MARCHA, PROTESTA, POR FALTA DE SOLUCION

Transcurrieron varias horas para que cientos de habitantes de El Salto, Juanacatlán y Puente Grande desbloquearan los cruces de la avenida Juárez y 16 de Septiembre y la carretera libre a Zapotlanejo, vías que mantenían “tomadas” ante la exigencia de ser recibidos por el gobernador Emilio González Márquez.
Y es que los manifestantes que protestaron afuera de Palacio de Gobierno se negaban a dialogar con subsecretarios.
“No queremos falsas promesas, son personas que no tienen decisión, queremos al gobernador o al secretario general de Gobierno, no queremos otros filtros, ya basta de mentiras”, sentenciaban algunos de sus líderes.
Sin embargo personal de la Subsecretaría de Asuntos del Interior del Gobierno del Estado finalmente recibió el pliego petitorio de los inconformes pero además logró la liberación de las vías, al advertir a los manifestantes que de no proceder al desbloqueo por voluntad la Policía Federal Preventiva tendría que intervenir.
Básicamente su petición primordial era que la zona se declare de emergencia ambiental a nivel federal para que puedan fluir recursos y realizar obras que den solución definitiva al problema de contaminación, ya que aseguran que el entubamiento del Río Santiago para mitigar la polución proveniente de la Cuenca del Ahogado de nada servirá.
“Esa tubería que van a poner no nos beneficia en nada al pueblo, al contrario, nos va a causar graves problemas, queremos el tratamiento que debe de ser para todos los afluentes del río, porque tiene mucha contaminación”, dijo Everardo Vergara, uno de los líderes del movimiento.
Asimismo aseguró que son 160 mil los habitantes de la zona que padecen una serie de enfermedades ya que afirma que la contaminación ha empeorado en los últimos días con la temporada de calor.
“Claro que sí tenemos mucha gente que ha muerto de leucemia, de cáncer, enfermedades renales, problemas de los oídos, de los ojos, de la piel; no podemos seguir tolerando esto, hay muchos que están en fase terminal”.
A gritos los manifestantes reclamaban al ejecutivo el donativo por 90 millones de pesos que destinó al Santuario de los Mártires, dinero que consideraron hubiera sido invertido en la rehabilitación del Río Santiago.