Negociación incierta El diálogo que ha comenzado entre vecinos, organizaciones ecologistas y de derechos humanos, y el gobierno federal para resolver los conflictos generados por la edificación de la presa El Zapotillo, no apuntan a un buen fin: “la postura de la Secretaría de Gobernación es que se hace la presa porque se hace”, señaló un miembro del comité de defensa de Temaca, quienes tomaron la obra hace una semana. Los defensores de los poblados dicen que no niegan el agua, pero no se les niegue el derecho a existir: una presa de dimensiones más modestas sería la solución.
Prestigio en juego El problema es que el gran derrotado con esa posible salida es el gobierno de Emilio González, que pidió aumentar la altura de la presa hace cuatro años, y no el vecino Guanajuato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario