Manifestación y rechazo a la megalimosna; piden dinero para sanear el Río
El Occidental
15 de abril de 2008
Víctor M. Ramírez Alvarez
Guadalajara, Jalisco.- Al grito de "Solución a la contaminación" y para "el Santuario 90 millones de pesos, cuántos para el Santiago", cientos de habitantes de El Salto, Juanacatlán y Puente Grande bloquearon avenidas al caminar desde el Parque Agua Azul hasta el Palacio de Gobierno, en donde por más de una hora esperaron a ser recibidos por el Secretario General de Gobierno, lo cual nunca sucedió y ante el desplante optaron por dejar sus peticiones a Salvador Loreto, funcionario de menor rango.
"Guadalajara, Tlaquepaque, tú eres parte de la solución, si no, habrá revolución", "Emergencia ambiental para El Salto, Juanacatlán y Puente Grande" eran las consignas de los niños, jóvenes, adultos y ancianos ante las puertas del Palacio de Gobierno.
Casi dos horas después inició la marcha programada para las 10:00 de la mañana y al frente de la comitiva, iban niños en carreolas y sus padres portaban cubrebocas, con el objetivo de escenificar cómo viven ante la peste que emanan las aguas del Río Santiago".
Poco a poco y protegidos por un representante de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) el largo contingente avanzó hacia el centro de la ciudad en donde su presencia desquició la circulación no sólo de las inmediaciones, sino de "todo Guadalajara" señalan algunos ciudadanos quienes tardaron más de una hora y media en hacer un recorrido cotidiano de 20 minutos.
Encabezados por Graciela González, los manifestantes exigieron que a la brevedad se declare como zona de emergencia ambiental a los municipios de EL Salto y Juanacatlán, así como aplicar las medidas necesarias para el saneamiento del río. Al mismo tiempo rechazaban las acciones de entubamiento del cauce porque considera que tendrán más problemas con el temporal de lluvias.
Mientras el contingente era escoltado por más de cinco patrullas, seis policletos y se realizaban los cortes a la circulación, el tercer visitador de la CEDH, Alfonso Hernández Barrón, señaló que el motivo de su presencia era para verificar que no se dieran actos que violaran los derechos de los manifestantes, quienes con tiempo solicitaron su presencia.
"Lo hacemos de manera preventiva y para garantizar el derecho a la libertad de expresión y manifestación de las ideas, llegamos desde las 10 de la mañana y el trabajo concluirá hasta que lleguen a la entrada del Palacio de Gobierno".
Una vez concluida la marcha en el centro de la ciudad, Graciela González dijo que llegaban de manera respetuosa para entregar su pliego petitorio y exigieron la instalación de una mesa de trabajo en banqueta, la cual nunca llegó.
Atrás de ellos los ánimos se caldeaban y la temperatura se incrementaba, al igual que la ambiental debido a los intensos rayos solares que se asomaban entre las nubes.
Detrás de los organizadores los ciudadanos transportados en más de 45 camiones gritaban, levantaban sus pancartas y en una manta exigían la subsede de los Juegos Panamericanos del 2001.
Leyendas como "la violación de derechos es un deleite en Jalisco y no un delito", "El Salto y Juanacatlán también son zona de turismo".
Mientras, la negociación se estiraba y aflojaba, los cientos de automovilistas comenzaban a sufrir los efectos del ahorcamiento de la circulación y cierre de calles, algunos señalan que el problema afectó hasta la zona de Periférico y la Calzada Independencia Norte.
"Tenemos años batallando para que nos escuchen y hagan algo, pedimos que no se sigan tomando decisiones unilaterales" señaló la organizadora.
Finalmente el problema se destrabó y el documento fue recibido por un Subsecretario de gobierno y con la promesa de hacérselo llegar al gobernador, con la esperanza que con la presión social y la presencia de los principales afectados, como son los niños y adultos surtan efectos y se tomen acciones concretas, especialmente con recursos económicos.
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