Tras la sequía más fuerte en 70 años, la Seder busca acciones para mitigar daños
Según la Sagarpa, este año se perdieron mas de 963 mil hectáreas de cultivo y 42 mil cabezas de ganado en el país
La sequía que azotó este año a diversas regiones del país prácticamente hizo trizas al campo. De acuerdo a cifras de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) hasta el 18 de noviembre se habían perdido 963 mil hectáreas de cultivo y 42 mil cabezas de ganado en todo el territorio nacional.
En Jalisco, la afectación alcanzó las 45 mil hectáreas con cultivos forrajeros y al menos 11 mil muertes de reses, siendo las regiones Norte y Los Altos Norte las más perjudicadas. Nunca se vio algo semejante, dice en entrevista el titular de la Secretaría de Desarrollo Rural (Seder) en el estado, Álvaro García Chávez.
“La más fuerte en los últimos 70 años en el país de acuerdo a la información que nos da la Comisión Nacional del Agua (Conagua)”, señala.
Una sequía igual a la de este año podría traer consecuencias graves para el campo en el 2012, reconoce el funcionario, y previendo que ello pudiera ocurrir, asegura que están en proceso una serie de acciones tendientes a mitigar el desabasto de agua ante un escaso temporal de lluvias, como la contratación de seguros para la restitución de daños y el desarrollo de infraestructura. Señaló que el gobierno del estado aportará 200 millones de pesos para la creación de un fondo de contingencias, y se espera que el gobierno federal ponga una cantidad similar.
Aunque Jalisco tiene un total de 850 mil hectáreas de cultivo, la Seder aseguró sólo 180 mil hectáreas, de las que 150 mil corresponden a cultivos de maíz, 11 mil de sorgo, nueve mil de frijol, mil de cebada y mil de avena. Para el 2012, la dependencia tiene previsto construir una serie de bordos para el almacenamiento de agua y la compra de pipas a efecto de trasladar el vital líquido en caso de que los agricultores y ganaderos lo requieran.
“Estaremos construyendo el siguiente año seguramente más de 600, 700 bordos en todas las regiones ganaderas con el equipo que se compró de parte del gobierno del estado y los municipios”, dijo.
Las cifras de la Sagarpa y la Seder difieren en cuanto a la muerte de reses, (la segunda reporta aproximadamente cinco mil) no así en las zonas afectadas. Lagos de Moreno es el municipio más perjudicado con 26 mil hectáreas y por lo tanto la entidad que recibió más recursos por concepto de restitución de daño, 32 millones de pesos. Le sigue Colotlán en el norte del estado con siete mil 600 hectáreas y un monto a pagar de nueve millones; Ciudad Guzmán con dos mil hectáreas y un pago de 2.5 millones de pesos. Los municipios que fueron afectados por el huracán Jova como Tomatlán y La Huerta en la costa sur de Jalisco recibieron el 100 por ciento del seguro, sin embargo en las entidades que tuvieron afectaciones del 15 a 20 por ciento, las aseguradoras no cubrieron el daño debido a que no lo consideraron catastrófico, subrayó el funcionario.
“En la región de Altos Norte a Ojuelos, Villa Hidalgo, Totatiche, Jalostotitlán, Mexticacán se les entregaron dos millones 766 mil pesos para precisamente hacer compras consolidadas de forraje”, precisó.
Afecta sequía zonas urbanas
La sequía no sólo afecta a los agricultores y ganaderos. Las zonas urbanas de por lo menos 33 municipios del interior de Jalisco hicieron pública su exigencia el pasado mes de noviembre de un aumento a las tarifas del agua con la finalidad de obtener recursos que les permitan generar nuevas obras de abastecimiento.
“Estamos hablando de un aumento de 10 centavos al día en el municipio de Atotonilco, lo que le daría un mejor servicio a los ciudadanos y más que nada implementar preventivamente los problemas que se nos puedan venir en la distribución y servicio que le estamos dando a la población”, expresó el alcalde de Atotonilco, Francisco Godínez Arias, durante una reunión sostenida con sus homólogos en las instalaciones de la Comisión Estatal de Agua (CEA).
El edil refiere que Atotonilco se abastece principalmente de pozos de absorción, sin embargo han perdido parte de su capacidad por el constante uso en los últimos siete años y algunos ya están abatidos.
“Prácticamente hemos perforado en esta administración cuatro pozos y de éstos en uno solamente logramos localizar agua a casi 300 metros, pero lo más dramático de esto es que esta agua salió contaminada con arsénico y no podemos dotar de agua potable por ese problema”, dijo.
Con una población cercana a los 70 mil habitantes, el primer edil reconoce que la cobertura de agua no está al 100 por ciento, si bien se han hecho esfuerzos por llevarla a comunidades que durante años no la disfrutaron.
Un 25 por ciento del municipio se localiza en la región de Los Altos y otro 25 por ciento en la región Ciénega, por lo que la presa El Zapotillo que edifica la Conagua en las inmediaciones del poblado de Temacapulín no reportará ningún beneficio a la entidad, afirma Godínez Arias.
“Yo creo que vamos a tener un problema muy grave, pero muy grave y vamos a llegar a tener que hacer con prepago lo que es el servicio del agua. ¿Qué es esto?: lo que se hace con las tarjetas de teléfono, `me pagas tantos metros cúbicos y eso te mando´”, explicó el munícipe su previsión a unos 10 años.
En el caso de Unión de Tula, otro de los municipios inconformes, su presidente municipal con licencia, Jaime Ismael Brambila, menciona que el no haber aumentado las tarifas del agua potable impedirá la excavación de nuevos pozos de absorción.
El titular de la Seder se muestra airoso a pesar de la calamidad que sacudió al campo jalisciense pues asegura que éste mantuvo su liderazgo con una participación del 11.7 por ciento al Producto Interno Bruto Agropecuario.
“No hay un solo estado en el país que esté construyendo más presas que Jalisco, nadie, nadie, nadie. Jalisco se lleva prácticamente el 40 por ciento del recurso disponible a nivel nacional para infraestructura hidroagrícola porque hicimos la tarea, los proyectos ejecutivos”, acota.
Precisa que el año entrante entrarán en operaciones la presa Vista Hermosa, enclavada en la Sierra del Tigre para dotar de agua a cuatro mil hectáreas; El Naranjo en Cihuatlán y Los Panales en Cabo Corrientes, esta última clausurada por la Profepa debido a que carecía de permisos para el desmonte de árboles y cambio de uso de suelo.
“¿Qué será más importante? cubrir un requisito que tengo que esperarme ahí o que se detenga la actividad (agrícola) y que esa gente se dedique a la delincuencia porque definitivamente perdió todo lo que tenía, definitivamente arrancamos la construcción sin tener todo lo que nos pide la Semarnat, ya afortunadamente todo quedó saldado, pero no voy a parar un proyecto de casi 600 millones de pesos”, sentenció el funcionario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario