Devoran tantos insectos como las aves en plantación de café orgánico

Murciélagos, líderes en control de plagas

Estudio hecho en Chiapas revela su rol crucial para regular artrópodos invasores.

Las poblaciones de estos mamíferos alados van a la baja en todo el mundo.

Un ejemplar del género Micronycteris haciendo su trabajo nocturno. Foto: Merlin D. Tuttle/Bat Conservation International
5-Abril-08

La mala reputación ha hecho que los murciélagos, esos mamíferos alados tan abundantes en México, sean menospreciados en cuanto a sus aportaciones a la economía.

Pero un estudio sencillo acaba de dar un golpe mortal a este prejuicio, al demostrar que los quirópteros pueden ser más efectivos que las aves para controlar las plagas de insectos.

Investigadores de la Universidad de Michigan (UM) pasaron un temporada en la Finca Irlanda, una plantación de 300 hectáreas ubicada en Chiapas y en la que se planta café orgánico, lo cual significa que el grano se cultiva sin emplear plaguicidas.

Ahí, murciélagos y aves trabajan continuamente controlando las poblaciones de insectos que amenazan con devorar los cultivos, pero las aves casi siempre se llevan la mayor parte del crédito, pues la mala fama de los murciélagos los mantiene a la sombra.

El estudio publicado ayer en la revista Science y firmado por Kimberly Williams-Guillén, Ivette Perfecto y John Vandermeer, de la Escuela de Recursos Naturales y Medio Ambiente de la UM, reveló que durante la temporada de lluvias veraniegas, los murciélagos devoran más insectos que las aves.

La autora principal, Williams-Guillén, dijo a BBC que ya era conocido el papel regulador de los murciélagos como controladores de plagas en Europa y Estados Unidos. “Pero queríamos estudiar si también llevan a cabo esta función en Centroamérica y otras regiones tropicales”.

Según la Universidad de Michigan, en un momento en que las poblaciones de quirópteros de todo el mundo están declinando, sus ventajas como controladores ecológicos de insectos son un ejemplo más de que estos animales “proporcionan servicios ecológicos ignorados y que pasan inadvertidos”.

Y es que además de comerse hasta la mitad de su peso en insectos en unas horas, los murciélagos polinizan plantas silvestres y frutas, dispersan semillas y cumplen otras funciones.

“Los murciélagos impactan sistemas ecológicos de todas las formas, y sólo quiero que reciban el crédito que merecen”, dijo Williams-Guillén, becaria posdoctoral en la UM.

La investigadora explicó que científicamente los mamíferos alados no recibían los elogios porque los estudios anteriores tenían defectos de diseño que ocultaban su verdadera contribución.

Los expertos de Michigan que se instalaron con su equipo en la Finca Irlanda para una amplia gama de estudios (incluyendo algunos sobre hormigas y escarabajos), definieron experimentos sencillos basados en “exclusiones”: en dejar fuera de una zona a un tipo de depredador, usando redes.

En un campo se excluyó a las aves de día; en otra, se excluyó a los murciélagos de noche; en una tercera, se excluyó a murciélagos y aves día y noche, y en la cuarta no se excluyó a nadie: murciélagos, aves e insectos tuvieron vía libre.

Después de varios días en cada condición, los investigadores hicieron conteos de los insectos visibles en las plantas. En general, encontraron que el uso de redes para excluir aves y murciélagos hizo aumentar la población de insectos en 46 por ciento respecto a las condiciones de control.

Hallaron también que durante las lluvias de verano, al excluirse a los murciélagos creció en 84 por ciento la densidad de insectos, arañas y ácaros, para una relevancia superior incluso a la de las aves.

El estudio determinó que hay una segunda razón por la cual se ha ignorado hasta ahora la auténtica participación de los murciélagos en el control de insectos: la cuestión de las técnicas de caza.

Es sabido que los mamíferos alados buscan alimento usando su sistema de ecolocalización mientras surcan el cielo nocturno. Pero resulta que los murciélagos chiapanecos de los que hay unas 45 especies en la Finca Irlanda, contra 137 especies que hay en todo el país— recurrieron a una técnica más pasiva llamada “limpieza de hojas”, la cual consiste en esperar pacientemente a la presa colgados de sus patas.

Gracias a sus enormes orejas, estos pequeños cazadores son capaces de escuchar los chirridos de los insectos o el ruido que hacen al masticar hojas. En cuanto escuchan a un insecto, lo atrapan en un rápido movimiento desprendiéndolo de la hoja o el tallo.

“La gente creía que todos los murciélagos vuelan a una altura mediana agarrando mosquitos y polillas”, dijo Williams-Guillén. “Pero resulta que las técnicas de alimentación de los murciélagos son mucho más variadas de lo que la gente había pensado”.

En la plantación, estos pequeños mamíferos devoran más de 200 especies de insectos que de otro modo pueden causar daños a las plantas de café.

“Hay muchas creencias sobre los murciélagos que no son ciertas”, apuntó la experta. “Por ejemplo, se piensa que todos son vampiros, y sin embargo de las más de mil especies que hay en todo el mundo, sólo tres son de vampiros”.

No ayuda en América Latina el hecho de que las tres especies de vampiros vivan en la región, donde “es muy común que la gente destruya a estos animales” que cumplen una función tan importante en el equilibrio de los ecosistemas.

Ahora el equipo de Michigan está estudiando si los quirópteros también aportan su apetito para regular cultivos no basados en la sombra.

“Las poblaciones declinantes de murciélagos podrían poner en riesgo importantes servicios ecológicos”, escribieron los expertos en Science. Por ello, “es vital comprender mejor su estatus de conservación”.

Mexicanos

En el mundo se han registrado 927 especies de murciélagos. De ellas, 137 se han detectado en México, lo cual significa que nuestro país aloja casi 15 por ciento de la diversidad total.

De las 137 especies vistas en el país, 15 son endémicas (arriba, un ejemplar del género Lonchorhina) y de acuerdo con la Semarnat, hay 38 especies en alguna categoría de peligro de extinción.

Una de las formas en que más se ha afectado a estos delicados mamíferos ha sido la destrucción deliberada de cuevas, que condena a muerte a millones de ejemplares.



Monterrey/Redacción
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