12.2.10

No mata pero que feo huele

RADAR

Jaime Barrera Rodríguez

  • Enviar Nota
  • Imprimir
  • 2010-02-12•Al Frente

Desde hace dos años, el recuerdo de la muerte de Miguel Ángel nos hace voltear al río Santiago. Uno de los lados más sucios y apestosos de nuestra casa grande. El problema estaba ahí, agravándose desde hace muchos años antes, pero se ignoraba. Por eso, dentro de lo malo de la tragedia de la familia de este menor, su legado será no olvidarnos del tema y urgir la solución, que hay que decirlo, está en marcha.

Esta ocasión, la movilización de los vecinos de El Salto en memoria de Miguel Ángel, tuvo una motivación extra: el estudio que presentó 24 horas antes el Secretario de Salud, Alfonso Petersen, en el que concluía, que el Santiago estaba contaminado, pero no mataba.

El doctor no mintió. Tal vez fue inoportuno y no dijo lo que tenía decir luego de presentar un estudio como el de ayer. Por eso su compañera de gabinete, la titular de la Secretaría del Medio Ambiente, Martha Ruth del Toro, salió ayer a decir que sí existen riesgos a la salud y, para salir del paso, que emitirá un decreto de alta fragilidad ambiental para la zona.

Como era de esperarse, la UdeG reprobó el estudio de la Secretaría de Salud.

Pero sin duda, los más irritados, y con toda razón, fueron los vecinos de las comunidades que viven a las orillas del río que contaminamos todos. A ellos, que padecen a diario los fétidos olores que despiden las aguas del Santiago, y en tiempos de calor, deben soportar enjambres de moscos que no los dejan ni dormir, obviamente les iba a molestar que les dijeran que no pasa nada con el Santiago y… ¡que no necesitan mudarse a otra parte!

Lo que faltó mencionar es que lo peor de todo, la pestilencia y los riesgos de salud los padecerán al menos otros tres años. Y que por la tanto para que no se muden, la autoridad hará algo emergente mientras llega la solución de fondo.

Con mucho retraso, pero se trabaja ya en ello. Construyen ya las plantas de tratamiento del Ahogado y de Agua Prieta que costarán en conjunto tres mil 450 millones de pesos, y que por primera vez en la historia de la ciudad limpiarán el agua que salga de la zona metropolitana. La Comisión Estatal del Agua ha invertido 210 millones en colectores, redes de alcantarillado y otras pequeñas plantas en las colonias aledañas a la Cuenca del Ahogado, pero esas obras no impactarán hasta que no se echen a andar las dos grandes plantas antes mencionadas.

Por eso la autoridad debe atender la problemática que padece la comunidad de El Salto con medidas que mitiguen su baja calidad de vida. No importa que no los mate el río. Si se quieren convencer de la urgencia, basta con que acepten la invitación que ayer les hicieron sus moradores: que instalen sus despachos a las orillas del Santiago y respiren de cerca la atmósfera con la que ellos conviven a diario. Los decretos no bastan. Las encuestas menos.

jaime.barrera@milenio.com

No hay comentarios: