Hasta olas hizo la avalancha de lodo en San Miguel Cuyutlán

Autoridades evalúan las pérdidas económicas de las 100 personas afectadas directamente. E. PACHECO

• 100 personas evacuadas

El Ayuntamiento de Tlajomulco señala que los últimos incendios “aflojaron la tierra” y contribuyeron en el deslave del Cerro Viejo

TLAJOMULCO DE ZUÑIGA, JALISCO (27/JUN/2011).- “La avalancha de lodo hasta olas hizo por las calles del poblado de San Miguel Cuyutlán; los carros parecían lanchas. El ruido durante la tormenta fue tremendo, las cosas se pusieron feas”, revela Areli Buenrostro, vecina de la zona afectada por la tromba del sábado pasado.

Para el Ayuntamiento de Tlajomulco de Zúñiga, los incendios que se han registrado en el Cerro Viejo contribuyeron en el deslave que afectó a cuatro manzanas del poblado San Miguel Cuyutlán tras la tromba del sábado. La ausencia de vegetación en la zona coadyuvó para que las corrientes de agua generadas por el aguacero cobraran mayor fuerza, arrastrando todo a su paso, afirma Ismael del Toro Castro, secretario general del Ayuntamiento de Tlajomulco, quien expuso que desde esa madrugada iniciaron las labores de limpieza, coordinados con instancias del Gobierno del Estado y otros municipios, como Zapopan y Tlaquepaque, que prestaron personal operativo para cubrir la eventualidad.

Detalla que la situación, para la que se requirió asistencia de una centena de personas, no se había presentado desde hace 60 años, por lo que áreas como Protección Civil, Ecología y Obras Públicas suman esfuerzos para evitar que este evento tenga réplica en el futuro.

“Nuestro presente es atender la situación de limpieza y prevención para que no vuelva a suceder; estamos desazolvando todos los tapones que se dieron con la basura y piedras que arrastró el agua, y vamos a hacer un sondeo por todas las casas y familias afectadas para determinar la cuantía de los daños y si es factible que demos ayuda en la vía económica”.

Subraya que no hay obligación de las autoridades para apoyar a los afectados con recursos, aunque “están buscando la manera” para lograrlo. Por el momento, los vecinos de San Miguel Cuyutlán reciben ayuda de las autoridades, incluso se cuenta con apoyo del DIF estatal y municipal, la Unidad Estatal de Protección Civil y Bomberos Jalisco e instancias de auxilio, como la Cruz Roja.

Entre las tareas a desarrollar se encuentra la valoración de daños, lo que será vital para comenzar la estimación del apoyo que, prometieron, se concederá.

El deslave, registrado poco después de las 21:00 horas del sábado, trajo como saldo 13 viviendas con daños estructurales y una veintena de vehículos alcanzados por el lodazal. Además, se reportan 12 heridos, aunque sólo dos de ellos con lesiones de consideración; el resto, confirman las autoridades, no requirió hospitalización.

"Es una eventualidad por la erosión provocada en el Cerro Viejo por los incendios forestales. Este tipo de inundaciones no sucedían hace 60 años"
Ismael del Toro, secretario del Ayuntamiento de Tlajomulco.

El último siniestro

El pasado 23 de mayo, un incendio que inició en el Cerro Viejo movilizó a casi una centena de elementos brigadistas de los tres órdenes de Gobierno. La deflagración comenzó en la noche y permaneció activa por lapso de una semana.

Esta eventualidad provocó una alerta ambiental que se mantuvo activa un día entero, ya que las rachas de aire trasladaron las partículas suspendidas (cenizas y humo, entre otras) a la Zona Metropolitana de Guadalajara.
Ahora, las autoridades afirman que ese siniestro contribuyó en el deslave del pasado sábado.

El saldo

100 personas evacuadas.
16 calles afectadas.
4 manzanas inundadas.
13 viviendas con daños estructurales.
18 vehículos arrastrados.
3 puentes con daños en su estructura.
12 heridos (dos de consideración, pero estables).
0 víctimas mortales.
135 elementos en apoyo.
67 vehículos oficiales en la zona.

Testimonios

“Bajó el lodo por la calle de República y se llevó mi camioneta. Queremos saber si el presidente municipal nos apoyará; además de mi puesto de tacos perdí todo”. Juan Mendoza Pérez.

“Fue algo similar a lo que pasó en 1956: el agua y el lodo se llevaron todo; no recuerdo si murieron personas, pero fue algo feo”. José González.

“Fue impresionante la avalancha de lodo, troncos y piedras. Todo lo que se atravesaba se lo llevaba la corriente”. Martha García.

“En la parte baja casi no hay daño, pero en las casas de la parte alta hay algunas que las afectó severamente el lodo”. Miguel Castillo.

“La avalancha de lodo hasta olas hizo; los carros parecían lanchas. Mis sobrinos se asustaron, pero no les pasó nada”. Areli Buenrostro.