para el fumador es muy dificil dejar de fumar. La nicotina de los cigarrillos es un fuerte veneno que se utiliza para fumigar. Es la responsable de que, luego de 30 a 60 minutos de haber terminado de fumar, al bajar sus niveles en la sangre, el cuerpo diga “necesito otro cigarrillo”. Si, solo para eso se les pone nicotina.
Y pese a tener conciencia de lo que está sucediendo, para el mundo es muy dificil dejar de consumir. El consumidor consume, lo que el productor produce. ¿O será al revés? A simple vista esta cuestión se asemeja a la vieja pregunta sobre quien nació primero, si el huevo o la gallina. Sin embargo, la diferencia radica en que la decisión sobre qué se debe producir y qué se debe consumir, la hemos estado dejando en manos de “el mercado”, pero no el de su barrio eh?, uno que queda bastante mas al norte.
El fumador cree que consume cigarrillos, pero en realidad está consumiendo sus pulmones, sus arterias, su hígado, su cuerpo.El consumidor cree consumir productos, sin embargo, está consumiendo ríos, bosques, montañas, ecosistemas, es el planeta lo que está consumiendo.
Producción ambientalmente sustentable y consumo responsable son importantes herramientas a poner en práctica, a profundizar y a masificar.
Tenemos mucho por hacer, por aprender, por trabajar. Por ahora, el día de la Tierra es un día de trabajo para quienes permanecemos convencidos, de que aun estamos a tiempo de lograr que, algún 22 de abril no muy lejano, el planeta entero pueda dejar todas sus actividades cotidianas de lado y dedicarse nada mas que a festejar, junto con la Tierra, su día.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario