Apela Sicilia al corazón del crimen y el poder
Policía • 5 Junio 2011 - 4:59am — Juan Pablo Becerra-AcostaMorelia • Morelia. Es el primer día de la Marcha por la Paz de Cuernavaca a Ciudad Juárez. Es un día de poesía. De textos leídos. De lágrimas. De versos e historias narrados que tienen remitentes y destinatarios. Es el primer día de la caravana “del consuelo”. Y el poeta Javier Sicilia explica así el objetivo de que su peregrinación recorra alrededor de 2 mil kilómetros de carretera:
—Queremos, con nuestro consuelo mutuo, con esto de estar juntos en la soledad del otro, de todos nosotros que somos dolientes, tocar el corazón y la conciencia de la
inhumanidad de los criminales y el desdén de los gobernantes.
Lo repite una y otra vez en el Ángel de la Independencia de la Ciudad de México (primera escala de la marcha), en Toluca (segunda escala) y en Morelia (destino final de la jornada). Y, durante un momento de descanso, justo en Paseo de la Reforma, frente a la Columna de la Independencia, se le pregunta:
—¿De verdad crees que le van a tocar el corazón a criminales que ejecutan y a políticos que sólo desean el poder?
Sonríe y responde:
—Esos cabrones… Pero ojalá les toque lo que leemos, la poesía (en cada acto hubo lectoras de poemas), y les toque lo que decimos, nuestro dolor, nuestras historias, nuestra búsqueda de paz y justicia, y nuestras demandas…
Minutos antes, se había producido el momento más emotivo: el chihuahuense Julián Le Barón tomó la palabra y leyó una carta dirigida a Juan Francisco, el hijo asesinado de Javier Sicilia. Decía:
“Yo no te conocí, no te vi a los ojos, no llegué a saber si tomaste la mano de una mujer, pero por los ojos de tu padre me duele mucho y me ha contagiado de su dolor… Yo perdí a mi hermano: lo mataron por querer vivir en paz…”
Sicilia contenía las lágrimas ante la evocación de su hijo, pero no podía más, sollozaba y lloraba ante el emotivo texto del activista.
Y así transcurriría la larga jornada de 515 kilómetros recorridos por 14 autobuses y decenas de coches desde las nueve de la mañana hasta las ocho de la noche: entre poesía, historias de dolor, lágrimas y… demandas políticas.
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Sicilia exigió una y otra vez que la reforma política que el Poder Legislativo ha postergado para su discusión hasta septiembre próximo, con lo cual no podrá ser utilizada en los comicios presidenciales de 2012 (cualquier reforma electoral tiene que aprobarse a más tardar un año antes del proceso electoral para que pueda instrumentarse), sino hasta las elecciones de 2015, sea aprobada de inmediato.
Reiteró que los políticos de todos los partidos tienen la obligación de aprobar lo que la ciudadanía demanda: voto en blanco, candidaturas independientes, referendo, plebiscito, y sobre todo, revocación de mandato: “Es un derecho de nosotros, de los ciudadanos, de nuestra soberanía: si no sirven, se van, porque lo mismo ocurre con un político que diga haiga sido como haiga sido que con El Peje”.
—Pues ya viste, no aprobaron nada, ni van a tener un periodo extraordinario para hacerlo… —se le comentó.
—Pues hay que insistir e insistir, presionar, porque es nuestro derecho y los políticos no pueden seguir haciendo lo que quieran sin nuestro consentimiento.
Luego agregaría ante toda la prensa que si esa reforma no es aprobada, los comicios de 2012 serán los de “la ignominia, porque el país podría caer en una situación de mayor violencia, un infierno más atroz del que estamos viviendo, con un Estado más autoritario y militarizado.
En Toluca, durante una reunión a la que fue invitado por la organización Dictamen Ciudadano de Vigilancia Electoral, Sicilia abordó los comicios en el Estado de México, sobre los cuales escuchó un reporte y comentó que, por los excesivos gastos que conllevan, son “un insulto” para la ciudadanía en un país con tanta pobreza. “Tenemos un Estado podrido por la forma en que se usan los recursos para conseguir y conservar el poder”, agregó.
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Pero también fue día de historias, como en Morelia, donde hubo un mitin con 500 personas…
Cada rostro impreso en una pancarta, en una cartulina, es una historia de violencia y de impunidad. Son decenas de casos narrados por los deudos. Historias como esta:
“Ella es mi hermana. María Esther Aguilar Cansimbe. Periodista de Zamora desaparecida el 11 de noviembre de 2009. Cubría la nota roja. No, no sé quién fue. Pues sí, criminales o autoridades corruptas pudieron ser los autores. Tiene 35 años. Y tiene dos hijas: Frida Sofía y Fátima del Carmen, de nueve y diez años. La queremos, por favor, de regreso”.
Historia de la caravana de la paz, de la caravana del consuelo...
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