Organismos civiles dicen que acciones de fragilidad ambiental no serían suficientesUrgen a declarar emergencia ambiental para el SantiagoDebe haber medidas para avisar de riesgos sanitarios a la población. El equilibrio ecológico de la zona ya está dañado, establecen.
La supuesta contaminación industrial del río es una de las preocupaciones de las organizaciones civiles Foto: Público 24-Marzo-08
La zona que rodea al río Santiago en Jalisco debe ser declarada en emergencia ambiental, debido a los daños de salud “evidentes” que padece la población que habita la franja, insistió un grupo de organizaciones ciudadanas, así como las autoridades de El Salto y Juanacatlán.Con esa declaratoria, que sólo pueden hacer las autoridades de salud, los municipios afectados por el paso del torrente contaminado recibirían recursos federales para sanear el área más sucia, que va desde Poncitlán hasta San Cristóbal de la Barranca y donde se calcula que viven unas 150 mil personas.El problema es que mientras las organizaciones civiles y los ayuntamientos encuentran padecimientos evidentes a causa de la contaminación del agua, aire y suelo de una zona extensa, los responsables de la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ) afirman que sus cuentas de enfermedades graves ahí y las del resto de la entidad e incluso del país son prácticamente iguales.Esa versión contrasta con la de médicos de El Salto y Juanacatlán, como el especialista en medicina familiar del Instituto Mexicano del Seguro Social, Francisco Parra, quien asegura que las cuentas de la SSJ hay un gran subregistro, ya que ellos atienden diario a decenas de personas con afecciones respiradoras crónicas y rebeldes a los tratamientos; que en la región existe una explosión de casos de males crónicos entre población infantil y joven, como insuficiencia renal crónica, y que la presencia —ya probada— de ácido sulfhídrico allá deteriora el sistema nervioso, sobre todo de los pequeños.Las organizaciones ciudadanas y dos de los ayuntamientos afectados señalan que la zona que circunda al Santiago debe declararse en emergencia ambiental y no como zona de fragilidad ambiental, como sugieren las autoridades de Jalisco, debido a que el equilibrio de la zona ya está roto y requiere saneamiento, no exclusivamente protección.Los organismos y autoridades municipales señalaron que el área requiere medidas de Estado en plazos urgente, mediano y largo.Entre las primeras, que todos los habitantes de la cuenca deben recibir información sobre los riesgos que corre su salud al vivir cerca del río contaminado, para que puedan adoptar las medidas individuales, familiares y colectivas con el fin proteger su salud: evitar accidentes por el contacto con el agua del río; reconocer síntomas de intoxicación por los contaminantes, y recurrir a los sitios adecuados, en caso de envenenamiento doméstico, laboral y escolar.Entre las acciones de mediano plazo exigieron la instalación de un sistema local de monitoreo de la contaminación del aire —por el ácido sulfhídrico y otros gases que se originan con la mezcla de contaminantes del Santiago—, que avise de los niveles peligrosos para la salud.Añadieron que la percepción de los daños a la salud entre los vecinos del torrente debe ser una justificación suficiente para financiar y realizar los estudios epidemiológicos necesarios.Por último, urgieron a las autoridades de Jalisco y del gobierno federal a comenzar la restauración de las condiciones mínimas para que los habitantes de la región vivan con calidad.Los grupos sociales que firmaron las demandas son: Áreas Verdes La Haciendita, Comité Ciudadano de Defensa Ambiental de El Salto, Familias Unidas por la Vida, Grupo Ecologista, grupo Colonos Unidos, Instituto de Valores Integrales y Desarrollo Ambiental, Usdic, Frente Estatal de Lucha Urbana y Social y el Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario (Imdec).Las acciones del Senado(Público)• El Senado de la República aprobó desde el 13 de febrero un punto de acuerdo para pedir a varias autoridades que declaren zona de emergencia ambiental a la cuenca del río Santiago en El Salto y Juanacatlán, con la intención de atender a los pobladores de la zona y luego de conocida la tragedia del niño Miguel Ángel López Rocha, quien falleció intoxicado luego de que cayó al río.La idea de emitir una declaratoria de esa categoría consiste precisamente en instaurar medidas inmediatas para el río y sus vecinos; una declaratoria de fragilidad ambiental, según las leyes estatales y federal de equilibrio ecológico, sólo prevé acciones preventivas.La Cámara Alta del Congreso de la Unión dirigió la solicitud a varias autoridades estatales de Jalisco y federales, con la intención de elaborar un plan emergente de protección y restauración ambiental, y ya reconocía entonces, como uno de los motivos para esta solicitud, la alta fragilidad ambiental de la zona.Varios senadores incluso hicieron una visita a El Salto y Juanacatlán, el 28 de febrero, para verificar la contaminación del Santiago a su paso por esos municipios. Hasta ahora, sin embargo, las acciones de las autoridades estatales se han limitado a empezar acciones para controlar las descargas de aguas negras al río, y el gobierno jalisciense anunció el arranque de obras para entubar un tramo a su paso por las poblaciones afectadas.
Guadalajara•Vanesa Robles/Público
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