20.12.10

Entubados, 88% de ríos y arroyos en la ciudad

El Río Santiago es el único que se ha librado de ser entubado de los que cruzan el Área Metropolitana de Guadalajara. EL INFORMADOR

  • En Jalisco no existen programas para la recuperación integral de cauces y su entorno natural

En Guadalajara se han detectado puntos de inundaciones que coinciden con las zonas donde pasaban los cauces

GUADALAJARA, JALISCO (20/DIC/2010).- De los 17 ríos y arroyos que cruzan el Área Metropolitana de Guadalajara, solamente uno se ha librado de ser entubado: el Río Santiago. Además, algunas partes de los cauces del Arroyo Zapopan, conocido también como Atemajac, y del Río Blanco, permanecen sin entubarse.

Los arroyos que han sido intervenidos son: Caballito, Hondo, Chicalote, Santa María, San Andrés, San Gaspar, Osorio, Seco, San Ramón, Talpita, Los Coyotes, Arenal, El Deán y el Río San Juan de Dios.

“La gran tragedia es que la ingeniería decidió cambiar cauces por entubamiento. Luego resulta que por cuestiones económicas, los entubamientos a veces no tienen la misma capacidad de manejo del agua producida por lluvias intensas, y esto se refleja en las inundaciones que vivimos”.

Las aguas de los ríos y arroyos recorren el subsuelo de los municipios de la Zona Conurbada de Guadalajara. Algunos parecen querer renacer, pues en Guadalajara se han localizado cerca de 100 puntos donde hay inundaciones y que “curiosamente” coinciden con las zonas donde pasaban los cauces, señala Carlos Hernández, gerente técnico del Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA).

En Guadalajara y sus municipios conurbados “quedan semivivos el Arroyo San Gaspar, el Osorio y el San Andrés, porque la etapa final de estos cauces está a cielo abierto. En general se suprimieron todos (los cauces)”.

Se sustituyó la red de drenaje natural por colectores entubados. Los cauces de los que gozaron los tapatíos hace más de 100 años quedaron debajo de las calles y encima se construyeron plazas comerciales y desarrollos habitacionales. En la actualidad se vive sobre una Guadalajara que perdió su significado original: Río que corre entre piedras, del árabe “Wad-al-hidjara”. Los habitantes de la metrópoli se quedaron sin ríos ni arroyos.

En Jalisco no existen programas para la recuperación integral de cauces y su entorno natural. Los proyectos se concentran en encerrar las aguas para evitar que se propaguen los efectos de su contaminación, en lugar de limpiarlos y crear políticas públicas para impedirlo.

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