Sangre de puerco vuelve a correr por Puente Grande
El rastro El Edén asegura que no son sus descargas; Tonalá promete investigar.
Guadalajara.- A tres meses de la denuncia pública que hicieron los habitantes del barrio de Cantarranas, en Puente Grande, por las descargas de sangre y vísceras de puerco provenientes de un rastro porcícola, lo que originó la clausura temporal de ese matadero, vecinos y activistas han vuelto a denunciar nuevas caídas de desechos de puercos en el río Santiago, en el mismo punto donde ocurrió hace tres meses.
“Fuimos el sábado pasado [22 de agosto], mientras estábamos haciendo inspecciones, y encontramos descargas de sangre en el mismo punto que antes, y tomamos varias fotografías. Inclusive, el canal de las descargas ahora está más ancho que antes, y estaba saliendo más sangre”, comentó ayer Enrique Enciso de la organización no gubernamental Un Salto de Vida.
Algunos vecinos del barrio Cantarranas, donde a escasos metros de las casas pasan las contaminadas aguas del Río Santiago, coincidieron en que allí han continuado apareciendo descargas de sangre y de desechos, y ellos y los activistas coinciden en que el origen podría seguir siendo el rastro El Edén, que fue clausurado por unos días en mayo pasado por el Ayuntamiento de Tonalá por las descargas que hacía al drenaje.
Sin embargo, ayer Roberto Casillas, director del rastro El Edén, negó que este matadero sea, otra vez, el origen de las ilegales descargas contaminantes.
“Ya no, y bueno, nosotros en quince días terminamos la planta de tratamiento” que el ayuntamiento ordenó instalar en el rastro después de la clausura para evitar descargas, dijo el directivo, quien recordó que la Dirección de Ecología “me dio seis meses” para cumplir con esta disposición, “pero estamos terminando antes. Con nosotros ya no tienen problemas”, aseguró Casillas.
Por separado, Gustavo Aguilar, director de Inspección y Vigilancia del Ayuntamiento de Tonalá, reconoció que esta dirección no ha verificado si en Cantarranas siguen cayendo descargas porque “ahora estamos en otros operativos, pero vamos a dar una vuelta” para inspeccionar el lugar.
No obstante, aseguró que El Edén “ya hizo su convenio con la Dirección de Ecología y creo que ya debieron haber cumplido con el acuerdo, que era poner su planta de tratamiento”. Asimismo, aseguró que este rastro, al igual que otro matadero de la compañía Venagen, también en Puente Grande, “tienen sus documentos y licencias en regla, y ya nada más es cuestión de verificar el convenio”.
El funcionario dio más datos a favor del rastro: “Realmente también hay que considerar que en el momento en que se hace el lavado del área es lógico que se vaya la sangre que queda al drenaje, pero no es porque sigan descargando toda la sangre el drenaje”.
En caso de que en una nueva inspección se encuentren irregularidades en ese rastro, “si no cumplen el convenio son acreedores de una sanción, pero clausura no, a menos que fuera la descarga completa, pero dudo que toda la sangre se vaya al drenaje”.
Según este funcionario, las manchas rojas, los olores nauseabundos y la porquería que rueda casi por las puertas de las casas del barrio Cantarranas no son descargas directas de sangre sino agua “pintada”, o quizá se trata de otra empresa aún no localizada que está abusando de sus vecinos.
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