1.6.13

SEQUIA...

Sequía golpea a la zona más productiva del país

Cd. y Región •
Una cadena de temporales raquíticos en el último decenio amenaza a una región que genera mucha más riqueza que doce estados de la república.
San Juan de los Lagos  • Los Altos de Jalisco han pasado en diez años, de recibir lluvia copiosa a niveles muy similares a los de Guadalajara, por arriba de los 800 milímetros, a los registros históricos promedio de la región desértica de La Laguna, de poco más de 200 mm.
Es un dato relevante para la zona más productiva del país en el ramo agropecuario, pues el agua es un insumo básico de los ganaderos y agricultores que han hecho florecer durante siglos este duro altiplano de tierra roja y han dado vida a una economía pujante que aporta un quinto de la leche y más de la mitad del huevo que inundan el mercado nacional.
Los registros no mienten. El 12 de noviembre de 2003, el reporte oficial de la Comisión Nacional del Agua señalaba, a la salida del temporal, una precipitación acumulada de 700 milímetros en la región Los Altos Sur (cuyo centro es en Tepatitlán); de 835 mm para Los Altos Norte (Lagos de Moreno) y de 822 mm en la región Ciénega (Ocotlán, fuera de Los Altos, pero con municipios alteños en su lindero norte).
En cambio, el registro del 10 de octubre de 2012 en las tres demarcaciones administrativas del este de Jalisco, ya terminadas las lluvias, reporta para Los Altos Sur, un valor raquítico de 230 mm: 480 mm para Los Altos Norte y 519 mm para la Ciénega.
Aunque 2012 fue un año extremadamente seco, la tendencia a la baja ha sido constante y refleja para muchos la realidad del cambio climático. El investigador de la UdeG, Arturo Curiel Ballesteros, señala que la demarcación es el laboratorio de ese fenómeno para Jalisco y tiene una gran vulnerabilidad justamente por la importancia de sus emporios ganaderos y agrícolas y la nutrida población que alberga.
“Hay registros de sequías enormes, muchos historiadores dicen que la revolución tuvo como detonante una sequía fuerte; la gente no tenía qué comer y se metía a la revolución para moverse hacia zonas con alimentos; muchos lugares se colapsaron, y si bien, de una sequía meteorológica quizá sí tengamos antecedentes, no tenemos antecedentes de vulnerabilidad como ahora; la diferencia es que somos más vulnerables”, apunta.
De hecho, en la pérdida de superficie apta para la siembra de maíz de temporal en Jalisco, Los Altos han abandonado alrededor de dos mil hectáreas. Los efectos se multiplican sobre otras áreas sensibles, como sería la reducción de los hatos ganaderos, reconoce el presidente de la asociación ganadera local de San Juan de los Lagos, José Luis de la Torre Muñoz.
“Hemos tenido hasta cuatro años seguidos de muy malas lluvias; se ha puesto difícil poder sacar el alimento para nuestros animales, hemos estado batallando bastante; luego, aparte del temporal a la baja, los de la CNA nos están quitando los pozos que pueden y usamos para sembrar pasturas, y nos están pegando más; los precios de las pasturas están por las nubes y eso nos pega en la producción de leche, de carne […] la crisis nos ha obligado a mandar vacas lecheras al rastro antes de tiempo, porque no hay agua ni forrajes para alimentarlas y un rancho sin agua no vale nada…”.
San Juan es, a nivel municipio, uno de los principales centros lecheros del país. Pero su crisis con el agua rebasa lo productivo: la presa de abastecimiento, que data de finales de los años 50 del siglo XX, está completamente azolvada; su río se ha secado y parte del recurso para abastecer las casas se obtiene de potabilizar agua residual, lo que preocupa a los habitantes por efectos posibles a la salud.
Juan Guillermo Márquez Gutiérrez, nativo del municipio y quien preside la asociación civil Conredes (Consejo Regional para Desarrollo Sustentable), reflexiona: “Actualmente el temporal se ha recortado, comenzando prácticamente en el mes de julio y no en mayo o junio. También se ‘retira más temprano’, muchas veces a finales de septiembre, cuando normalmente lo hacía en octubre. Las personas mayores, que podían predecir cómo sería el temporal, se encuentran desconcertadas. Les cuesta trabajo entender el concepto de cambio climático”.
Pero es un tema que ha llegado para quedarse, con su impronta de lluvias erráticas, tierras exhaustas y amenazas de colapso en la economía y sociedad locales.
Claves
Lluvia a la baja
- La sequía cada vez más extrema en la región alteña está acreditada en los registros de la Comisión Nacional del Agua de los últimos diez años, cuyos reportes de sus estaciones hidrometeorológicas en fechas posteriores al final del temporal no dejan lugar a dudas.
- El 12 de noviembre de 2003, los registros para la región Los Altos Sur fueron 700 milímetros de lluvia acumulada en el año, una vez que había terminado el temporal. Al mismo día de 2004, fueron 898 mm. Tres años después, el 9 de octubre de 2007, el registro acumulado era de 500 mm, y el 9 de octubre de 2008, volvió a repuntar a 820 mm. El 10 de octubre de 2011, la baja era acusada: apenas 322 mm, y un año después, 230 mm, niveles propios de una región desértica.
- Con las mismas fechas y años, los registros para Los Altos Norte presentan la siguiente evolución: 835 mm en 2003, 592 mm en 2004, 622 mm en 2007, 670 mm en 2008, 273 mm en 2011 y 480 mm en 2012.
- En el caso de la región Ciénega, que incluye municipios alteños como Atotonilco, Ayotlán y Degollado, los registros son: 2003 con 822 mm, 2004 con 807 mm, 2007 con 748 mm, 2008 con 836 mm, 2011 con 502 mm y 2012 con 519 mm.
- La medición de la lluvia en milímetros corresponde a la altura de la lámina de agua que se acumula en un recipiente que es medido en un pluviómetro. Los milímetros son equivalentes a los litros por metros cuadrados. Las regiones desérticas registran lluvias inferiores a 300 mm, las abundantes, como ocurre en Chiapas o Tabasco, pueden registrar 2 mil mm.
Fuente: CNA


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