En el norte del país empezará la siembra de estos cultivos, aseguran en foro paralelo al de FAO
En México ya se otorgaron permisos para la producción de alimentos transgénicos: ONG
Las Naciones Unidas pretenden avalar la presencia de trasnacionales como Monsanto y Dupont, acusan
Al menos 24 permisos están en trámite para sembrar semillas transgénicas en el Norte del país, dijeron organizaciones no gubernamentales, civiles y movimientos campesinos que están en contra de estos cultivos, y que durante los días 2 y 3 de marzo realizarán un ciclo de audiencias populares en el Museo de la Ciudad, paralela a la conferencia que llevará a cabo, también en la misma fecha, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO por sus sigla en inglés) sobre biotecnologías en los países en desarrollo.
Red en Defensa del Maíz, Vía Campesina Región América del Norte, Colectivo COA, Asamblea Nacional de Afectados Ambientales y ETC Group de Cánada, se pronunciaron en contra del maíz transgénico y de las empresas transnacionales que buscan producirlo, entre ellas, Monsanto, Pioneer, Dupont y Dow.
“Es una manera de avalar estos permisos que ya otorgaron y de callar las voces que están exigiendo que no se siembre semilla transgénica. Entonces tenemos que alzar la voz, hablar más fuerte, denunciarlo, y estamos haciendo el esfuerzo por utilizar las vías nacionales de defensa jurídica, pero sí no nos escuchan nos vamos a ir a instancias internacionales”, refirió Evangelina Robles del Colectivo COA, sobre estos permisos que presuntamente se han entregado.
Y abundó que no tiene sentido liberar el maíz transgénico en el centro de origen.
Robles explicó que en estas audiencias se reunirá el testimonio de campesinos, indígenas, activistas, intelectuales, abogados, y científicos para construir el caso y llevarlo ante tribunales internacionales.
Eutimio Díaz, wixarika participante en la Red en Defensa del Maíz, presentará su testimonio desde la perspectiva de los pueblos indios en la audiencia titulada “La contaminación transgénica del maíz, un crimen de lesa humanidad”. Para Eutimio, la defensa del maíz es una cuestión de soberanía.
“Perder el maíz es muerte para los pueblos, y a eso se dirige el gobierno permitiendo que las empresas transnacionales lo contaminen y se apoderen de él, es otra forma de guerra contra los pueblos indígenas y no lo permitiremos”, dijo.
De entre las panelistas que estarán presentes llama la atención el de Pat Mooney, director ejecutivo de ETC Group, un activista de peso que fue galardonado en 1985 con el premio Right Livelihood Award, conocido como el Nobel Alternativo, y que recientemente abandonó su puesto en el Comité Asesor Internacional de la FAO por dos razones sustanciales que explicó en rueda de prensa; No se tomaron en cuenta sus observaciones a la temática que presentará el organismo internacional y la exclusión manifiesta de las voces opositoras a los cultivos transgénicos.
“Tengo opiniones fuertes y quiero expresarlas pero no puedo aceptar que se siga invocando mi participación en un Comité Asesor que no ha asesorado nada, lo cual ha resultado en documentos totalmente sesgados”, expresó hace unos días al seno de su organización.
Pat dijo que la reunión que sostendrán las autoridades mexicanas con la FAO en la conferencia que iniciará este lunes con el título “Biotecnología Agrícola para los Países en Desarrollo” (conocida como ABDC-10) está diseñada muy conveniente para que el Gobierno de México pueda lucirse sin entrar al fondo del problema.
“No está invitando a las organizaciones que le expresaron su preocupación en este tema y lo que va a suceder en los próximos días es que habrá una conferencia en donde se hablará de forma muy general y muy amplia de la biotecnología sin nombrar realmente el problema de la contaminación del maíz en México. Y sobre todo sin oír a los campesinos que están directamente afectados”, comentó.
De acuerdo con Pat y las otras organizaciones sociales y no gubernamentales, hasta ahora se desconocen los efectos sobre la salud y medio ambiente en el consumo y plantación de semillas transgénicas. Lo que sí se sabe es que puede alterar la genética de semillas locales.
Mooney señaló que salvo algunas excepciones, en la Unión Europea no se aceptan estos cultivos. Precisó que en todo el mundo apenas hay 25 países que se han permitido en algún grado la siembra de transgénicos y de estos sólo 8 concentran el 98 por ciento de la producción entre los que se puede mencionar a Estados Unidos, Argentina, Sudáfrica y Canadá.
El activista planteó a la repor tera de La Jornada Angélica Enciso, en entrevista publicada ayer que no debería existir urgencia por propagar el cultivo de transgénicos.
“No hay ninguna urgencia motivada por causas reales, es decir, por necesidad de la gente. Sin embargo, para Monsanto, que virtualmente tiene el monopolio de los transgénicos agrícolas, es urgente romper las resistencias oficiales a los transgénicos, por ejemplo para avanzar en Europa, uno de sus principales mercados. Pero también les interesan los países del sur global, porque en muchos encuentran mayor “flexibilidad” gubernamental y les sirve para mostrar que cada vez hay más naciones que permiten transgénico”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario