Junto con politólogos, 34 organizaciones pactan una asamblea para el próximo 30 de junio, en la que presentarán un pliego petitorio a los próximos legisladores con sus planteamientos, consolidarán un discurso político y acordarán las acciones posteriores al 5 de julio
Integrantes de las organizaciones impulsoras de la acción acudieron a la sede del organismo electoral. Foto: Héctor Téllez
A casi un mes de acaparar la atención pública y convertirse en el centro del proceso electoral del próximo 5 de julio, organizaciones civiles e intelectuales que promueven el sufragio en blanco conformaron anoche la Asamblea Nacional por el Voto Nulo, con el objetivo de definir una estrategia básica común e intensificar la promoción de su propuesta entre los ciudadanos.
Luego de participar en las mesas redondas Voto Razonado, organizadas por el Instituto Federal Electoral, donde algunos expertos criticaron la falta de una agenda común entre las diversas organizaciones, las instalaciones del organismo sirvieron para crear la asamblea, la cual quedó conformada por 34 organizaciones de todo el país y por los politólogos Denisse Dresser, Sergio Aguayo y José Antonio Crespo.
En la reunión —realizada en el mismo auditorio donde se llevaron a cabo las mesas redondas— pactaron una asamblea nacional para el próximo 30 de junio en la Ciudad de México, donde presentarán un pliego petitorio a los próximos diputados federales con sus propuestas comunes, darán a conocer su estrategia para intensificar el llamado al voto en blanco o nulo en la semana previa al 5 de julio, consolidarán su discurso político y definirán las acciones a seguir tras el día de las elecciones.
En entrevista, Óscar Humberto Castro, del Grupo Anulo Mi Voto, dijo que el propósito es que las organizaciones que impulsan la acción unifiquen, ante las críticas, sus propuestas y establezcan esos mínimos para después hacerlo saber a los ciudadanos de todo el país.
“El origen de este movimiento es discutir y debatir cosas elementales para la democracia, no es nada mas un asunto electoral; tenemos cinco días, entre 30 de junio y 5 de julio, para poder unificar este debate y lograr avanzar en la definición de temas que son relevantes”, subrayó.
Durante las mesas redondas, donde se debatió sobre si es una opción para expresar el fastidio hacia los partidos o si se requiere abrir otros mecanismos para evitar que entren “farsantes” al movimiento, personajes como José Woldenberg alertaron sobre “una retórica antipolítica” en la que la fuerza del movimiento es al mismo tiempo su “debilidad”, pues no hay una agenda en común entres quienes lo impulsan y en donde confluyen personas, grupos, intereses, diagnósticos y plataformas contradictorios.
“Lo que temo es que habrá quien sea el interprete del voto anulado, sin haber planteado con claridad cuál es la plataforma de éste, existiendo puntos de vista encontrados dentro del voto anulado alguien nos dirá: ‘pero las tablas de la ley del voto anulado son éstas’, y eso es a lo que yo temo, a los representantes sin representados, a los que se nombran autorepresentantes”, recalcó.
El tema no debe dividir: Valdés
El ex consejero presidente del IFE pidió no ver de manera reduccionista el malestar innegable a los partidos políticos y confió en que del movimiento que impulsa el voto nulo surja una propuesta positiva, a partir de diferentes puntos de vista e intereses.
A su vez, el consejero presidente del IFE, Leonardo Valdés Zurita, dijo que el voto en blanco no debe convertirse en un tema que “divida a la sociedad, debilite a las instituciones y, en el peor de los escenarios, descalifique el trabajo que lleva a cabo el Instituto Federal Electoral”.
“El IFE, además, de advertir a los ciudadanos que siendo, como lo es, la anulación del voto una forma legal de participar en la elección, es también una fórmula que los margina de las decisiones fundamentales que se tomarán el próximo 5 de julio”, puntualizó.
En ese sentido, la politóloga Denise Dresser lamentó que con las declaraciones de Valdés se den “palmadas en la espalda a una democracia de muy baja calidad” e indicó que cuando José Woldenberg sugiere votar por el “menos malo”, parece un “consejo que coloca la vara de medición al ras del suelo, que obliga a México a seguir conformándose con poco y aspirando a menos”.
El analista José Antonio Crespo se manifestó en favor del voto en blanco como la vía institucional para expresar a los partidos el descontento e indicó que si bien no tendrá efectos jurídicos en al conformación de la Cámara de Diputados, sí impactará en la permanencia del registro de algunos partidos.
Sin embargo, sus posiciones fueron rebatidas por los especialistas Federico Reyes Heroles y Jesús Silva Herzog, quienes reconocieron el movimiento “anulista” como un “jalón de oreja” a los partidos, pero consideraron necesario encontrar espacios más allá de la papeleta y la urna para canalizar la inquietud ciudadana, que permitan traducir el fenómeno con fidelidad a través, por ejemplo, de encuestas de salida.
Silva Herzog señaló que frente al voto en blanco se corre el riesgo de que “entren farsantes” a este movimiento y planteó la “opción del mal menor” entre los partidos para votar.
Protestan por desaire del instituto electoral
••• Durante la realización de las mesas Voto Razonado, integrantes del Movimiento Anulo Mi Voto, Voto Independiente y Mexicanos al Grito de Guerra se inconformaron por haber sido “desinvitados” por el IFE para participar en el debate y haber sólo escuchado la voz de analistas, especialistas y politólogos.
El decontento provocó que durante las palabras de inauguración del consejero presidente del IFE, Leonardo Valdés Zurita, los integrantes de dichos movimientos manifestaran su descontento dándole la espalda, por haberlos invitado al evento el pasado viernes y retirarles su participación el lunes por “problemas de agenda”.
Provenientes de Guadalajara, Jalisco, los inconformes, encabezados por Carlos Paez, repartieron pequeñas cajas con el texto: “Anulo mi voto. El medicamento ideal para la revitalización política y la recuperación democrática de una nación. Recuperador democrático instantáneo. No se deje al alcance de políticos corruptos. Para políticos nulos, votos nulos”.
Al final y ante el reclamo, los consejeros electorales determinaron darles unos minutos para expresar, en voz de Carlos Paez, que han decidido anular intencionalmente el voto para descalificar la mediocridad de régimen y al “formalismo nauseabundo.
“Democracia plena no es igual a sistema de partidos. Las elecciones son una camisa de fuerza que trata infructuosamente de contener la locura de una clase política que ha secuestrado la vida pública del país. No somos candidatos a ningún cargo, no importa si somos diez personas o cien millones quienes estemos hartos, lo que importa es el fondo de nuestro descontento”; subrayó.
Desde su butaca, Elisa Aranda, de la organización Voto Independiente, criticó que al final no los hayan dejado participar y puntualizó que al abstencionista no le preocupa el movimiento porque es un ciudadano pasivo, sin embargo, pidió poner atención ante un proceso que pudiera resultar con un diez por ciento de anulación. (México • Susana Hernández)