Realizan asamblea de afectados ambientales en la barranca de Huentitán
La principal afectación que denuncian es la contaminación de las aguas de la cuenca Lerma-Chapala-Santiago-Pacífico, la Cuenca del Ahogado.
Guadalajara.- En el corazón de la barranca de Huentitán se realizo hoy la IV Asamblea Regional De Afectados Ambientales.
Cincuenta personas acudieron en representación de comunidades, pueblos, colectivos y organizaciones sociales al encuentro que se llevó a cabo en la casa ejidal en el poblado de la ex Hacienda El Lazo en Zapopan.
Entre las agrupaciones que estuvieron presentes estuvieron: Un Salto de Vida, Vecinos de Puente Grande, La Comunidad Indígena de Ixcatán, Ciudadanos por Colomos, Comité Salvemos Temacapulin, Promotores Ambientales de Juanacatlán, Grupo Ecologista El Roble, Vecinos de Huaxtla, Milpillas, Mesa de San Juan, San Lorenzo y Ex Hacienda El Lazo.
La principal afectación que denuncian es la contaminación de las aguas de la cuenca Lerma-Chapala-Santiago-Pacífico, la Cuenca del Ahogado.
“Hay tanta desesperación, que es fácil pensar en la posibilidad de ir solos, de no dirigirnos más a los gobernantes y ver cómo, de forma autónoma y autogestiva, entre los propios pueblos intentamos solucionar nuestros problemas”, señala una de los volantes repartidos en la reunión.
Informaron que los pueblos de Temacapulín, Palmarejo y Acácico mantienen la resistencia en contra de la construcción la presa “El Zapotillo”, con lo cual se inundarían estos poblados.
“El gobierno, a pesar de la total oposición popular, no cede en sus intenciones de inundar dichos pueblos para construir una presa”, se quejaron.
Mientras tanto pobladores de El Salto y Juanacatlán aseguran que cada semana fallecen cuando menos cuatro o cinco personas debido a la contaminación del Río Santiago.
Las comunidades de Huaxtla, San Lorenzo, Mesa de San Juan, Milpillas, denuncian que son afectadas por los basureros Picachos y Hassar, cuyos lixiviados contaminan el Arroyo Grande Milpillas y provoca la muerte de su animales y de sus huertos.
La comunidad Indígena de Ixcatán, manifestaron que son víctimas de invasiones a su territorio y de la siembra de especies invasivas (cedro rojo).
Agregaron que en la Zona Metropolitana de Guadalajara las empresas constructoras y algunos particulares siguen empeñados en destruir el bosque “El Nixticuil” construyendo fraccionamientos o ampliando calles y avenidas.
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