Aguaprieta dañará un área protegida
Exigen se mueva el sitio de disposición de lodos fuera de la barranca del río Santiago, la cual tiene estatus de reserva protegida municipal para conservación hidrológica avalada por el Congreso del estado.
Guadalajara.- La planta de tratamiento de Aguaprieta ya pasó la difícil aduana del Congreso del estado, pero a juicio de Agustina Rodríguez Miranda, asesora ambiental de la Fundación Cuenca Lerma Lago Chapala Santiago, los legisladores están avalando los graves efectos ambientales y sociales que la obra traerá para el área natural protegida municipal Barranca del río Santiago, de Zapopan.
Esto, porque un predio contiguo denominado Los Tempizques, enclavado al interior de la reserva protegida, será utilizado para instalar el “monorrelleno”, es decir, el tratamiento de los lodos contaminados que se acumulan en la planta, muy cerca del río y de zonas naturales que deben ser preservadas.
Así, la consultora ambiental destaca que el proyecto significa violación a la norma oficial mexicana NOM-083-SEMARNAT-2003, al decreto estatal 20611 para el área protegida Barranca del Río Santiago, y la propia Ley de Aguas Nacionales.
“El monorrelleno encuentra a menos de 500 metros del río, en zona inundable, en falla geológica; la planta no tiene permisos de descarga de aguas residuales al río Santiago -dentro de parámetros permitidos por la NOM-001 de aguas-, no tiene permiso para uso de zona federal ribereña al río para el monorrelleno, no presentó estudio técnico justificativo para cambio de uso de suelo federal, solo manifestación de impacto ambiental [MIA] en la cual está pendiente información complementaria que solicitó al promovente la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales [Semarnat]”, subraya.
La MIA fue presentada ante la Semarnat en modalidad particular, el 25 de mayo de 2010. El 9 de agosto siguiente la autoridad solicitó información complementaria y está en fase de resolución, lo cual puede ser en sentido positivo o negativo, dijo por su parte a Público el delegado de la dependencia, José de Jesús Álvarez Carrillo.
El proyecto de monorrelleno tiene planteada una vida útil de 20 años. “El lodo será trasladado por medio de camiones desde la planta hacia los predios El Tempizque y La Olla, donde serán efectuadas las operaciones de monorrelleno”.
Sin embargo, no es la mejor zona. Los Tempizques, de casi 41 hectáreas, tienen un uso de suelo predominantemente agrícola y frutícola, con una fracción de selva caducifolia en recuperación de actividades ganaderas intensivas en el pasado. La Olla, de 31 ha, tiene perturbaciones por ganadería intensiva pero registra uso agrícola (agave) y manchones de selva. En general, estos predios forman parte de la zona de amortiguamiento del área de protección hidrológica municipal del río Santiago. No se permiten cambios de uso de suelo, sino la permanencia de las actuales actividades, enriquecidas con un fuerte componente de sustentabilidad. La cuestión es que establecer allí el monorrelleno en nada respeta la zonificación ni enriquece el uso sustentable.
A Rodríguez Miranda le preocupa que el documento de la MIA, elaborado por la Comisión Estatal del Agua (CEA), a su juicio, falsea datos en aras de facilitar la autorización. Ejemplos: se habla de un predio de propiedad privada, y en realidad es una superficie de la comunidad indígena de Mezquitán.
Y si se revisan uno por uno los componentes de manejo de la reserva natural, los viola de forma sistemática. En su opinión, los diputados fallaron al autorizar Aguaprieta.
“Si querían condicionarle el proyecto al CEA, ésta condición debió ser la reubicación de un terreno opto, que no se encontrara en la zona de protección. Cuando yo le pregunté en la consulta pública a los de la CEA cuales eran los otros terrenos que se habían valorado, y por qué causas se habían considerado inviables para el proyecto de tal manera que consideraron mejor el de Los Tempizques, no me contestaron, solo dijeron que sí se habían valorado otros terrenos”.
Considera “lamentable que no existan políticas públicas, que solo haya negocios privados y ocurrencias; esta operación obliga a los habitantes de Tempizque a desplazarse a colonias periféricas de la ciudad -Mesa Colorada por ejemplo-, pues en su limitación económica, oropeles y espejitos que les ofrecen, para algunos pareciera una oportunidad el salir de su entorno; sin embargo, no se les da capacitación, alternativa productiva -vivían en su mayoría de la agricultura-, simplemente se van a engrosar la lista de personas en situación de marginación”.
Compra extraña
La fundación señala que la operación de compra-venta o cesión de derechos de los terrenos, la realizó la CEA con la comunidad indígena, sin reconocer a los posesionarios. Además, “los que negociaron el dinero a los comuneros les entregaron tan solo 20 de los 80 pesos por hectárea que habían pactado con la CEA”.
“Quizá en la contraparte puedas encontrar opositores a este razonamiento, que digan que Guadalajara tienen urgencia de sanear las aguas, y tienen razón, no es que el argumento sea contrario, pero no habría de hacerse de ésta manera, violando totalmente el estado de derecho, violentando garantías individuales, derechos de tercera generación que son de todos y de nadie en particular; favoreciendo intereses privados encima de los sociales; y, sobre todo, dejando sin sanear realmente el río Santiago”, añade la consultora.
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