16.6.13

CRUZADA CONTRA EL HAMBRE....

Tranzada contra el Hombre, perdón, Cruzada contra el Hambre

• "Esa es la principal hambre que padecemos… teniendo lluvia tenemos todo, para eso necesitamos de nuestra costumbre"
Mientras Rosario Robles hablaba de erradicar el hambre, la Sagarpa defendía los cultivos de maíz transgénico. Foto: Héctor Jesús Hernández
Mientras Rosario Robles hablaba de erradicar el hambre, la Sagarpa defendía los cultivos de maíz transgénico. Foto: Héctor Jesús Hernández
Tunuary y Cristian Chávez.- El pasado martes 11 de junio la titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), Rosario Robles Berlanga, y el gobernador Jorge Aristóteles Sandoval estuvieron en la comunidad wixárika de Pueblo Nuevo, en donde firmaron un convenio para echar a andar la denominada Cruzada Nacional contra el Hambre que impulsa el gobierno federal.
En el evento los funcionarios repitieron los discursos ya conocidos, emitidos en diversas comunidades, se mencionó que “más que un presupuesto asignado a Jalisco, se busca intervenir con los programas federales y estatales existentes para transformar el entorno de las familias más vulnerables del estado”.
Las palabras de la funcionaria no hablaban de la totalidad de los cambios que busca el gobierno federal para mejorar el “entorno a las familias más vulnerables del estado”, no habló por ejemplo de –como estrategia para erradicar el hambre– la ya inminente liberación para la siembra de cultivos de maíz transgénico y los riesgos que implica para un país reconocido como centro de origen de un cultivo base de la cultura alimenticia, y más aun, base de la raíz espiritual de los pueblos indígenas de este país, fue información omitida ante los herederos de una cosmovisión tan antigua como actual, como es la del wixárika.
Cuentan los pueblos originarios de este país que somos hijos del Maíz, que de sus colores se nacieron las diferentes culturas y lenguas, “nuestra madre” le dicen; “nuestro origen”, lo recuerdan; “ta tei niwetsika” la nombran los wixaritari. Se reconoce como un origen innegable que se narra en las ceremonias y de ella brotan los nombres de los niños recién nacidos, se trata de un origen narrado a los sabios por los antepasados, un origen pasado que no produce nada para el capital pero es la semilla del futuro y la razón de un tejido social y raíz espiritual de un presente vivo del pueblo wixárika.
Ante este pueblo, la funcionaria federal omitió decir que mientras ella hablaba de erradicar el hambre a un pueblo cuya base alimenticia y espiritual está asentada en el maíz, el titular de la Dirección General de Inocuidad Agroalimentaria, Acuícola y Pesquera de la SAGARPA, Hugo Fragoso Sánchez, aseguraba en su oficio No. B00.04.03.02.01-03333/2013 que la siembra de maíz transgénico es un hecho y que “las liberaciones de organismos genéticamente modificados en México están sustentadas en lo dispuesto en la ley”.
La titular de Sedeso debió haber expuesto a las comunidades wixárika esta estrategia y les hubiera dicho que la siembra de maíz transgénico en México ha generado la contaminación genética de semillas nativas en muchas comunidades, las cuales están propensas a ser demandadas por las trasnacionales que cuentan con la patente de dichas modificaciones del material genético del maíz. Rosario Robles debió preguntar a las comunidades si están de acuerdo con esa estrategia del gobierno federal antes de solicitar firmar un supuesto convenio.
Fue en este evento que la voz del pueblo wixárika, trasmitida en las palabras del Comisariado de Bienes Comunales de Santa Catarina Cuexcomatitlán, dejó claro que “somos un pueblo que padece de hambre, pero sobre todo de hambre de justicia… de hambre de respeto a nuestra cultura indígena que vela por la vida, por la lluvia… por eso mantenemos nuestra exigencia de que antes que nada el gobierno federal cancele las concesiones mineras que amenazan nuestro lugar sagrado de Wirikuta, donde año con año traemos salud y vida para nuestro pueblo y para toda la humanidad… esa es la principal hambre que padecemos… teniendo lluvia tenemos todo, para eso necesitamos de nuestra costumbre”.
Sin duda este es un lenguaje diferente al de los funcionarios; es tan diferente que las intervenciones posteriores de los políticos no retomaron estas palabras, no las escucharon.
Así se vivió en territorio wixárika la Tranzada contra el Hombre, perdón, la Cruzada contra el Hambre.


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