El gobierno estatal no entrega recursos desde hace dos años al programa ProÁrbol
Jalisco taló su área forestal oficial
Jalisco, que aporta 20 por ciento de las cuentas negras de la deforestación en México, tiene además un gobierno con escaso interés en el tema forestal: durante los dos últimos años, la administración estatal no ha entregado un solo peso para financiar los diferentes proyectos del ProÁrbol, desmontó su Dirección General Forestal (DGF), mantiene recursos mínimos para las áreas naturales protegidas que coadministra, y cero pesos para las nuevas reservas protegidas estatales.
De este modo, las funciones que se realizaban desde la Secretaría de Desarrollo Rural (Seder) están en niveles de supervivencia, lo que obliga a depender de recursos federales o municipales para cumplirse medianamente.
El desinterés se refleja de forma clara en lo que sucedió con la DGF de la Seder; su antiguo director, Jorge Valencia Rodríguez, no sólo aceptó un cargo en otra área del Ejecutivo, sino que “se llevó” la plaza y ahora no hay posibilidad de nombrar un nuevo director.
Quien cumple las funciones es Mario Aguilar Hernández, que fue designado director del Fideicomiso para la Administración del Programa de Desarrollo Forestal (Fiprodefo), que también está enfrentando una fase crítica que lo ha dejado al borde de la desaparición.
Así, con la precariedad de su designación, Aguilar Hernández es el que representa los intereses del estado en diversas instancias como es el propio comité de ProÁrbol, o el Consejo Estatal Forestal y de Suelos (Coefys), y los diversos fideicomisos y patronatos creados para la administración de las áreas naturales protegidas.
Por si fuera poco, la DGF ha eliminado diversas áreas de trabajo que se consideraron medulares para cumplir los objetivos de la planeación forestal, que arrancó desde 1995, en la Administración estatal de Alberto Cárdenas Jiménez, con la posterior participación de Fundación Chile en la pretendida modernización de la industria y los aprovechamientos forestales.
Los detalles de la decadencia de la DGF: la Dirección de Suelos desapareció, pese a que más de 80 por ciento del territorio de la entidad padece erosión; su director, Ricardo Pelayo, ha quedado “en el limbo” con algunos proyectos menores. El proyecto de manejo de agua, también ha sido eliminado; actividades como el impulso de los humedales, el aprovechamiento racional del agua y el rescate de especies en peligro de extinción, desaparecieron o se redujeron a su mínima expresión. El área de educación ambiental ha quedado reducida a un módulo en el bosque Los Colomos, de Guadalajara, mientras el centro de educación de Agua Brava, en La Primavera, es disputado con la administración del bosque La Primavera.
La Seder mantiene tres brigadas de incendios y hace convenios con los municipios para equipar y capacitar brigadas a cambio de que éstos paguen sueldos y combustible.
En el tema de la participación presupuestal con la Comisión Nacional Forestal (Conafor), con el argumento de la crisis económica, se dejó de dar dinero en todos los programas de ProÁrbol. El último año de aportaciones fue 2009. De por sí, la relación de presupuestos era cinco pesos federales por uno estatal, y se limitaba a algunos programas como plantaciones forestales, reforestación y servicios ambientales. La entidad así ha quedado en el último lugar en términos de participación económica en el ProÁrbol.
En contraste, el estado de México, entidad con la que últimamente se suele comparar el gobernador Emilio González Márquez, es en la materia el que más aportaciones hace a su sector forestal, y por citar un caso de éxito, su financiamiento al fideicomiso de la Monarca, que duplica el valor de los estímulos en servicios ambientales que otorga el gobierno federal, hace hoy posible el rescate de esa valiosa región protegida del país. Mientras, en Jalisco aumentan la deforestación y la fragmentación de los bosques.
Claves
3 metas incumplidas
En el Congreso de Jalisco se ha querido atender el problema del desmonte del sector forestal oficial, y en estos dos años se ha manejado, a solicitud de diversos colegios y gremios relacionados con el tema, la posibilidad de establecer una comisión estatal forestal. Pero no ha avanzado.
Entre las metas incumplidas del gobierno de Emilio González Márquez, está el establecimiento de 20 mil hectáreas de plantaciones forestales comerciales, con la inducción de invernaderos de especies maderables según la vocación de las regiones de la entidad.
También se crearon dos áreas protegidas estatales, pero no se les ha entregado un solo peso para su operación. En el caso de La Primavera, Quila y Nevado, reciben presupuestos para un nivel mínimo de operación.
La cifra 80% de Jalisco padece erosión
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