Presentó estudios comparativos entre El Salto y Juanacatlán con una región de Tonalá
No está en riesgo la salud de la población que vive alrededor del río Santiago: Petersen Farah
Los resultados del análisis arrojan un número menor de muertes en el municipio tonalteca
“No encontramos ninguna asociación entre la inhalación de los vapores del río (Santiago) y riesgos a la salud en las personas que conviven en el entorno del río”, dijo Alfonso Petersen Farah, titular de la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ) ayer, luego de presentar resultados del estudio comparativo entre El Salto y Juanacatlán, con una región socieconómica similar en Tonalá, sin embargo, las cifras de la dependencia revelaron que de las 305 familias encuestadas, en El Salto y Juanacatlán siete registraron el fallecimiento de algún integrante de su familia (que vivía en el domicilio encuestado), en tanto que Tonalá sólo registró tres decesos.
El estudio, que inició el pasado noviembre, se realizó a 619 habitantes de El Salto y Juana catlán (esto es 152 familias) y a 682 habitantes de la cabecera municipal de Tonalá (lo que representa 153 familias, porque en una vivienda seleccionada habitaban dos familias), a fin de determinar cuáles son las enfermedades más comunes en la zona, y reveló que las enfermedades respiratorias agudas fueron la principal afectación a la salud entre diciembre de 2009 y enero de 2010, al tener una tasa de 23.9 por cada cien mil habitantes tonaltecas, a diferencia de 21.5 por cada 100 habitantes de la región cercana al río; seguidas del dengue, las infecciones en vías urinarias, las alergias y la bronquitis. Donde hubo mayor diferencia fue en las enfermedades gastrointestinales, a una escala de 8:1, siendo más afectada la región de El Salto y Juanacatlán; y la bronquitis, con una diferencia de cinco a uno, haciendo más vulnerable a la región cercana al río. En ese aspecto, la incidencia total de enfermedades agudas fue más alta en Tonalá que en El Salto/Juanacatlán, con 26.4 y 25.2 por cada cien habitantes, respectivamente.
Las enfermedades crónico degenerativas que activistas han denunciado, entre ellas el cáncer y la insuficiencia renal no fueron representativas en el estudio, que determinó como las principales afectaciones crónicas entre diciembre y enero pasado la diabetes mellitus, con 19 casos en Tonalá y 14 en El Salto-Juanacatlán; la hipertensión arterial, con 13 casos cada uno; el asma bronquial, con 14 casos en Tonalá y 6 en El Salto y Juanacatlán; y la cefalea migrañosa, con cuatro casos en las cercanías al caudal y ninguno en Tonalá. En términos generales, respecto a enfermedades crónicas, Tonalá tuvo 96.8 por mil habitantes, en tanto que El Salto-Juanacatlán 93.7.
En cuanto a la defunciones durante el último año, fueron siete en El Salto-Juanacatlán, y 3 en Tonalá, esto es, una tasa de 11.3 y 4.4 respectivamente, por cada mil habitantes, siendo los factores: infarto al miocardio (una mujer de 69 años, originaria de Tonalá, y otra de 84 años de Juanacatlán); neumonía (una mujer tonalteca de 30 años y un varón de 60 años, vecino de El Salto); atropellamiento (un varón de 30 años, de Tonalá); cáncer pulmonar (un varón de 79 años, de Juanacatlán); tromboembolia pulmonar (un varón de 74 años, vecino de Juanacatlán); cirrosis hepática (un varón de 55 años, de El Salto); diabetes mellitus (una mujer de 81 años vecina de El Salto); y hemofilia (una menor de 12 años, de El Salto).
La justificación, explicó el director de Salud Pública de la SSJ, Mario Márquez Amezcua, fue porque la población de Tonalá tiene un promedio menor de edad que los entrevistados de El Salto y Juanacatlán, siendo más notorio en el grupo de 65 años y más, y esto, dijo, puede ser atribuible al mayor número de habitantes en el mencionado grupo de edad.
Cabe señalar que en la encuesta no se incluyó la zona conocida como La Azucena, de donde era vecino Miguel Ángel López Rocha, el menor que murió intoxicado por metales pesados el 13 de febrero de 2008, luego de caer al río Santiago –a unos metros de su casa- y tragar agua contaminada. La justificación: porque los habitantes de La Azucena tienen apenas 2 años promedio viviendo en la zona, y el resto de habitantes de El Salto y Juanacatlán tienen 22 años, en tanto que los de Tonalá tienen 13 años de residencia.
El estudio abarcó las colonias La Hacienda, La Mesa, Obrera, Álvarez del Castillo, Ampelio, Buenos Aires, Centro, El Gigante, El Pedregal y El Potrero en El Salto; La Playa, Cofradía y Centro, en Juanacatlán; y Fidel Velázquez, Flores Magón, Jardines de Tonalá, La Sillita, Lomas de Tonalá, Mirador de la Reina, Mirador del Sol, Praderas del Sol, Centro, Altamira, Benito Juárez, Del Sur, El Mirador y El Recodo, en Tonalá.
“El estudio nos permite concluir que la Secretaría de Salud en éste momento no encuentra información epidemiológica que permita sugerir que la población que vive en el entorno del río tenga que cambiar su lugar de residencia, ya que no se identifican riesgos a la salud complementario”, dijo en repetidas ocasiones Petersen Farah, que negó la intensión de justificar con los resultados del muestreo, la muerte de Miguel Ángel -que el sábado próximo cumple dos años de fallecido- así como los 22 decesos y los más de 700 casos de enfermedades degenerativas documentadas por el Frente contra la Contaminación y la Impunidad.
A decir del secretario de Salud, la SSJ “insistirá” en la que Comisión Estatal del Agua lleve a cabo un proyecto de abasto de agua potable en los municipios cercanos al río Santiago, luego de que el caudal “no cumple con características satisfactorias para que su agua pueda ser utilizada para fines de consumo humano o recreación”; así como en la construcción de plantas de tratamiento y la identificación de las empresas contaminantes, y adelantó que esta semana presentarán un corte preliminar del Registro de Estatal de Cáncer 2009, luego de los señalamientos en torno a la morbi-mortalidad a causa del cáncer en El Salto y Juanaca tlán, que en 2008 representaban 38.74 y 16.74 por cada 100 mil habitantes, respectivamente.
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