El cuento de la división del mundo
En el principio fue una división. En lugar de todo para unos, todo entre todos. Hace unos meses, cuando el Gobierno estadounidense anunció su primer plan para salvar los bancos, un sencillo y utópico ejercicio de cálculo inundó Internet. “¿Y si dividimos esos 700.000 millones de dólares entre todos los habitantes del planeta?”. El resultado, 104 millones de dólares per capita, era tan espectacular que ocupó portadas y tertulias en varios respetados medios de comunicación. Poco después, se descubrió el error: eran sólo 104 dólares por persona. Una miseria. ¿O no?
Divide y ganarás. La nueva campaña de Finanzas Éticas de la oenegé SETEM (www.error104.com) propone continuar el experimento fallido. “¿Y si cada uno de los 6.700 millones de seres humanos agarramos esos 104 dólares y los llevamos a un banco ético?”. La gente corriente y esa irrisoria cantidad de dinero, unidas, y en buenas manos, quebrarían el sistema.
“No pongas todos los huevos en la misma cesta”, advierte el proverbio africano. Si la cesta, además, tiene entidad bancaria, date por estafado. Los países más enriquecidos, a través de la OCDE, presentan estos días sus últimos datos de Ayuda Oficial al Desarrollo: 120.000 millones de dólares en 2008. Esos mismos países, ese mismo año, entregaron 8,4 billones de dólares para defender su criminal sistema financiero. Si actualizamos el reparto, si volvemos a dividir entre el planeta, tocan ya a 1.248 dólares por cabeza. ¿Otra miseria? ¿Dónde está nuestro error con solución?
Yo cuento, tú cuentas, él cuenta… Para todos todo, nada para los bancos. En el principio fue una división. El cociente le dio la vuelta al mundo.
Divide y ganarás. La nueva campaña de Finanzas Éticas de la oenegé SETEM (www.error104.com) propone continuar el experimento fallido. “¿Y si cada uno de los 6.700 millones de seres humanos agarramos esos 104 dólares y los llevamos a un banco ético?”. La gente corriente y esa irrisoria cantidad de dinero, unidas, y en buenas manos, quebrarían el sistema.
“No pongas todos los huevos en la misma cesta”, advierte el proverbio africano. Si la cesta, además, tiene entidad bancaria, date por estafado. Los países más enriquecidos, a través de la OCDE, presentan estos días sus últimos datos de Ayuda Oficial al Desarrollo: 120.000 millones de dólares en 2008. Esos mismos países, ese mismo año, entregaron 8,4 billones de dólares para defender su criminal sistema financiero. Si actualizamos el reparto, si volvemos a dividir entre el planeta, tocan ya a 1.248 dólares por cabeza. ¿Otra miseria? ¿Dónde está nuestro error con solución?
Yo cuento, tú cuentas, él cuenta… Para todos todo, nada para los bancos. En el principio fue una división. El cociente le dio la vuelta al mundo.
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