Aristóteles va por segundo acueducto de Chapala
Redacción.-Hace 18 años, cuando Alberto Cárdenas se convirtió en el primer panista que gobernaba Jalisco, ya se debatía la forma de encontrar nuevas fuentes de abasto de agua para la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) para no sobreexplotar el lago de Chapala; desde entonces se han descartado dos grandes proyectos de infraestructura hidráulica para aprovechar el agua del río Verde y mientras se concreta la construcción de un sistema de presas y represas en éste, hacer un segundo acueducto desde Chapala representa la opción más viable para que la ciudad siga teniendo agua suficiente.
Actualmente el lago de Chapala aporta el 57% del agua que se consume en la ZMG, en tanto que de 146 pozos profundos y manantiales se extrae otro 32% y el 11% restante llega desde la Presa Elías González Chávez, también conocida como Presa de Calderón; sin embargo, el propio SIAPA estima que el 33% de esa agua se fuga por el grado de deterioro que tiene la red de distribución de la ciudad, la mayor parte de esta terminó su vida útil hace 30 años.
En 1999 Alberto Cárdenas propuso la contratación de un crédito japonés para construir un acueducto desde la presa El Salto a la presa de Calderón y aumentar su capacidad; ese mismo proyecto contemplaba un sistema de saneamiento de las aguas residuales de la urbe.
La oposición del Congreso del Estado provocó que no se concretara la contratación del crédito y quedó en el olvido; durante el gobierno de Francisco Ramírez Acuña, cuando se padeció una de las mayores crisis de abasto de agua para la ciudad, se presentó el proyecto de la presa Arcediano como una “solución indispensable” que permitiría dejar de sacar agua de Chapala al menos por 25 años.
En 2009 la CEA reconoció que Arcediano era inviable porque en el sitio donde se pretendía construir, en la barranca de Huentitán, existe una falla geológica que obligaría a cambiar el diseño de la cortina, lo que elevaría exageradamente el costo de construcción.
No obstante, ese mismo año se presentó entonces la opción de construir El Purgatorio, una represa sobre el río Verde que conformaría un sistema hídrico con la presa El Zapotillo, que se construye en el municipio de Cañadas de Obregón.
Sin embargo, mientras El Purgatorio se construye, la demanda de agua de la ciudad ha crecido; con la construcción del segundo acueducto de Chapala, el SIAPA pretende aprovechar el total de la concesión que la Comisión Nacional del Agua otorgó a la ciudad, pues actualmente sólo se extraen 180 millones de metros cúbicos al año de los 240 millones de metros cúbicos anuales autorizados.
El director del SIAPA, José Luis Hernández Amaya, ha explicado además que con este nuevo acueducto se podrían realizar los trabajos de mantenimiento que requiere el primero, construido hace 20 años.
A pesar de la oposición de los habitantes de Chapala a la construcción de este segundo acueducto, la nueva administración estatal, que será encabezada por el priísta Aristóteles Sandoval, apuesta a esta estrategia para garantizar el abasto de agua de Guadalajara y eventualmente, si se logra concluir el sistema El Purgatorio sobre el río Verde, utilizar esa agua para dar reposo a Chapala.
Según el Organismo de Cuenca Lerma Santiago Pacífico de la Comisión Nacional del Agua, si se construye el segundo acueducto desde Chapala, será indispensable complementar esa obra con El Purgatorio, pues eso permitiría tener fuentes de abastecimiento alternas que permitan la recuperación de una u otra en caso de escasez.
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